05/11/2020 – Josefina Gómez vive en la ciudad bonaerense de Coronel Pringles junto a su familia. “Tengo 41 años y estoy casada con Gerardo hace 18. Tenemos 3 hijos: Santiago, Gonzalo y Delfina. Siempre soñé con formar una familia numerosa”, dijo. “En mi familia de origen somos 6 hermanos, yo soy la quinta. Mi madre vive en Pringles y mi padre falleció hace 5 años a causa de una enfermedad terminal. Lo extraño mucho aunque se que él está conmigo todos los días de mi vida. Éramos muy compañeros con mi papá. Él siempre tuvo un bar donde compartía horas con sus clientes y amigos. Allí me crié, entre charlas, risas, asados, cumpleaños, cartas y copas. Todos eran bienvenidos”, recordó Josefina.
“De chica asistí al campito scout, fui caravana, guía del sol y guía mayor. Recuerdo muchas cosas vividas en el campito de los scouts en Pringles. Los campamentos, las misas al aire libre, las escaladas, las charlas con mi dirigente. De esa forma me fui formando en la fe como algo natural, algo que sentía y disfrutaba”, agregó.
“Cuando crecí me fui a estudiar Trabajo Social a Buenos Aires pero al poco tiempo me volví a mi ciudad porque extrañaba, no me sentía bien. Entonces comencé a estudiarla carrera docente, me recibí y al poco tiempo me casé. Hice algunas suplencias y en el medio perdí mi primer embarazo que fue bastante traumático ya que era de 24 semanas. Fue un golpe fuerte para mí, pero gracias a Dios con toda la familia pudimos salir adelante y volver a intentarlo. Unos meses más tardes llegó Santiago a nuestra nuestras vidas, nuestro primer hijo tan deseado. Luego llegó Gonza, otro momento de plena felicidad, como lo fue también el nacimiento de Delfina. Comenzó también la época del jardín y luego la escuela. Desde ese momento me dediqué a mis hijos, a colaborar con las cooperadoras en ferias, bingos o caminatas. Siempre me gustó estar con la gente, relacionarme y hacer algo por los demás”, sostuvo Gómez.
“Desde el año pasado, que me invitaron a formar parte de Caritas, en mi parroquia coordino con tres chicas más el emprendimiento “Con Sentido”. Se trata de un grupo de mamás vulnerables, asistidas por Caritas, en riesgo de exclusión social. Ellas cosen y tienen un espacio de contención. Desde marzo que empezó la pandemia estamos realizando tapabocas , bolsas y telas enceradas . Los vendemos en los comercios locales y ahora estamos empezando a vender en la zona. Ellas obtienen una parte de la ganancia y con el resto compramos insumos para volver a hacer más elementos. El proceso de elaboración se da en un espacio de encuentro e intercambio con otras mamás aprendiendo a desarrollar sus capacidades y estableciendo nuevas relaciones que intentas favorecer su autoestima y plantear nuevos horizontes”, dijo Josefina.
“Intentamos además elaborar productos que ayuden al cuidado del medioambiente, buscamos tener el menor impacto en ese sentido, reciclando telas o hilos. Y alentando al consumo responsable generando hábitos de reutilización. Promovemos el cuidado de la casa común de la que habla el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si. “Con Sentido” me llena el alma, me da fuerzas para seguir. Me acercó más a Jesús. Con las chicas además de la costura, que empezó siendo una excusa, compartimos momentos de charlas profundas, compartimos los problemas diarios que se van presentando, hablamos de los hijos, la familia, hablamos de María como ejemplo de madre y de mujer”, sintetizó.
Por último, Josefina compartió esta sencilla oración misionera:
Espero de este grupo hermoso
felicidad, unión, entrega, dignidad, confianza.
Y agradezco el llamado de Dios para esta misión tan importante
que me puso en el camino.
Sé que soy instrumento y lucharé para lograr potenciar
y contener a estas mamás.
Dios, ayúdame a ser de bendición a los demás,
que en cada corazón yo pueda sembrar tu amor.
Amén.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar | Incrustar
Suscríbete: RSS