El Excluido

sábado, 4 de abril de 2009
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  Entrevista a Stella Maris Vera, Lic. en Psicología, especialista en Psicología Clínica, Terapeuta gestáltica, Miembro del equipo de la doctora Adriana Nanashneim, fundadora y exdirectora del Instituto Gestáltico de Córdoba, Fundadora y Directora del Centro de Psicoterapia gestáltica “Tendiendo Puentes” y docente en la facultad de Psicología de la UNC

 

            Una realidad lamentablemente frecuente en las familias es que hay algún miembro excluido: excluido del ámbito afectivo, emocional, del ámbito propiamente doméstico cotidiano.

            Esto nos remite al tema del “chivo expiatorio”, expresión que proviene de un antiguo culto del pueblo de Israel. El chivo es el macho joven de la cabra, y expiar significa purificar las culpas por medio de algún sacrificio. ¿De qué se trataba ese ritual? Mediante el azar se elegía un chivo para entregar a la figura de Yahvé en sacrificio. Durante el rito era sacrificado por el sacerdote. Al otro chivo se lo escogía para cargar con todas las culpas que el pueblo tenía, y era entregado a lo que era más o menos un demonio (Arzazel?). Este último era abandonado en mitad del desierto acompañado de insultos y de pedradas.

 

            Esa misma expresión de “chivo expiatorio” se ha utilizado y se utiliza, sobre todo a través de la investigación psicológica. Muchos investigadores han usado esta designación para explicar un fenómeno que se da en los grupos humanos a través del cual alguien, de alguna manera, ‘paga’ las culpas de la mayoría. Se proyectan sobre una persona, a través de mecanismos, las culpas del grupo en cuestión (puede ser una familia, una sociedad, un pueblo) y en esa persona recaen todos los males y todas las culpas. Algo habrá que tenga esa persona que la hacen más apta para esa proyección, para esa ‘inculpación colectiva’. Por esa razón, generalmente se lo excluye, se lo aparta, se lo maldice, se lo maltrata, etc etc etc

 

            Probablemente tenga que ver con esto el hecho de que en muchas familias haya un excluido, un expulsado, alguien de quien no se habla. Un ejemplo que recuerdo es el de una familia de militares que tenían dos hijos. Uno de los hijos, fiel al padre, continúa la carrera militar, el otro se hace subversivo. Yo era amiga del hermano militar, y después de mucho tiempo me enteré que tenía un hermano del que no se podía hablar en la casa. Ese hermano, literalmente, había “muerto”: era el innombrable, lógicamente porque había elegido el camino opuesto a los valores, a los paradigmas que regían en la casa.

            Otro ejemplo, -frecuente en el ámbito en el que me manejo-: en el matrimonio muere la esposa. El papá se casa nuevamente, y de la primera esposa no quedan ni rastros: ni fotos, ni se la nombra, y durante años se la tiene en una especie de ostracismo a esa madre difunta, incluso para los propios hijos, que tienen que hacer un esfuerzo muy grande para poder recuperar la memoria de su madre biológica, porque la necesidad de la madre adoptiva era borrar la presencia de la madre biológica de cualquier manera.

            Habrá muchos mas ejemplos para ilustrar lo que es el excluido en el seno de una familia. Para eso estamos con Stella Maris Vera

 

GL:       Ha sido Pichón Riviere quien describe los distintos roles que las personas adoptan en un grupo, donde está el rol del “chivo expiatorio”. Esto es interesante para que cada uno se pregunte qué rol cumple dentro de un grupo. ¿Cuáles son los roles que él describe dentro de los grupos?

 

SMV: Pichón Rriviere describió cuatro tipos de roles que suceden en los grupos. El trabajaba con los grupos operativos –y la técnica del grupo operativo es muy usada-, en donde el chivo expiatorio sería la persona que carga, – más que decir ‘culpa’, que es una palabra si se quiere religiosa- las proyecciones: lo que uno no quiere o no puede ver de uno mismo, entonces le aparece en el otro y se enoja con eso que le aparece afuera. Otro rol es el saboteador del grupo, que sería  el opositor, el que no está de acuerdo con las cosas. El otro rol es el líder que es quien marca la tendencia, quien dirige las cosas, y el otro es el coordinador que tiene que ser alguien que esté contactado con la necesidad de todos, el que vela por todos, un mediador continuo.

