El hacer la voluntad de Dios nos hace ser su familia

miércoles, 27 de enero de 2010
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Aparece allí la familia de Jesús que trasciende notablemente todo lazo de carne y de sangre. A partir de Cristo, San Pablo lo va a decir en la Carta a los Corintios: ya en Cristo no hay muro que nos separe ni de raza,ni de sangre, ni división territorial ni condición de esclavo o libre, judío o griego, ya en Cristo somos todos uno en el Padre y el Evangelio va a ser referencia a esto y lo va a poner como enseñanza del mismo Cristo: la familia para Cristo a partir del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios entre nosotros los hombres trasciende todo lazo de carne y de sangre no queda sujeta a la realidad de una relación de parentesco o del apellido por la sangre por la ascendencia, por la genealogía, trasciende mucho más porque para nosotros desde Cristo nuestra relación familiar, comunitaria está dada por Dios Padre que es el centro de la historia de la salvación y la necesidad de cumplir su voluntad. A partir de Cristo nosotros somos hermanos porque queremos cumplir la voluntad del Padre y esto es lo que Jesús destaca en el Evangelio de hoy. De allí que hay que tener cuidado, el Padre Dios es el centro y el cumplir su voluntad no solo va a ser el objetivo de la misión de Cristo, su Divino Hijo yo he venido a hacer la voluntad de mi Padre y El la cumplió hasta el extremo. La Carta a los Hebreos nos va a decir la cumplió hasta el extremo total de  morir en la cruz y Dios Padre lo resucitó para entregárnoslo como Señor de la historia, de vivos y muertos que vendrá un día a juzgar al mundo. Entonces el centro de nuestra familia cristiana es querer cumplir la voluntad de Dios. Es decir que la mamitis y el seguimiento de Jesús resultan incompatibles. Que quiero decir con esto: querer sobreponer condiciones,exigencias o devociones dentro del camino de la historia de la salvación porque muchas veces éste texto se ha tomado como una falta de respeto a la Virgen. Jesús después que sus amigos le dicen tu madre y tus hermanos te están buscando afuera uno pensaría que un signo de cortesía de un buen hijo es salir a abrazar a la madre y pensar que muchos han tomado éste texto con un signo despectivo porque los hermanos separados toman éste texto y se escudan para decir que María tuvo otros hijos y cometen una torpeza en esto porque bien sabemos que con las Palabras que se escribe el Evangelio eran expresiones que englobaban situaciones. La expresión hermanos en la lengua de Cristo designaba en aquella época a cualquier pariente próximo, tíos, primos, incluía ésta globalidad de la familiaridad. En el fondo cuando Cristo está diciendo mi madre y mis hermanos son los que cumplen la voluntad de Dios la está incluyendo a María y a sus Apóstoles y tanto la está incluyendo que la está haciendo su primera discípula porque fue la primera que se sujetó a la voluntad del Padre, fue la primera que cuando el Angel le anuncia en la aurora de la redención y salvación: María Dios tiene un para ti, que seas la Madre de Dios sin dejar de ser Virgen fue la primera que se hizo discípula. Ella dice aquí está la esclava del Señor y la verdadera actitud de quienes formamos parte de la familia de Jesús es ésta: cumplir la voluntad del Padre. El Padre Dios es el centro de nuestra historia y salvación de allí que lo mejor que nos puede pasar es cumplir con la voluntad de Dios y Jesús tiene el plan trazado y muy definido, nadie influye ni sirve de tropiezo en su camino, nadie viene a ponerle obstáculos, aún el misterio del dolor de la cruz, del olvido, de la agonía, del suplicio no fueron motivos para que El se apartara del plan trazado que el Padre le había presentado. Por el contrario, El se sujetó siempre hasta perder la vida, a la voluntad del Padre. En su peor momento en su angustia de dolor, en su soledad le dice al Padre que pase éste cáliz, termina esa experiencia diciendo pero que no se cumpla mi voluntad sino la tuya. Es en ésta óptica y ésta temática donde tenemos que entender el lugar de María que no viene a transformar nuestra relación de hermanos y en Cristo para cumplir la voluntad del Padre en una mamitis desordenada sino que el Evangelio nos viene a decir Ella es la primera y mejor discípula porque se sujetó a la voluntad del Padre y Dios en Ella se complace porque nos la presenta como modelo: ahí tienen a mi hija fiel a la voluntad de Dios. Les dejo una consigna ¿ como vives tu pertenencia a la comunidad cristiana, a la Iglesia, a ésta familia y a la familia de los que queremos cumplir la voluntad de Dios?
