El fomento de la vida litúrgica en la diócesis y en la parroquia

jueves, 17 de noviembre de 2022
image_pdfimage_print

17/11/2022 – Junto al padre Javier Soteras compartimos una nueva edición del ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” donde estamos recorriendo los documentos emanados por el Concilio Vaticano II.

En este último tiempo nos estamos deteniendo en la Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la Sagrada Liturgia y esta semana el Director de Radio María nos ayudó a profundizar y reflexionar en torno al tema “Fomento de la vida litúrgica en la diócesis y en la parroquia”.

Vida litúrgica diocesana

“El Obispo debe ser considerado como el gran sacerdote de su grey, de quien deriva y depende, en cierto modo, la vida en Cristo de sus fieles” dice el punto 41 del documento y agrega:

“Conviene que todos tengan en gran aprecio la vida litúrgica de la diócesis en torno al Obispo, sobre todo en la Iglesia catedral; persuadidos de que la principal manifestación de la Iglesia se realiza en la participación plena y activa de todo el pueblo santo de Dios en las mismas celebraciones litúrgicas, particularmente en la misma Eucaristía, en una misma oración, junto al único altar donde preside el Obispo, rodeado de su presbiterio y ministros”.

Vida litúrgica parroquial

“Como no lo es posible al Obispo, siempre y en todas partes, presidir personalmente en su Iglesia a toda su grey, debe por necesidad erigir diversas comunidades de fieles. Entre ellas sobresalen las parroquias, distribuidas localmente bajo un pastor que hace las veces del Obispo, ya que de alguna manera representan a la Iglesia visible establecida por todo el orbe” (SC 42).

De aquí la necesidad de fomentar teórica y prácticamente entre los fieles y el clero la vida litúrgica parroquial y su relación con el Obispo. Hay que trabajar para que florezca el sentido comunitario parroquial, sobre todo en la celebración común de la Misa dominical.