            Generalmente un grupo se arma con un objetivo común, algo que los junta, y estos roles se empiezan a dar naturalmente. El problema, cuando los grupos persisten en el tiempo, es que los roles estén fijos. Sería bueno que la gente pudiera alternar roles

 

GL: Hablamos de roles que las personas no asumen siempre explícita y conscientemente. El de líder es un rol que puede ser públicamente explicitado, pero difícilmente en un grupo alguien asuma explícitamente el rol de chivo expiatorio.

 

SMV: Sí, es así. El rol de líder, a veces es un rol que se da naturalmente, otras veces es un rol impuesto. Pero el de chivo expiatorio es un rol que uno lo ejerce inconcientemente. Hay personas que están como más expuestas a eso porque por ejemplo, el chivo expiatorio es alguien que carga lo negativo, todo lo que los otros no quieren tener, se lo ponen a una persona del grupo.

 

GL: El chivo expiatorio es “una forma” de ser excluido. Hellinger, otro autor muy importante dentro de la psicología, le da muchísima importancia al excluido. ¿qué dice el?

 

SMV: El trabaja con los grupos y los sistemas, pero hay una diferencia con Pichón Riviere, y es que él va a trabajar con los grupos y los roles de lo que sucede ahora en este grupo. Es una terapia trans-generacional. Entonces él tiene otro concepto. Dice que lo que pasó y no se resolvió o se excluyó sigue quedando en las familias –pasa con todos los grupos, no solo con la familia, pero ahora vamos a hablar de esta- porque cada grupo, cada familia, tiene un alma. Y lo que al alma familiar le interesa es que estén todos los que pertenecen a esa familia, que todos sean reconocidos. Al alma familiar no le interesa si son buenos, malos , prostitutas, homosexuales, ladrones… Le interesa que estén todos los que son parte de esa familia, que sean reconocidos y tengan un lugar. Entonces al que no se le dio un lugar (por ejemplo, una tía que era medio loca y deshonraba a al familia, entonces de ella no se habla, o tal otro era un delincuente, o este estudió algo que no me gustaba, etc). Ante esta situación, el alma familiar se inquieta, se pone mal y va a seguir buscando al excluido. Entonces , si en la etapa de mis bisabuelos hubo un excluido, eso no se evapora, sigue estando, y va a venir otro de la generación que sigue a hacerse cargo de ese rol de esa persona que no se reconoció en un intento de que se reconozca.

 

GL: ¿De qué manera va a intentar que se reconozca?

 

SMV: Es totalmente inconciente y se da aunque no lo conozcas. Entonces te vas a encontrar por ejemplo con que una bisabuela no fue reconocida, fue excluida por ser prostituta, que nunca mas se habló de ella, que es un “secreto familiar”, después aparece en una bisnieta que es prostituta.

            Nosotros tuvimos por ejemplo un caso de una criatura que hacía todos sus dibujos en negro. Entonces comenzamos a hacerle un juego de fantasía que hacemos en terapia Gestalt, preguntábamos qué cosas te parece que son eso que pintás de negro. Era un cajón. Y qué tiene el cajón? Tiene una mujer adentro, muerta. Entonces la terapeuta le dice: a los muertos hay que enterrarlos, Enterrémoslo. Hicimos todo un rito, enterramos el muerto. Después llamamos al padre y le contamos lo que sucedía. Y le preguntamos ¿hay alguna muerta? El nos dijo que su abuela se había suicidado entonces de ella nunca se habló más nada. El chico  nunca la había visto, pero traía a esta abuela dibujando todo negro y estando mal él, estando deprimido. Acá no solo se excluía a la abuela: se excluía el hecho. En el sistema familiar, uno no solo excluye personas, también excluye hechos. Aquí por ejemplo se excluye el hecho del suicidio. Otras veces no se reconocer la muerte de alguien. Son demasiado dolorosos, entonces se niegan: no fue, no existió. Esto se calla. No se habla de esto. Al trabajar todo esto con el padre, al hablar de este tema. Al reconocer a esta abuela, al darle un lugar, la situación se fue resolviendo.

 

            Cada uno consigo mismo también hace esto de “excluir” ciertos aspectos que no le gustan. Por ejemplo, soy egoísta y esto no me gusta. Entonces lo saco de mí: yo egoísta no soy.

