EN VIVO
DONAR
EMISORAS
lunes, 23 diciembre 2024
Inicio
Institucional
Quienes Somos
Donación
Donde Escucharnos
Novedades
Voluntariado
Difusión
Contacto
Balance Social
Res. 173/10
Podcast
Grilla de Programación
Escuchar en Vivo
Catequesis
Donde quiero estar – Radio María Ad Gentes
Casa de campo
Archivos de Programas
Papa Francisco
Audiencias Generales
Documentos
Francisco a Diario
Homilías
Los Caminos de Francisco
Papa Francisco
RM Mundial
RM Joven
Radio María Joven en vivo
JMJ 2019
Evangelio del día
Testimonios
Institucional
Quienes Somos
Donación
Donde Escucharnos
Novedades
Voluntariado
Difusión
Contacto
Balance Social
Res. 173/10
Podcast
Grilla de Programación
Escuchar en Vivo
Catequesis
Donde quiero estar – Radio María Ad Gentes
Casa de campo
Archivos de Programas
Papa Francisco
Audiencias Generales
Documentos
Francisco a Diario
Homilías
Los Caminos de Francisco
Papa Francisco
RM Mundial
RM Joven
Radio María Joven en vivo
JMJ 2019
Evangelio del día
Testimonios
Entre Nosotros
El Depredador Interior
martes, 3 de junio de 2008
Hoy vamos a continuar con un análisis muy interesante que hace Clarisa Pindola Estés en “Mujeres que corren con lobos” sobre el cuento de “Barba Azul” que tiene como eje al
depredador.
Qué depredador ? el asesino de la naturaleza humana, las fuerzas de la oscuridad, el caos, lo que va en contra de la felicidad. La silla que se pone al borde del camino cuando uno se decide a arrancar, la rapiña que carcome nuestro gozo. No viene a tiempo, ahora, identificarlo con alguna metafísica u ontológica en particular, porque lo que queremos ver es cómo opera? Hay quienes le llaman el “mal espíritu” o “Satanás”, otros lo identifican con aspectos del aparato psíquico, con las fuerzas destructoras que nos neurotizan, otros lo identifican con resabios de una cultura o bien de una educación, en definitiva, no podemos negar la presencia de lo oscuro , de lo caótico, de lo destructivo, de lo asesino en nuestra vida y en nuestro corazón, Es bueno hacerlo salir de la ingenuidad filosófica con la que a veces vivimos en este relativismo ambiental permanente.
Es cierto que todo lo bueno tiene algo de malo y todo lo malo algo de bueno; pero hay un punto donde nos encontramos con cosas muy malas a las que no le podemos encontrar nada bueno y en esos momentos, qué hay que hacer? Dedicarse a hacer análisis intelectuales, NO! Huir o Luchar ¡!
O lo que vamos a ver ahora, lo que hace la protagonista de este cuento, la mujer de Barba Azul.
Para los que no escucharon el cuento la semana pasada, lo voy a relatar muy brevemente. Este famosísimo cuento de Barba Azul, con esa modalidad que tienen los pueblos a través de sus culturas milenarias, a querer decirnos y emitir algún mensaje, a querer descifradamente emitir alguna lección de la vida.
Vamos a tratar de descifrar ese mensaje de la mano de Clarisa Pindola Estés, en el cuento de Barba Azul.
Este Depredador que aparece por ejemplo en la figura de este esposo asesino, lo tenemos también en el cuento de Las mil y una noches, lo que también era otro esposo asesino, a quién
Sherasade, va seduciendo, cuento, tras cuento, tras cuento y así va “zafando” del asesinato.
En el Libro de Tobías, tenemos también un mal espíritu que asesina a los esposos, en ese caso, esta fuerza depredadora termina aniquilando a los esposos en la noche de bodas.
Bueno, es todo un tema, asesinatos en la noche de Boda, muertes en la noche de Boda, o muertes en el seno de los matrimonios, podrían entonces, existir distintas fuerzas destructoras, no solamente la fuerza de la violencia doméstica, que es tremenda, y creo que es a donde se puede hacer un traspaso mas directo, si se quiere.
