El avance inmobiliario indiscriminado y su impacto sobre flora y fauna nativa

martes, 31 de agosto de 2021
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31/08/2021 – Las imágenes de los carpinchos, estos animalitos que son la especie más grande de la familia de los roedores, caminando por las calles de los barrios privados de Nordelta, en esta urbanización de clase media alta de la zona de Tigre, en provincia de Buenos Aires, dominaron la agenda periodística en los últimos días. Incluso fueron motivo de definiciones políticas e ideológicas en esta Argentina experta en crear situaciones de enfrentamiento.

Mientras algunos de los vecinos de Nordelta reclaman el control de su reproducción y solicitan el traslado de los “invasores” a través de notas en los medios porteños, distintas organizaciones ecológicas se manifestaron en favor del respeto por lo que fue -y al parecer lo es todavía- el hábitat natural de los carpinchos y de la fauna y la flora de esta parte de sudamérica.

Está claro que en Nordelta hay un avance de la urbanización sobre los humedales que ha afectado a la fauna nativa de manera directa. Como consecuencia, especies como el carpincho han quedado excluídos de su ecosistema, y naturalmente lo quieren recuperar.

También ha pasado en otras regiones de la Argentina y el mundo por el desmonte, por la expansión de la frontera agrícola, y otros fenómenos relacionados con el supuesto “desarrollo” humano que ya no podría llevar ese nombre si no tiene en cuenta al ecosistema que impacta.

Conversamos conel geógrafo Joaquín Deon, becario del Conicet, especialista en conflictos por el agua y uso de la tierra y desmontes, y con el doctor Juan Enrique Romero, reconocido médico veterinario y Profesor en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de La Pampa.