 

            En resumen: el excluido no solo es una persona. También pueden ser hechos, pueden ser aspectos de la propia vida o de la vida de una familia, algo deshonroso, algo humillante, desagradable, negativo como puede ser una violación, muchas veces los embarazos, hijos que fueron dados en guarda, o hijitos que crecieron con su mamá pensando que era su tía porque le mintieron, o le hacen creer que la que es su hermana es su madre. Al decir de Yung, se ‘deposita’ en una especie de sombra. Pensamos que esa sombra no existe, pero esa sombra opera, ensombrece.

DONDE ESTARÁ MI PRIMAVERA (Marco Antonio Solis)
Yo te debo tanto, tanto amor que ahora,
te regalo mi resignación.
Sé que tú me amaste, yo pude sentirlo.
Quiero descansar en tu perdón.
 
Voy a hacer de cuenta que nunca te fuiste,
que has ido de viaje y nada más.
Y con tu recuerdo, cuando esté muy triste,
le haré compañía a mi soledad. 
 
Quiero que mi ausencia, sean las grandes alas,
con las que tú puedas emprender
ese vuelo largo, de tantas escalas,
que en algún lugar puedas perder.
 
Yo aquí entre la nada voy a hablar de todo.
Buscaré a mi modo continuar.
Y hasta que los años cierren mi memoria
no me dejaré de preguntar:
 
¿Dónde estará mi primavera? ¿Dónde se me ha escondido el sol,
que mi jardín olvidó, y el Alma me marchitó?

 

SMV: Otros hechos de los que tampoco se hablan, además de los que ya mencionamos, son los incestos, ni la gente que los padeció se anima a contarlo.

 

GL: Y lo increíble es que en muchos casos, todo el mundo de alrededor sabe de estos hechos, pero nadie lo puede decir.

 

GL: ¿Por qué el “alma familiar” se inquieta cuando alguien es excluido? ¿Por qué ese ‘celo’ por no excluir a nadie o nada?

SMV: Bert Hellinger fue sacerdote misionero en Africa, trabajó mucho con grupos de zulúes, trabajó mucho con dinámica de grupo, después se fue formando en psicoanálisis, terapia Gestalt, terapia primal y terapia familiar sistémica. Al final vuelve al grupo familiar. Entonces empieza a hacer observaciones. Esto que él hace no sería una “teoría” en el estricto sentido de la palabra, sino observaciones en su trabajo. Todo eso que observó y fue anotando es lo que él llama “los órdenes del amor”, porque descubre que el amor es muy importante, pero no es suficiente si no existe un ordenamiento natural, de la naturaleza, ecológico (es decir, no impuesto), y si uno se mueve por ese lugar, el amor fluye. Y si no, el amor se traba.

            El comenzó a observar los grupos, y vio que cada grupo tiene como una identidad, que es lo que él llama “alma familiar” o conciencia de grupo, que regula las relaciones. En la vivencia, las personas lo sienten como inocencia o culpa. Cuando respeto las reglas de mi familia, cuando pertenezco, soy inocente. Y cuando hago algo por lo cual mi pertenencia está amenazada, me siento culpable. Ejemplo: si hago algo que a mi mamá no le gusta, surge el miedo a que mi mamá me eche de la familia: no pertenezco a esta familia y ahí me siento culpable.

            Esta entidad, que no es tangible, que es el alma familiar, regula estas relaciones y hay ciertas pautas en la regulación. Una pauta es la pertenencia: que todos pertenezcamos, otra es las relaciones, otra el equilibrio entre lo que uno da y lo que uno toma, y la otra es el respeto por las reglas. Todo esto sucede en un grupo. Lo que más le importa al grupo, es que estén todos los que forman parte de este grupo, es decir que a todos los que forman parte de este grupo se los respete como tales sin importarme que me guste o no, porque el alma no se guía por la lógica intelectual.

            Nosotros, en un terreno mental, funcionamos de forma binaria (si-no, blanco-negro, bueno-malo. Dios y el diablo). En el alma, eso no funciona así: en el alma está todo bien. El alma se guía por el todo, por la unidad, y en la unidad el bien y el mal están juntos

            Cuando yo actúo en forma binaria, ¿qué pasa? Me quiero quedar con lo bueno y lo malo se lo echo a otro. Siempre estoy eligiendo una cosa y excluyendo otra.