Este cuento tendría una particular aplicación, en este caso, de víctimas de violencia familiar, y sobre todo de mujeres que son golpeadas y maltratadas, en el seno de sus matrimonios, dentro de su familia, pero no quisiera hacer una aplicación solamente vinculada a este tema porque no es la idea.
La idea es justamente que podamos descubrir en nuestra mente, en nuestra negatividad, en nuestro corazón, que anidan fuerzas destructivas y que estas fuerzas muchas veces han hecho nido en nuestros pensamientos y en nuestras emociones, que se manejan – a veces – con una estrategia siniestra, de pasar desapercibidos, de vendernos paraísos y seducciones muy importantes, como la droga, o cualquier otra clase de adicción, pero que finalmente el velo se descorre y nos encontramos con un territorio arrasado, con un territorio depredado, con un territorio psíquico, espiritual, existencial, con un paisaje desolador. Esto es lo que le ocurre a la esposa de Barba Azul.
Barba Azul era un hombre que tenía una barba azul, que era un signo de anomalía, una barba azul añil, una persona que – según se decía- era un mago frustrado, un gigante muy aficionado a las mujeres.
Barba Azul seduce a 3 hermanas mujeres, las lleva al bosque en unos carruajes fantásticos, con corceles blancos donde les hace servir unos banquetes espectaculares, intentando de esa manera, seducir a alguna de ellas y a la madre de estas tres mujeres. Todas quedan encantadas con la seducción de Barba Azul pero advierten que hay algo raro. – ese instinto que les permite darse cuenta de que hay algo que no les convence del todo- de manera que ni la madre ni las dos hermanas mayores caen en el flujo de los encantos de Barba Azul pero la hermana menor descubre que al lado de este hombre puede llevar una vida palaciega, se siente agasajada, con posibilidad de acceder a una vida de mucho lujo, de prestigio, en fin, cosas que le tientan a ella, y hacen que esta mujer, la menor de todas, se case con Barba Azul.
Un buen día, estando en el castillo de Barba Azul, él le cuenta que se tiene que ir de viaje, le dice, que puede invitar a toda su familia al castillo – que tenía decenas y decenas de aposentos y de habitaciones – y le entrega el llavero de todas y le señala que puede entrar a todos los lugares, recorrer los tesoros, ordenar banquetes, hacer lo que le plazca, lo que le apetezca –según lo desee su corazón – pero le advierte que hay una llave, cuya puerta no puede abrir. Una llavecita pequeña, cuya puerta no puede abrir. Se lo dice con un brillo maligno en los ojos. El se va, ella le dice a su querido esposo que se quede tranquilo, que todo va a estar muy bien y que no tarde en regresar. Invita a sus hermanas a venir a pasar esa estadía de varios días en el castillo y las hermanas le proponen el juego de descubrir, cuál sería la puertecita que le corresponde a esa pequeña llavecita que le tenían prohibido usar.
Abren una y otra y otra y otra y recorren todo el inmenso castillo, deslumbradas por todas las maravillas que allí encontraban, pero no encuentran ninguna otra puerta más, hasta que finalmente en un pasillo oscuro y mágico de un sótano peligroso encuentran esa puertecita, y al abrirla encuentran un tremendo lago de sangre con restos de cadáveres, y pilas de calaveras amontonadas en la oscuridad de esa habitación subterránea.
GRITAN, horror, espanto…. Inmediatamente se dan cuenta de que todos esos cadáveres formaban parte de las esposas anteriores de Barba Azul. Cierran la puerta, pero ya la evidencia de la trasgresión se ve en la llavecita que empieza a sangrar, sangrar y sangrar, y cualquier cosa que intentan hacer para limpiar la llavecita es imposible.
Esconden la llavecita en el armario de ella, donde estaban todos sus vestidos, justo en el momento en que vuelve Barba Azul. Él le pide el llavero, se da cuenta de que falta la llavecita pequeña, y en el momento que lo advierte, aparece la otra personalidad de Barba Azul, ni la cortés, ni la principesca, ni la caballeresca sino su personalidad asesina. La toma de los pelos, la arrastra por el pasillo, y le grita: Ahora te toca a ti!!
