05/08/2022 – Junto al padre Francisco Palacios continuamos profundizando en los textos evangélicos que detallan los encuentros de Jesús, en este caso, con los diez leprosos:
“Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: “¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!”. Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Y en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. Jesús le dijo entonces: “¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?”. Y agregó: “Levántate y vete, tu fe te ha salvado”. (Lc 17,11-18).
El padre Palacios comenzó realizando un pantallazo de todo el capítulo 17, donde se encuentra este pasaje, a la vez que nos compartió el contexto histórico y geográfico en donde se produce este encuentro:
“Es interesante descubrir cómo el Evangelio de Lucas es el único que tiene el pasaje del encuentro de Jesús con diez leprosos. En los otros tres Evangelios no está esto, encontramos sí a un leproso que le dice a Jesús ‘Si quieres puedes limpiarme’ pero encontrarse con una comunidad enferma, una comunidad marginada de esta naturaleza, Lucas es el único que lo pone en su palabra”.
“Entre ellos, motivándose, uniéndose a una sola voz y manteniendo el respeto por Jesús, a la distancia le imploran algo que Jesús tiene en abundancia, divina, infinita: Le piden que tenga misericordia”.
“No sabemos hasta qué punto eran conscientes estos leprosos de quien era su interlocutor. Simplemente lo llaman ‘Maestro’ e invocan su misericordia.”
El p. Francisco Palacios es párroco de “Nuestra Señora Madre de Dios y Madre de la Iglesia” de Córdoba