 

 

HASTA CUANDO Diego Torres

Mi cabeza da vueltas de tanto pensar
Y yo sigo parado en el mismo lugar
Es que me he dado cuenta que el tiempo no regresa
Y los que se han ido ya no volverán jamás

Recuerdos que añoro de algo que perdí
Caricias y besos que yo ví partir
Si algo mas me olvido, es que no estas conmigo
La vida no es lo mismo si ya no estas aquí

Hasta cuando la tristeza vendrá por mi
Hasta cuando me seguirá sintiendo así
HAsta cuando las heridas y el dolo que no termina
Hasta cuando seguiré sintiéndome así

Ya no encuentro razones para respirar
Malditos errores que me hicieron mal
Y cuanto mas me pregunto no encuentro la salida
En esta vida ya no me quiero lastimar

Detrás de ti un abismo del que no puedo salir
Ya no quiero mas seguir viviendo así


GL:  Los órdenes del amor, para que el amor fluya, son: el respeto por las reglas, los vínculos, el sentido de pertenencia y el equilibrio entre lo que doy y lo que tomo.. Si un miembro de una familia no respeta las reglas sean ideológicas, afectivas, etc., es desequilibrado entre el recibir y el tomar –recibe mucho y no da nada- , no alimenta los vínculos y no da muestras de tener sentido de pertenencia ¿no cabe la exclusión como por ejemplo ser menos amado, ser expulsado de la casa, o algún tipo de sanción que la familia le pone? La exclusión ¿no sería la forma de mantener la vigencia de las normas del grupo? ¿no es bueno que se lo excluya?

 

SMV: Ahí estás hablándome en dos niveles. Un nivel es el de la conducta, el otro es el del alma. En la conducta y en las relaciones está bien que uno se cuide, por ejemplo cuando alguien que da mucho y toma poco, o uno que se aprovecha de otro. Todas estas cosas habría que tratar de equilibrarlas, porque genera un desequilibrio en el grupo. Todo esto tiene solución cuando uno lo detecta. Pero hay situaciones muy graves, como casos de violencia familiar, en que no se puede poner en riesgo la vida. Entonces a la persona violenta se la separa. Pero una cosa es separarlo en la conducta y otra cosa es sacarlo del alma: esa persona violenta –si era mi papá  por ejemplo- sigue siendo lo que es: mi papá, y lo respeto como tal aunque no entienda por qué es así. Entonces por un lado lo separamos, pero no lo excluimos: sigue siendo parte del grupo y de mi vida.

 

GL: En el tema de los hijos de desaparecidos, cuya historia les fue negada. También en muchos casos de adopción se les niega la historia, se les miente en cuanto a su verdadero origen biológico. Eso ¿también es un caso de exclusión? Porque se le excluye al hijo la posibilidad de su incorporación al alma familiar biológica.

 

SMV: Seguramente que sí. Y ahí se ve mucho eso de que los niños comienzan a hacer cosas que nadie sabe por qué, y son cosas que traen de sus padres biológicos: conductas, comportamientos, reacciones. ¿Qué quiero decir con esto? Que en el alma es imposible excluirlos. A los hijos de desaparecidos o a los hijos adoptados que los padres adoptivos no les dijeron la verdad, a quienes se ha excluido es a los padres biológicos. Y esto va a traer después consecuencias en el sistema, y mientras más graves sean las cosas, más generaciones se arrastran. Las exclusiones más graves perduran por más tiempo

 

GL: ¿Qué pasa cuando hay un secreto familiar, es decir, cuando algo no se ha dicho? Pueden ser casos como los que mencionamos.

 

SMV: Hay secretos que sirven para vivir, es decir, que alguien se los calló y estuvo bueno que así sea. Y además es difícil saberlo, porque muchas veces los secretos se mantienen en secreto y no se manifiestan.

 

GL: Serán ejemplo de esto los secretos que no excluyen sino que integran, que preservan del odio

 

SMV: Sucede por ejemplo cuando en las guerras las mujeres quedan embarazadas de algún contrario, entonces era mejor que al hijo no le dijeran quién era el padre porque si llegaba a saber lo mataban o lo ponían preso. Entonces se omitió algo para salvar la vida del hijo.

            Distinto es decirle, como el ejemplo que dábamos hoy, que la madre no es la madre sino la hermana. Esto es terrible.

 

GL: ¿Y qué pasa con esos secretos? ¿cómo operan dentro de la familia?

