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El carácter universal del Pueblo de Dios

viernes, 24 de septiembre de 2021

24/09/2021 – Continuamos esta semana adentrándonos en el documento Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, junto al padre Javier Soteras en “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”.

En esta oportunidad continuamos en el punto 13 del Capítulo 2 de este documento magisterial y que se titula “El Pueblo de Dios”.

El padre Javier señaló que “la humanidad está llamada a configurarse en Dios bajo un nuevo modo de identidad”. Esa humanidad dispersa – dice el Concilio– está llamada a configurarse en el Pueblo de Dios. “Tiene un carácter universal pero también de unicidad y de identidad profundo”, agregó.

Es un pueblo nuevo que nace en relación al primer pueblo que se configuró en la persona de Moisés como líder y que le dio un código de convivencia en la tabla de la alianza:

“Este nuevo pueblo de Dios crece a razón del cumplimiento de las promesas de la llegada del que va a ser el que lo va a configurar y al que Israel sigue esperando y el que nosotros decimos que ya llegó: el Mesías”.

Un rol importante es el que tiene el Espíritu Santo. Sobre esto, el padre Javier comentó que, es Dios quien envía al Paráclito y establece la armónica relación entre todos los miembros de la Iglesia y es el que mantiene unido al cuerpo: “Este pueblo lo lidera Jesús como Maestro junto al Espíritu Santo”, resaltó el Director de Radio María.

Continuando sobre el mismo punto, se destacó el momento en el que Jesús envía a ser discípulos por todo el mundo: “Comienza en la comunidad cristiana, la dimensión católica de la universalidad y la evangelización de los gentiles, es decir, de los que no pertenecen al pueblo hebreo, pone en crisis el primer movimiento en la Iglesia en Jerusalén”, señaló el padre Javier.

Esa crisis concluyó en el Concilio de Jerusalén. “Se plantea si la incorporación de nuevos miembros de la Iglesia supone que tengan que ser circuncidados o no. Prevalece la postura de Pablo, el apóstol de los gentiles, luego resuelven que no necesariamente tienen que pasar por el pueblo hebreo”, explicó y agregó: “esta situación hace que el carácter de universalidad de la Iglesia no pertenezca a un pueblo en particular”.