La esposa, muy astutamente, le pide y le ruega unos minutos para prepararse para la muerte, en esos minutos le suplica a sus hermanas que emitan un mensaje para que los hermanos mayores vengan a rescatarla. Las hermanas oteando permanentemente el horizonte, miran si vienen los hermanos, y ven una polvareda… parece que son los caballos… ya están llegando. En el momento en que Barba Azul abre la puerta, la arrastra por los pelos para llevarla al sótano y matarla, ingresan los hermanos mayores, con espada en mano, entran al castillo con sus propios caballos, asesinan y matan a Barba Azul y colorín colorado… la esposa de Barba Azul es recatada.
Hasta aquí es el cuento conocido Seguramente Uds. lo han escuchado muchas veces ya que Barba Azul junto con Caperucita Roja y otros, forma parte del cuerpo de cuentos maravillosos, algunos un poco trágicos y dramáticos que nos contaban cuando eramos chicos.
Ahora vamos a tratar de ver ese mensaje cifrado que trae Barba Azul y nos hace bien.
La semana pasada hablamos sobre la primera parte del cuento, sobre la naturaleza de esta fuerza destructiva, la seducción del Ego – que muchas veces transa con estas fuerzas destructivas – y pusimos varios ejemplos. Justamente la seducción del Ego está muy claramente descripta en este cuento, a través del despliegue de riquezas y finuras que Barba Azul hace para conquistar a esta mujer y el rol del “secreto” que está simbolizado en la puerta que no debe abrir, porque si se abre, la verdad sale a la luz, como muchas veces sucede en los vínculos, en los contratos con ideologías, con sectas, con adicciones, con relaciones personales, con ámbitos laborales…
Cuántas veces funciona este secreto, como regulador, como elemento atemorizante, como lo que no se puede decir o lo que no se debe decir, ni siquiera pensar… Es notable, yo he visto funcionando realmente la fuerza de este secreto, de esta prohibición, verdadero mecanismo de represión, en grupos religiosos, en sectas, y en ámbitos laborales.
Como abrir esta puerta es peligroso, no solo, no lo voy a hacer, sino que voy a ignorar que está. Hagamos de cuenta que no está, de que todo sigue igual, quedémonos con lo positivo que tiene la base de este territorio de sangre.
En muchos territorios laborales se tejen estos pactos de silencio, A veces sabemos que hay una persona que está siendo víctima de un depredador laboral, que esta siendo perseguida injustamente y sin embargo hacemos un voto de silencio, incluso, nos tornamos cómplices de esta suerte de depredador. Es impactante ver como la verdad de nuestras almas se acomoda a estas situaciones.
El cuento de Barba Azul es un despertar a esta realidad, es una invitación a no mantener en secreto a las fuerzas asesinas de la persona humana, a delatar, a denunciar. La presencia de Jesucristo es una presencia que denuncia. Su sola sombra, su solo paso hace que los demonios griten:: Qué venís a hacer con nosotros? ya sabemos quien sos, Jesús de Nazaret. Su presencia es atmósfera de Verdad, caiga quien caiga y cueste lo que cueste. No porque quiera el costo de la Verdad, sino porque la Verdad, muchas veces viene de la mano de un gran costo porque es Ley de Vida, porque es Luz, que va hasta los sótanos de los castillos más extraordinarios y es capaz de develar toda la muerte que subyace por debajo de estos sistemas injustos que a veces construimos.
Barba Azul es una invitación a no hacerse cómplice de estos efectos, las hermanas mayores, las buenas consejeras, son las que interiormente en nuestro corazón nos animan a dar un pasito más, vamos a encontrar la puerta secreta (a modo de juego) Porqué esta puerta no se puede abrir? No hay que interpretarlo como típica curiosidad femenina. El objetivo de este relato es animarse a leer y a ver lo que está por debajo de la superficie de las cosas. Anímense a preguntarse porqué hay una puerta secreta? Anímense a desarrollar las preguntas que en el fondo del corazón Uds. tienen, Anímense a escuchar las propias quejas, anímense a escuchar los gritos interiores de los aspectos que se están muriendo en tal o cual ambiente. Anímense, por lo menos anímense a abrir la puerta, a ver que hay?