 

SMV: Lo que pasa en esos casos, es que el que vive de esa manera no vive bien y no sabe por qué. Por ejemplo: un chico adoptado vive enojado con sus padres adoptivos, no les hace caso, se pone agresivo. Y cuando uno comienza a trabajar con ellos se da cuenta que esa agresión es la agresión natural que tiene cualquier chico con el abandono. El chico no sabe por qué está enojado, y resulta que el enojo era por haber sido abandonado. Es decir, a nivel conciente él no lo sabe, pero lo manifiesta y lo descarga con el padre adoptivo. Si el chico supiera la verdad, puede direccional ese enojo con quien en realidad era: se enoja con quien lo abandonó y se enoja con el abandono. Ahí lo que se había omitido, se había mantenido en secreto, se habían excluido era el hecho del abandono, y las personas que lo abandonaron. Cuando esto es reconocido, el chico va a tener un tiempo donde va a estar enojado, pero no se va a sentir loco. Va a saber que está enojado con esto y lo va a poder resolver. Va a poder decir “esto ya pasó, y ahora le puedo agradecer a mi madre adoptiva el haberme acogido, cuidado”.

 

GL: Cuando las cosas adquieren sentido, dejan de ser amenazantes. Porque no hay nada peor que sentirse mal

 Y no saber qué le pasa a uno.

 

SMV: Entonces el daño de los secretos está en que la persona tiene cosas, le pasan cosas, que no sabe dónde ponerlas y a dónde dirigirlas.

 

LLEGAREMOS A TIEMPO

Si te arrancan al niño, que llevamos por dentro,
Si te quitan la teta y te cambian de cuento
No te tragues la pena, porque no estamos muertos
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Si te anclaran las alas, en el muelle del viento
Yo te espero un segundo en la orilla del tiempo
Llegarás cuando vayas más allá del intento
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo

Si te abrazan las paredes desabrocha el corazón
No permitas que te anuden la respiración
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
Que la vida son dos trazos y un borrón.

Tengo miedo que se rompa la esperanza
Que la libertad se quede sin alas
Tengo miedo que haya un día sin mañana
Tengo miedo de que el miedo, te eche un pulso y pueda más
No te rindas no te sientes a esperar.

Si robaran el mapa del país de los sueños
Siempre queda el camino que te late por dentro
Si te caes te levantas, si te arrimas te espero
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Mejor lento que parado, desabrocha el corazón
No permitas que te anuden la imaginación
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
Que la vida son dos trazos y un borrón.

Tengo miedo que se rompa la esperanza
Que la libertad se quede sin alas
Tengo miedo que haya un día sin mañana
Tengo miedo de que el miedo te eche un pulso y pueda más
No te rindas no te sientes a esperar.

Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendo
Si disparan por fuera y te matan por dentro
Llegarás cuando vayas, más allá del intento
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

EN ESTE ÁNGELUS, PIDAMOS AL SEÑOR LA GRACIA DE INCLUIR NUESTRA HISTORIA, LO QUE OCURRIÓ, LO QUE FUE, SEA LINDO O FEO. SI NO SE PUEDEN INCLUIR EN LA REALIDAD, INCLUIRLOS EN EL CORAZÓN, EN EL RECUERDO, Y HONRAR LA PRESENCIA DE LAS PERSONAS A TRAVÉS DE LAS CUALES SE NOS FUE COMUNICADA LA VIDA.

 

EL NIÑO QUE FUI

Estuve buscando en mi arca interior, la que guarda en mi los recuerdos,

estuve mirando el niño que fui, aquel que soñaba despierto.

 

Trajín de la vida me trajo hasta aquí, de tanto correr nunca vi,

que estaba llorando el niño que fui, que siempre me hablo y nunca oí.

 

Donde han quedado los sueños, en que ruta los perdí,

quien ha cerrado las puertas que me llevan a mi jardín,

donde han quedado los sueños, pregunto al niño que fui,

quizás el tenga la llave del cofre que no puedo abrir.

 

Estuve buscando a mi niño interior, en un rincón lo encontré,

corriendo a abrazarme, llego y me dijo, porque te alejaste de mi,

te pido perdón conteste, estaba tratando de huir,

 

Los oyentes participan

 

Yo siento que en mi familia me dieron ese rol de chivo expiatorio, pero también me siento identificada con el saboteador ¿pueden ir juntos esos dos roles?

