El carácter sagrado del matrimonio y de la familia

viernes, 6 de mayo de 2022
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06/05/2022 –  Esta semana compartimos una nueva edición del espacio “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”, junto al padre Javier Soteras, Director de Radio María.

Nos introducimos en el Capítulo I de la Segunda parte de la Constitución pastoral del Concilio Vaticano II “Gaudium et spes” sobre la Iglesia en el mundo actual  y, dentro de este marco, abordamos los puntos referidos a la  Dignidad del matrimonio y de la familia y su carácter sagrado:

“La íntima comunidad conyugal de vida y amor se establece sobre la alianza de los cónyuges, es decir, sobre su consentimiento personal e irrevocable. Así, del acto humano por el cual los esposos se dan y se reciben mutuamente, nace, aun ante la sociedad, una institución confirmada por la ley divina. Este vínculo sagrado, en atención al bien tanto de los esposos y de la prole como de la sociedad, no depende de la decisión humana. Pues es el mismo Dios el autor del matrimonio, al cual ha dotado con bienes y fines varios, todo lo cual es de suma importancia para la continuación del género humano, para el provecho personal de cada miembro de la familia y su suerte eterna, para la dignidad, estabilidad, paz y prosperidad de la misma familia y de toda la sociedad humana” (48 GS)

Sobre este punto el padre Javier señaló que “este acto humano de consentimiento en torno al cual se instituye el sacramento del matrimonio es inspirado en Dios. Es una creación divina en el ámbito sacramental”.

“Que los esposos se unan en términos sacramentales -por el consentimiento que precisan se dan- y para que se abran a todos los bienes con los que Dios quiere bendecirlos, han de reconocer que esa esa unión es un regalo que Dios les hace, es decir, es vocación”.

“Cuando estos se vive así, cuando se vive el misterio de comunión que supone este acto de amor en Dios, la persona de alguna manera deja de ser ella para ser ella en el otro y esto hace mutar el modo de ser de la persona. No tanto por las obligaciones que devienen o por los derechos que se suponen, sino por lo que lo que requiere y genera el hecho de ser en el otro, de ser con el otro y de ser en el otro”.