Contábamos también que la puerta ha sido y es siempre un símbolo del umbral a un conocimiento mayor, puede ser positivo o puede ser negativo. La puerta es el umbral que supone un desafío, para el que hay que estar preparado, de una verdad superior, de una verdad que se quiere ocultar, de la verdad que se quiere deformar. La puerta es lo que abre Juan Pablo II como símbolo del acceso al Jubileo, la Puerta Santa, y el paso en esa puerta es un compromiso de conversión, de transformación, y de dejarse exponer – al pasar la puerta – a la Santidad
En este caso la puerta, es prácticamente una entrada a la tumba. Del otro lado hay muerte y destrucción, pero una muerte y una destrucción que la esposa de Barba Azul debe conocer, Hubiera podido ella – de no transgredir este secreto – vivir o no, largos años totalmente engañada de cual era la personalidad real de este asesino. Poder vivir felizmente, en los aposentos que se construyen sobre la base de tantos cuerpos descuartizados de mujeres anteriores, ella pudo hacerse cómplice de esa terrible verdad, como ocurre en muchas familias, como muchas mujeres se hacen cómplices del incesto, del abuso sexual de sus propios padres o de sus hermanos, no quieren porque no pueden ver ni tolerar el horror de ese espectáculo. Y muchas victimas necesitan del coraje de mujeres como las hermanas mayores de la esposa de Barba Azul que animan a abrir definitivamente la puerta de la verdad, aunque lo que hay detrás sea un espectáculo muy difícil de contemplar.
Decíamos también que animarse a ver el espectáculo de los sueños quebrados, de las vidas arrasadas, animarse a ver este espectáculo es muy duro. Animarse a ver esas hondonadas espirituales, las voces que se despiertan en nosotros, me equivoqué! me equivoqué! como pude ser tan tonto! como no lo ví ! Cómo no me di cuenta! Son verdaderamente agotadoras, es una lucha interior, es muy fuerte lo que se vé. Es el momento culmine, el momento clave en el que uno o cierra la puerta y niega todo, o se anima a ver, todos los sueños ejecutados, todos los objetivos destruidos, todas las esperanzas dañadas, toda esa fuerza asesina en nuestro propio corazón, en nuestra propia alma, que ha destruido cosas tan genuinas, aparentemente de manera definitiva, después veremos que no.
Es el momento de asumir la verdad y ese momento podríamos compararlo en el itinerario de la Pasión de Jesús, a la hora de la oscuridad, cuando él siente esa angustia de muerte, ese cuarto terrible de pecado, de destrucción, de muerte, es la hora de las sombras, es la hora del príncipe de este mundo. Está por entrar en ese cuarto horrible. Antes cuando otra puerta se corre, la de Lázaro, cuando otra tumba se abre, Jesús llora. Es impactante esto: porqué llora si va a resucitar en breve la vida de su amigo? Quizás llore porque el olor de la muerte le hace mal, porque hacia allá va Él, porque ese es el hábitat oscuro donde él sabe que tiene que entrar. Quizá llore porque ese no era el proyecto del Padre para el Hombre, quizá llore porque la muerte le resulte y nos resulta esencialmente extraña La depredación, la destrucción, el odio, la violencia, la envidia, los celos, el egoísmo, el desamor, el abandono, la traición, la infidelidad, cuantos cadáveres en ese cuarto oscuro.
Del rol de la “inocencia”, de la ingenuidad en esta especie de iniciación en los caminos de la vida, estamos hablando de un tránsito difícil. Todos lo hemos hecho. Cuando se nos abrieron los ojos a la maldad del mundo. Te acordás? Todavía no lo pasaste? Que tránsito amargo, no? Bueno Barba Azul relata justamente eso. Un abrir los ojos a la maldad del mundo externo y del mundo interno, y es allí donde quisiera fundamentalmente fortalecer el mensaje.
No se trata solamente de identificar a Barba Azul con tal o cual apellido. Sino de descubrir que si yo me caso con Barba Azul es por algo, es porque hay una fuerza instintiva que no está funcionando bien, una fuerza que sí funcionó en las hermanas mayores que dijeron: acá hay algo que no me cierra ¡! Pero esta mujercita ingenua, representa también en muchos casos nuestra propia alma ingenua, no adiestrada en el camino de la vida. El amor no es ingenuidad, el amor que todo lo cree es un amor que está de vuelta de esta experiencia y ya vamos a volver a esto – sobre todo en San Pablo, ya vamos a volver a este amor que todo lo cree que no es ingenuidad.
