El Corazón que mueve la escoba

jueves, 4 de diciembre de 2008
image_pdfimage_print
[Slideshow "el-corazon-que-mueve-la-escoba-slider" no encontrado]

SEÑALADA POR EL ÍNDICE DEL SOL (Juan Carlos Baglieto)
La recuerdo a mi madre algunas tardes        ………….tiene tanto que ver con la vida…
cuando cedo a la costumbre de la siesta
de chico era penado no dormirlas,
con terribles temporadas sin veredas.
La recuerdo a mi madre soberana,        ……tantos secretos conoce el ama de casa…tantos
sobre un inquieto trompo de polleras,
sonriente como bota que han lustrado,
victoriosa como trigo que verdea.
Se entendía con los gallos y la luna,
si quería que le dieran hora buena,        ………..este es su dominio
y para ella el día ya era viejo,
cuando el sol asomaba a sus tareas.        ……………..la que conoce de los secretos de la mañana
Era un garito oscuro la cocina,       
y allí ganaba ella sus apuestas,
en un truco con naipes de lechuga,
o un billar culinario de ciruelas,
A los patios enormes de la infancia,
iba mi madre y allí dejaba huellas,
cada año hasta hoy las ha seguido,
el malvón para encontrar la primavera.
Ella hizo de la vida y sus suburbios,
una cuestión de amor y de pureza,
señalada por el índice del sol,
anda mi madre para que yo la vea.

Como Pajaros En El Aire
Las manos de mi madre Son como pájaros en el aire
Historias de cocina entre sus alas heridas de hambre.

Las manos de mi madre saben que ocurre por las mañanas
Cuando amasa la vida hornos de barro. pan de esperanza.

Las manos de mi madre llegan al patio desde temprano
Todo se vuelve fiesta cuando ellas vuelan junto a otros pájaros
junto a los pájaros que aman la vida y la construyen con el trabajo
Arde la leña, harina y barro. Lo cotidiano  se vuelve mágico.

Las manos de mi madre me representan un cielo abierto
Y un recuerdo añorado trapos calientes en los inviernos.
Ellas se brindan cálidas, nobles, sinceras, limpias de todo
¿cómo serán las manos del que las mueve gracias al odio?
    Estos temas, tan bellos, no es casual que sean dos temas tan hermosos, forman parte –creo yo- de una mirada en este sistema tan vertiginoso que valora tan poco las cosas esenciales y propias de la vida, o –como dice la canción- que ha llevado a los suburbios muchas de las cosas que realmente valen.
    Hay un texto bíblico Lc.15,8 que hace una pregunta que podemos sacar de ese contexto –con mucho cuidado, porque sacar una frase de su contexto siempre es peligroso, pero en este momento siento que estoy avalada a hacerla- . “¡qué mujer no enciende la luz y barre una casa!”. Lo dice Jesús en el contexto de una parábola sobre la moneda perdida.
    Este programa es una invitación a eso: a encender la luz y a barrer la casa. Encender la luz, especialmente para todas las amas de casa –tratando de revalorizar las tareas cotidianas, domésticas, no tratando de ponerse en las antípodas de luchas feministas ni mucho menos, sino en el sentido de recuperar la belleza que nos han robado, o no nos han enseñado a disfrutar. Animarse a disfrutar de lo que efectivamente disfrutamos. Silenciar un poco esas voces degradantes, que subestiman, mandan a los suburbios la importancia y trascendencia de la labor