 

SMV: Sí, pueden ir juntos, porque el chivo expiatorio es alguien que siempre sufre, porque le cargan, le proyectan las cosas negativas. Entonces por ejemplo, si en una familia hay alguien que es más agresivo, carga con la agresión de toda la familia: él es la ‘oveja negra’. Entonces, el que tiene ese rol sufre, y más de una vez quiere sacarse ese peso de encima, y entonces puede ponerse en el rol del saboteador

 

          Cuando yo era chica, muchas veces mi mamá nos hacía cómplices de cosas que ‘no se podían contar’, y como decía mi papá, ‘todo lo que no se dice hace mucho ruido adentro. Con la terapia que estoy haciendo se fueron develando varias incógnitas. Creo que es totalmente insano cuando padres o familiares hacen cómplices a los niños o adolescentes

GL: Esto es lo que justamente quisimos sacar a la luz: la posibilidad de enfrentar. Fue magistral la película “De eso no se habla”. Lo que pasa es que se termina ‘hablando a los gritos’ pero a través de síntomas que enferman.

 

          Mi pareja nos dejó a mi y a mi hijo. No puedo entender por qué se fue. Hace 4 meses que no ve a su hijo y no llama. Yo estoy tratando de refugiarme en Dios.

GL: Aquí es alguien que vive el abandono. El abandono es una forma de “partida” (aunque no sea la partida de la muerte) Pero como decía Facundo Cabral, ‘si lo llevamos vivo en el alma, de alguna manera no partió. Si están presentes en nuestro corazón es una forma de que sigan presentes en nuestra vida’ ¿algún abordaje para esto?

SMV: No  pretendo que sea una santa como la mamá de Facundo Cabral, esa que decía “nunca culpes a tu padre. Es el hombre que amé y sigo amando”.

                Para los hijos sería bueno que la mamá no excluya al papá, que lo reconozca sea como sea. Y con ella, va a tener que ver qué pasa porque el abandono no ha sido con ella sino con los hijos. Pasa muchas veces que las mamás nos sentimos identificadas con los hijos, y usamos los hijos como chivo expiatorio: vemos en ellos aspectos que son nuestros. Una persona grande no es una persona abandonada porque puede hacer algo y salir adelante. Los chicos sí fueron abandonados, pero para ellos sería bueno que la mamá no junte rencor y se lo pase a los chicos-

GL: Lo que pasa es que la madre ama al hijo. Alguien que le hace daño al hijo, de alguna manera también le hace daño a ella.  Quiere para su hijo lo mejor. Cuando ve que alguien no le da las cosas a su hijo se enoja.

SMV: Ese es el punto: que se enoja. Nos enojamos y utilizamos a los hijos. El recurso femenino es: ‘yo soy la buena, ahora los hijos se quedan conmigo, me quieren a mi, y a ese desgraciado ni lo miran’. Entonces el problema no es que la mamá se sienta mal porque le hicieron daño al hijo, sino que se enoja, y ¿qué va a hacer con el enojo? Esta oyente es eso lo que tiene que ver: qué va a hacer con el enojo que ella tiene con el marido que se fue. Tiene que resolver ese enojo. Tiene que llegar a ver cuál fue la causa real por la que se fue. (traigo un ejemplo de una paciente que le había pasado algo similar: el marido de golpe hizo un golpe psicótico y se fue, es decir , se fue y no fue una cosa que hiciera con responsabilidad y a propósito: se enloqueció y desapareció). Entonces ¿con qué te enojás?

 

          Un hijo fruto de una violación ¿puede ser ejemplo de un “secreto para la vida”?

 

SMN:  Puede ser que sirva para la vida, porque si se lo digo puede que el hijo canalice ese odio vengándose. Ahí sí serviría para la vida

 

– La película “La vida es bella” es un hermoso ejemplo de secreto por la vida, porque el le oculta al hijo que está en un campo de concentración, le hace creer que está en medio de ‘un gran juego’ y de esa manera lo salva.

 

          ¿Cómo integrar a un hijo con sus hermanos producto de una relación extramatrimonial?

