09/08/19- Cuando la queja y el reclamo se transforman en algo crónico, dañan el vínculo de pareja. Es conveniente expresar las cosas en forma de deseo (lo que uno quiere) que hacerlo en clave de reclamo (lo que el otro debería hacer). Decir “necesito tu ayuda”, manifestando un deseo claro, suena diferente a “no me ayudás nunca”.
Adriana Guraieb es psicóloga y psicoanalista perteneciente a la Asociación Psicoanalítica Argentina e Internacional; y nos acompaña en el programa “Hoy puede ser”.
La especialista dijo que muchas veces en las discusiones cotidianas prevalecen las quejas y los reclamos. “La queja crónica es un intento de desahogarse de un peso que la persona quejosa tiene dentro, evidenciando que hay una realidad que no le gusta o no acepta.”
¿Cuáles son las consecuencias de la queja?
La Lic. Guraieb dijo que son muchas y muy variadas las consecuencias. “Lo primero que está implícito en la queja es un intento de no resolver la situación, sino de tirarla a la otra persona. Es muy difícil convivir con una persona quejosa, genera aislamiento. La queja es una posición dañina y estéril, no resuelve nada.”
¿Qué se esconde detrás de la queja?
“Detrás de la queja hay baja autoestima, hay resentimiento, hay un ser desvalorizado y la dificultad para expresar sentimientos.” Es importante no idealizar a la otra persona. Muchos reclamos son fruto de lo que se había idealizado del otro. Conviene entonces centrar la percepción en lo que hay más que en lo que falta.
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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