Ingenuidad es desconocimiento, no es trascendencia ni superación, no es aprender a luchar y conocer las armas, Aprender cuando hay que huir, cuando hay que enfrentar, cuando hay que gritar y cuando hay que serpentear o regatear. Cuando Barba Azul le advierte que el secreto ha sido velado, cuando descubre la llave que sangra, cuando Barba Azul descubre que ha sido develada su verdadera identidad de depredador, decide matarla, pega un grito, cambia su rostro, arrima su mano para hacerle una caricia y en cambio de la caricia la agarra de los pelos, es la maldad evidente. No has advertido vos esto en los procesos del mundo. Cuando por ejemplo algo comienza a ser una torpeza sutil… hay mal olor, sentís que algo no te cierra… lo ves en los procesos políticos internacionales, sospechas que hay un lobo vestido de cordero pero no terminas de darte cuenta hasta que, finalmente, cuando entra en estado de ebullición la maldad se hace evidente, descarada, torpe y se manifiesta todo el instinto asesino de la maldad.
Esto es lo que ocurre acá, Barba Azul ya no tiene nada que esconder, su rostro se transforma, su caricia se transforma en agresión, y la arrastra de los pelos a la esposa hacia la muerte.
Qué hace ella en este momento, ante el grito manifiesto de la maldad de Barba Azul? Ella le pide unos minutos para prepararse para la muerte. (el regateo, el retroceso, es fundamental) ha dejado de ser una mujer ingenua. No hace un ataque de histeria, no pretende enfrentar a este grandote con sus fuerzas físicas, en un instante todas sus alertas se ponen de manifiesto y toda su adrenalina comienza a dictarle que el único camino posible es el serpenteo, es la estrategia, es la inteligencia. Ya no es más una mujer ingenua, se ha desengañado de sus propias seducciones y utiliza la astucia. Sabe que tiene que tener un poco de tiempo para prepararse, en otras palabras, pide un poco de tiempo para armarse de valor con vistas a la batalla final.
Ese poquito de tiempo, es muy importante. En la realidad exterior, vemos que también se planean fugas, por ejemplo de prostíbulos, se planean fugas de ámbitos laborales destructivos, se planean fugas de conductas destructivas y adictivas. Se planean fugas de un amante destructivo, de un trabajo destructivo, del ámbito de una religión destructiva. Cuando uno toma conciencia, generalmente, violentamente, de la destrucción que ha llevado a cabo, tal o cual realidad, necesita un tiempo o ganar tiempo. Esperar el momento oportuno, echar mano a nuestros poderes y fuerzas interiores, antes de llevar a cabo un cambio interior. A veces esta inmensa amenaza del depredador basta, para que nosotros decidamos dejar de ser infelices, acomodaticios y adquiramos la celosa mirada del animal en guardia, del animal en vigilia. Qué es lo que hace un animal cuando está acechado por un depredador para ganar tiempo? Se esconde, cambia de color – de modo tal que adquiere la apariencia del exterior- retrocede buscando un lugar donde pasar desapercibido. Cuando una persona, tanto en el mundo exterior como en el mundo interior, comprende que ha sido presa de algo, es algo que golpea muy fuertemente la raíz de nuestro espíritu y aparece un cansancio increíble. Sin embargo, si bajamos los brazos, si nos dejamos llevar por el cansancio, si nos entregamos, sino planeamos la fuga, si no nos esforzamos por seguir adelante, somos hombres muertos. Para poder sobrevivir no tenemos que rendirnos al cansancio, ni al miedo, ni al susto. Cuantas veces hemos visto esto? Reacciones de estos musculosos hermanos mayores interiores que en el momento en que menos lo pensamos transforman este ser indefenso, pusilánime, cobarde, vulnerable, herido, en una fiera salvaje que decide decir basta. Y eso es salud, como es salud procurar desesperadamente ganar algo de tiempo para acopiar energía – como un resorte – para vencer las fuerzas depredadoras, ya sea que se trate de una relación, de una familia, de una cultura destructiva, de una secta, de una droga. Hay que acopiar energía, y ese tiempo puede ser quince minutos (como le pide ella), unos meses o un año, pero lo importante es que se camine hacia el BASTA. Ese: Por favor deja que me prepare para la muerte!