SMV: Hay un excluido que siempre está excluido y que es un poco más divertido, y que son los amores, las primeras parejas de las parejas actuales, los “ex”.  Entonces también hay un excluido de quien no se habla, por ejemplo, una novia que papá amó mucho y vos ni te enteraste, pero resulta que después empezás a tener problemas con tu marido que son muy parecidos a los que tenía tu papá con esa novia. El excluido es ese amor, y es muy común eso.

                Lo que pregunta esta oyente: ella dice ‘¿cómo integrarlo con los hermanos’

¿’. Y está preguntando por los hijos, pero la primer cosa para que se integren los hermanos, es que los padres reconozcan al padre, o la madre de esa relación extra matrimonial.

                Supongamos que yo me entero ahora que mi esposo en una relación extra matrimonial tuvo un hijo que quedó por ahí. El primer movimiento para que mis hijos puedan reconocer al hermano es que yo reconozca, y respete, y honre a la mamá del chico. Que reconozca su existencia y acepte que ella también es parte de la familia. Eso no es “conductual”, no implica que la traiga a mi casa. Es del interior: dentro de uno hay que hacerle un lugar

 

          En mi familia se van repitiendo casos de infidelidad ¿cómo se puede evitar que se sigan repitiendo en las sucesivas generaciones?

SMV: Esas son cosas que se trabajan en las terapias de cada caso. Tal vez de manera general se pueda decir que un método es ponerse a ver en el árbol genealógico cómo eran las personas para encontrar coincidencias.

 

          Mi esposo no corta el cordón umbilical con sus padres. Cada vez que les pasa algo, eso es más importante que nuestra propia familia.

SMV: Eso es interesante, porque cuando uno se casa, se casa con el marido y con su familia. No hay que “excluir” a los suegros

 

          En mi familia tengo un hermano drogadicto en situación de calle. Acá tengo un hijo adolescente que parece ser el chivo expiatorio de todos en casa, por lo que ruego al Señor me ilumine y lo ilumine. Mis suegros, m is papás y otras personas ven en mi hijo a mi hermano. Yo creo que no. Duele mucho.

SMV: Puede ser allí que haya mucha identificación y va a ser dañino para el hijo

 

          ¿Es bueno que los hijos sepan de la violación de su madre de niña?

SMV: En algún momento es una cosa buena hablar, sobre todo si las hijas son mujeres, porque si no todo lo que se tapa después sale por otro lado.

GL: Cuando se hablan estos temas ¿cómo se tienen que hablar?

SMV: Hay que tener mucho cuidado, no hacerlo forzado, ni ir a vomitarlo para sacarse algo de encima. Generalmente son cosas muy dolorosas. Cuando uno las habla se tiene que abrir a ese dolor.

 

          ¿Cómo hacer cuando mi ex marido no les dedica tiempo a los hijos porque no aceptan a su nueva mujer?

 

SMV: En ese caso primero es una tarea de las dos mujeres: la primera tiene que reconocer que ella no está más y hay otra. Y la actual tiene que reconocer que hubo una primera, y que la primer mujer siempre va a ser la primera. Las mujeres somos muy celosas, lo queremos todo para nosotros y no queremos reconocer que ‘antes que yo hubo otra’, con la otra tuvo hijos, y la otra sigue estando.

GL: conozco el caso de una familia que excluyó a la primer mujer que fue madre biológica de los hijos. La primera muere en un accidente y borran prácticamente  su memoria, ni siquiera hay fotos en la casa. La madre adoptiva asume en plenitud el rol de madre sobre la base de esta verdadera exclusión

SMV: Te voy a contar un cuento: el de “La bella durmiente” Había un hada que no había sido invitada a la fiesta y fue la que la maldijo: le dijo ‘vos te vas a morir a los 15 años’, después vino otra y le dijo ‘no te vas a morir, vas a dormir’ Esa hada que no fue invitada a la fiesta ¿sabés quién fue? Fue la primer mujer del rey. Nadie hablaba de ella. Fue la excluida, y fue la que maldijo a la hija. Entonces la exclusión de las primeras parejas, más cuando han tenido hijos, pueden tener consecuencias muy feas en la familia

 

  ¿Cómo puedo ayudar a mi esposa que fue abusada de chiquita por muchos años por su padrastro y ella está muy lastimada?

 

SMV: Es muy doloroso. Lo único que se me ocurre rápidamente es que vos no generes odio contra ese padrastro. Lo otro es un trabajo de ella, por eso en este caso es muy difícil ayudar a la pareja.