Hay vivencias que tenemos muy fuerte por encima de experiencias de familia humana, de lazos de sangre y a veces experiencia de comunidad, de fe, se vive más profundo de ésta realidad de ser fieles a la voluntad de Dios y eso tiene una explicación que es lo que hoy nos dice la Palabra de Dios: es Cristo el que viene a unirnos en  éste deseo de cumplir la voluntad de Dios.
El Evangelio es cimiente de una familia nueva. El Padre y su voluntad son centro y norma de la nueva comunidad. La sangre y la carne aquí no cuentan .Para entrar, nacer, crecer,vivir, hay que nacer de lo alto y de lo nuevo. Jesús se lo va a explicar a Nicodemo en aquella catequesis que hace del Bautismo cuando Nicodemo lo iba a visitar de noche a Jesús símbolo en el Evangelio de San Juan de las tinieblas en que uno está cuando no tiene fe .Jesús le dice: hay que nacer de nuevo ya no del vientre de una mujer sino que hay que renacer por el agua y el Espíritu. Los lazos humanos no son los más indicados para seguir el camino en serio y con radicalidad el camino de Cristo, de la voluntad del Padre, es más por ahi uno se encuentra con aquellos que tenemos lazos de sangre o carne son los primeros que nos ponen obstáculos a la hora de querer vivir nuestra fidelidad a la voluntad de Dios no hago referencia solo en el caso de las vocaciones a la vida consagrada y sacerdotal que en muchos casos se encuentran con una oposición radical de la familia de la sangre para poder seguir la voluntad de Dios que aparece clara en el llamamiento y entonces uno tiene que apelar a ésta familia de los que cumplimos la voluntad de Padre para poder contener esto que falta en la carne y la sangre. Hay muchas realidades que se comparten en los testimonios que estamos acostumbrados a escuchar y que muchos queremos vivir la vida de la fe y el entorno inmediato que es ese lazo de carne y sangre no nos favorece y por ahí nos quedamos solos en esto. Allí es donde ese lazo de sangre y carne no ayuda entonces Cristo viene a traernos otra realidad familiar que es ésta, la de aquellos que cumplimos la voluntad de Dios. María es peregrina de la fe y la mejor discípula de la Palabra es quien mejor comprende el Evangelio de su Hijo y se convierte así en prototipo del seguimiento de Jesús. Su testimonio la constituye en modelo de los nacidos de Dios. Esto es lo que evita la mamitis en los católicos querer poner a la Virgen en un lugar que no le  corresponde. Cuando nosotros nos hacemos
 familia desde Cristo porque lo importante es cumplir la voluntad del Padre entonces allí María tiene su lugar lógico, equilibrado,maduro, apropiado. Ese lugar de decirnos que lo mejor que nos puede pasar es querer cumplir la voluntad del Padre y Ella se presenta como ejemplo y modelo en éste cumplimiento de la voluntad del Padre. Hay alguien de nuestra sangre y de nuestra carne que cumplió ésta devoción hacia María sin sufrir de mamitis. Al contrario fue quien le ayudó a tener la madurez en el cumplimiento de la voluntad del Padre y es el Cura Brochero. Hay un relato muy bonito que en la novena a su preparación a su tránsito a la casa del Padre nos narra ésta devoción, mula Mala cara con soles muy fuertes y también con mucho frío agregándole a los churquis con el azuqueo de su mula del polvo de la tierra de esos caminos secos, lo imaginamos solo porque si hoy hay que andar mucho entre una casa y otra mucho más en aquel tiempo para llegar a todos para que nadie se quedara sin cura. Sin embargo el Cura Brochero no andaba solo Andaba con las cosas para la Misa que le permitía tratar mano a mano con ese Señor que según el mismo decía: lavó mis pecados con su sangre que andaba con el rosario que le permitía tratar con la Santísima Virgen a la que el llamaba cariñosamente mi purísima Para estos ojos de la carne solo va un cura en su mula por los caminos soledosos de polvo y churquis pero para los ojos del alma marcha una verdadera procesión. Un cura que lleva sobre las andas de su corazón a Cristo crucificado y a la Virgen purísima la Santísima Madre de Dios, la estrella de la nueva evangelización de Argentina y América  y hoy podemos decirle cuando queremos tener a María en éste lugar de nuestro corazón que es la que nos hace hermanos de Cristo y también nos hace fieles devotos y cumplidores de la voluntad del Padre.