es en realidad, Me voy a preparar para la victoria ¡ y esta mujer, llama a los hermanos, que son los representantes de esa fuerza, de ese impulso que habita en nuestro corazón, que nos permite -cuando estas sano- crecer esa oleada de fuerza psíquica, intelectual y física que se produce en el interior del corazón, que convierte nuestros ojos, que nos lleva a recorrer en poco tiempo una larga distancia de verdades. No tener una visión integral de la vida, no tener una profunda perspicacia – que San Tomás lo llama Prudencia, como la madre de todas las virtudes – hay una prudencia que se cultiva.
La Prudencia no es el no hacer por las dudas. No tener voz original, tener miedo a la propia identidad, no querer escuchar la propia voz o no emprender las acciones decisivas suelen ser 4 errores de almas ingenuas, no del todo formadas, ni preparadas que abundan y sobre todo bajo el traje de la religión muchas veces, almas que han vivido en un verdadero frasco toda la vida, que no se animan a escuchar su propia voz interior, a escuchar su propia intuición, no se animan a hacer preguntas, a sentir curiosidad a ver lo que se tenga que ver, a oír lo que se tenga que oír, y a actuar de acuerdo con ello, que uno sabe que es verdad, almas no formadas, o bien almas que han recibido facultades intuitivas y formativas pero que por años y años de comodidad, de complacencia, de egocentrismo, de inercia, de evasión, de “mejor no te metas”, han ido cubriendo sus instintos vitales y su adhesión a la verdad por cenizas y cenizas y excrementos, porque bueno, en realidad no es el fin del mundo.
Este cuento nos invita definitivamente a abrir la puerta de la verdad – por muy dura que esta sea, a dejar de ser amables, con quienes no debemos ser amables, a dejar de tener dulzura en circunstancias en las que no cabe la dulzura, hay circunstancias para guardar el arma, otras para usarla. Hay un tiempo para la guerra y un tiempo para la Paz, y espero que puedas entender esto, adecuadamente.
El Espíritu Santo es espíritu de lucha, de fortaleza, así como también de paz y de Serenidad. Es Espíritu de sabiduría, conocimiento, de entendimiento, no de una ingenuidad infantil, Cuando nuestra naturaleza espiritual está fuerte, identifica rápidamente la presencia depredadora a través del olfato, de la vista y del oído espiritual del alma. Nos anticipamos a su presencia, lo oímos y adoptamos medidas para rechazarlo, pero cuando nuestra naturaleza espiritual esta lesionada o acomodada, o adormecida, no vigilante. Que linda imagen la de Jesús, la de las vírgenes que vigilan… las vagas, las que no tienen aceite en sus lámparas, y las vigilantes que previeron la demora del novio y por lo tanto vigilan y tienen sus lámparas encendidas, este elogio a la vigilancia, tiene mucho que ver con el cuento del Barba Azul.
Cuando nuestros instintos espirituales están lesionados o adormecidos, el depredador se acerca y no advertimos su presencia. No tenemos instintos para darnos cuenta y comenzamos a dudar y a hacer propios sus versos, sus discursos y nos encanta escucharlo hablar. Por esa razón este cuento viene a animarnos a sacudirnos la modorra, a salir de esa culpa que nos ata, mal si lo hago o mal si no lo hago, Animarnos a escuchar nuestro propio corazón o pedir ayuda si estamos en una situación de mayor emergencia. Pero es importante que dejemos de negar y de mirar para otro lado, No digamos más no tengo talento, no soy importante, no tengo ideas, no se hacerlo, no se como, no tengo tiempo, no tengo estudios. En estos casos siempre estamos frenando un impulso que gime en nosotros que grita en nosotros. Hay momentos en los que hay que saltar confiando en que el paracaídas se va a abrir, espero que hoy, en el día del Sagrado Corazón de Jesús, él nos enseñe a escuchar el corazón profundo de nuestra alma, su latido profundo, sus deseos mas hondos, sus convicciones más verdaderas.
En el día del Sagrado Corazón de Jesús, un Corazón que nunca claudico a la Verdad nos bendiga a todos y nos enseñe a enfrentar al depredador interior o exterior.
Participa
Radio María