 

– Tengo 72 años. Toda la vida llevé algo sobre mis espaldas que no sabía qué era. Desde chica me interesé mucho por las cosas de la familia, hasta que supe a los 12 años que mi bisabuela que dacían que había muerto muy joven y dejado hijos huérfanos y en realidad había sido echada por el esposo por una sospecha de infidelidad. Yo no pude sacarme más de la memoria esa persona.

 

GL: Quiero hacer una aclaración por un mensaje de un oyente: las constelaciones familiares en uno de los métodos de abordar esta problemática. Obviamente no es la única. Pero aclaro que nosotros no estamos abordando las distintas metodologías terapéuticas sino la temática del excluido o lo excluido. No obstante esto, le vamos a preguntar a Stella Maris sobre esto.

 

SMV: Las constelaciones familiares es una técnica para trabajar. No tiene que ver con esto de los excluidos. Hay un libreo que se titula “Ay, mis ancestros” de Juselin Berguer, que aborda lo mismo pero desde la perspectiva psicoanalítica, es una metodología que tiene menos connotaciones mágicas. Yo soy una persona que viene de la ciencia occidental y cristiana. Hay un biólogo que habla de los campos morfogénicos. Esta sería la explicación científica del método. Es una cosa muy concreta. Y una explicación que a mi me encanta es que esto prueba que nosotros no estamos solos. Hay un campo de información que se transmite de inconciente a inconciente, por eso funcionan las constelaciones, y ese es el fundamento de esto que tiene que ver con los campos morfogénicos

 

Un Oyente dijo algo de lo social. Al respecto quiero decir que a mi no me gusta extender cuestiones psicológicas a cuestiones sociales. Pero hay algo que tiene que ver con esto que es tan evidente que no puedo guardármelo, y que lo podemos ver todos los días, y que es que UNO DE LOS GRANDES EXCLUIDOS SON LOS POBRES. Para ver las consecuencias que tienen las exclusiones solo basta ver lo que está pasando con la economía mundial, y tiene que ver con la gran  exclusión que el sistema hace de los pobres.

 

GL: Dijo Jesús “ustedes saben que se dijo ‘ojo por ojo, diente por diente’, en cambio yo les digo: no resistan a los malvados, preséntale la mejilla izquierda a los que te abofetean la derecha. Al que te arma pleito por la ropa, entrégale también el manto. Si alguien te obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos. Dale al que te pida algo, y no le vuelvas la espalda al que te solicita algo. Ustedes saben que se dijo ‘ama a tu prójimo y guarda rencor a tu enemigo’ pero yo les digo: amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores. Así serán hijos de su Padre que está en los cielos, el que hace brillar el sol sobre malos y buenos y caer la lluvia sobre justos e injustos”.

 

                Cuando Stella Maris hablaba recién sobre que el alma familiar es la unidad, que no distingue entre merecedores e inmerecedores de ese amor, que no distingue entre buenos y malos, me acordaba de esta cita evangélica. En este caso, el alma familiar será como Dios, que hace salir el sol sobre buenos y malos y hace caer la lluvia sobre el trigo y sobre la cizaña. Dios nos pide la inclusión. Nos enseña en su evangelio a incluir, a no guardar rencor y a amar a los que se nos presentan como adversarios.

 

Si me voy antes que vos , si te dejo en estas tierras

No te asustes de la noche  que en la noche vivo yo

Si me voy antes que vos, si es así que está dispuesto

Quiero que tus noticias hablen del aire y del sol

Quiero que siempre recuerdes  lo que dijimos un día

Que cada vez que te ríes, río contigo mi amor

Y no te olvides de algo que se adivina en la vida

Y es que la vida misma  es un milagro de amor

Si me voy antes que vos y visito tu silencio

No es para que estés triste ni para ver tu dolor

Quiero decirte mi amor en estas torpes palabras

Que cada vez que llores lo sabrá mi corazón

Y no nos encontraremos pues siempre estuve a tu lado

Hacia donde y hasta cuando esas son cosas de Dios

Y no nos encontraremos pues siempre estuve a tu lado

Siempre aunque me vaya antes es un milagro de amor

 

Sugerencia de bibliografía sobre este tema:

  “Ay, mis ancestros” Anecelin Schutzenberger

 “Los órdenes del amor” y  “El manantial no tiene que preguntar por el camino” Bert Hellinger