El arte de acompañar y velar con Jesús – Por el padre Juan Pablo Contepomi

jueves, 28 de febrero de 2019
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28/02/2019 – “El gran fundador del movimiento de hospedar y de cuidar es Jesús a quien queremos seguir”, comenzó diciendo el padre Juan Pablo Contepomi. Y agregó “En la Iglesia somos como enanos sobre hombros de gigantes, y yo en algún momento queriendo vivir la vocación, sentí o creí o me motivó mucho en mi llamado, de que Jesús quisiera que esto existiera en la Argentina”, indicó el sacerdote, refiriéndose a la creación en nuestro país del movimiento Hospice.

Cabe recordar que el padre Juampi, en 1993 fue a vivir a Calcuta junto a la Madre Teresa. En el año de 1994 conoció el testimonio de fe del cura Brochero. Fue párroco por once años en la Parroquia San Pedro y San Pablo de Olivos. Fundador del primer Hospice del país, fundado el 14 de junio de 2002. En 2008 funda la fundación Camino a Jericó, la cual tiene por misión “Asistir, acompañar y promover a las personas adultas en situación de calle o en estado de abandono, para lograr juntos la recuperación de su dignidad”. Los enfermos y los pobres ocupan el primer lugar en su corazón.

El arte de acompañar

“En el arte de acompañar, Jesús habla de la fecundidad y de la fertilidad, los que trabajan la tierra saben de esto, y los que estamos en contacto con esto, sabemos que tiene su tiempo, tiene su propio proceso, por eso es un arte, requiere ese tiempo propio donde cada uno se desarrolle y pueda ser guiado, ser acompañado, no es que yo lo creo -clarificó- lo dejo que se desarrolle, como a una semilla”, explicó el padre Juan Pablo.

¿Cómo recuperar el gozo en medio del dolor del otro?

“La enfermedad enfermedad y pobreza es explosiva, me he ido muchas veces llorando del hospital, de dolor, de bronca, de impotencia”, introdujo. “Y el gozo lo recupero en la oración, es decir, en la misma persona de Jesús que venció todas esas cuestiones y en los seguidores de Jesús, en el trabajo en equipo, en el hospital en el servicio religioso, en el hospice, el gozo lo recupero en el trabajar con otros, en esa confianza de que otro te pone algo que uno no puede, en la familia, en los que se dejan mover para el mismo lado”, destacó.

“Y muchas veces, que ahí está el misterio de este ciclo “Velen conmigo -aclaró- el gozo lo encuentro en saber que el propio enfermo, pobre, doliente, lo que me estaba diciendo, es lo que Jesús me diría: <Velá conmigo, seguí mirando, permanecé conmigo>.

“Hay que escuchar ese llamado o confiar en ese llamado que uno una vez escuchó, que hoy te lo están diciendo en una injusticia silenciosa o en un grito doloroso, pasar ese dolor con el otro, uno ahí encuentra el gozo”, expresó.

“Hoy estar dormidos es no tener conciencia, es mirar para otro lado”.

En este aspecto, el padre Juampi indicó que “Es importante que el otro vea en tu mirada que lo seguís amando, hay que permanecer”, recalcó. Por otro lado, contrapuso diciendo que “Hoy la tristeza de la injusticia, de la desigualdad, de la enfermedad, para muchos es una anestesia para seguir durmiendo, para no mirar, para que se ocupe otro”.

“Lo que establece nuestra espiritualidad básica, es la relación, es la conexión, el velar, es una mística de ojos abiertos nuestra fe, no de ojos cerrados”, destacó.

Finalmente, el padre Juan Pablo Contepomi, se refirió a la importancia del buen morir y en este sentido, recordó que “Madre Teresa decía que ella combatía el aborto con la adopción, yo creo -dijo- que el modo de combatir el mal morir o la eutanasia es desarrollando el cuidado hospice, el cuidado paliativo, porque son los dos momentos fundamentales de la vida, el principio y el final”, concluyó.