Esto es lo que nos viene a decir hoy Jesús que lo fuerte nuestro es querer cumplir la voluntad del Padre. El es el centro y Señor de todos y nosotros somos amigos de Cristo, somos hermanos más fuerte que en un lazo de carne y sangre porque queremos abrazarnos a la voluntad del Padre. El lo hizo como hermano mayor nuestro .María lo hizo también porqué fue hija dilecta del Padre como nosotros podemos borrarnos en esto.
Este Evangelio de hoy que nos ha ubicado no solo en la figura de María en nuestra devoción sino también la importancia porque aquí es la gran clave que el Espíritu suscita en nosotros. La importancia que tiene que tener en el cristiano el cumplimiento de la voluntad del Padre. Uno puede preguntarse y como conozco la voluntad del Dios en mi vida. Allí es donde tenemos que hacer el ejercicio del discernimiento, observar los signos de los tiempos que se van suscitando en nuestra vida, en los acontecimientos que nos tocan vivir, de pedir la Gracia del Espíritu y la fuerza de la Palabra de Dios para que nos quede claro,nítido,  por donde anda la voluntad de Dios. El Cura Brochero  decia por donde anda rumbeando la voluntad del Padre Dios porque es ahí donde tenemos que seguir esa huella lo mismo que el Cura Brochero en esa zona de Traslasierra con su mula
El Documento de Aparecida en el capítulo 6 cuando trata el tema del itinerario formativo de los discípulos misioneros coloca allí la presencia de María como discípula y misionera. Cuando trata el camino de la formación de los discípulos y misioneros allí aparece María
En el número 266 el Documento dice:  La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de “hijos en el Hijo” nos es dada en la Virgen María quien, por su fe (cf. Lc 1,45) y obediencia a la voluntad de Dios (cf. Lc 1,38), así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús (cf. Lc 2,19.51), es la discípula más perfecta del Señor157. Interlocutora del Padre en su proyecto de enviar su Verbo al mundo para la salvación humana, María, con su fe, llega a ser el primer miembro de la comunidad de los creyentes en Cristo, y también se hace colaboradora en el renacimiento espiritual de los discípulos. Del Evangelio, emerge su figura de mujer libre y fuerte, conscientemente orientada al verdadero seguimiento de Cristo. Ella ha vivido por entero toda la peregrinación de la fe como Madre de Cristo y luego de los discípulos, sin que le fuera ahorrada la incomprensión y la búsqueda constante del proyecto del Padre. Alcanzó, así, a estar al pie de la cruz en una comunión profunda, para entrar plenamente en el misterio de la Alianza. Este texto la ubica a María no para que suframos de mamitis sino para que entendamos que Ella ocupa el lugar que tiene que ocupar precisamente porque fue fiel a Dios Padre que es el centro de nuestra vida cristiana y de nuestro deseo de ser santos y de vivir como El nos presenta el camino del Reino
Con Ella, providencialmente unida a la plenitud de los tiempos (cf. Gal 4,4), llega a cumplimiento la esperanza de los pobres y el deseo de salvación. La Virgen de Nazaret tuvo una misión única en la historia de salvación, concibiendo, educando y acompañado a su Hijo hasta su sacrificio definitivo. Desde la cruz, Jesucristo confió a sus discípulos, representados por Juan, el don de la maternidad de María, que brota directamente de la hora pascual de Cristo: “Y desde aquel momento el discípulo la recibió como suya” (Jn 19,27). Perseverando junto a los apóstoles a la espera del Espíritu (cf. Hch 1, 13-14), cooperó con el nacimiento de la Iglesia misionera, imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente. Como Madre de tantos, fortalece los
vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y el perdón, y ayuda a que los discípulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios. En María, nos encontramos con Cristo, con el Padre y el Espíritu Santo, como asimismo con los hermanos. Este texto número 267 de Aparecida ilumina muchísimo el texto de la Palabra de Dios que hoy estamos meditando haciendo la lectio divina porque los Obispos vuelven a decirnos que providencialmente unida al proyecto, a ese plan que Dios tiene trazado para los hombres María es la que primero nos da el ejemplo porque Ella fue fiel en todo. No solo en aquello que era un misterio, el ser  Madre sin dejar de ser Virgen sino también en aquel momento supremo del desgarro de la Madre que es la muerte del Hijo al pie de
 la cruz también allí María fue fiel a la voluntad del Padre. Ella tuvo que buscar el caminito en medio de las montañas, ir olfateando, percibiendo en los signos, en la misma vida de Cristo. Ella escuchaba y veía el obrar de su Divino Hijo en sus charlas con El
Ella nos viene a decir es Cristo mi Hijo que se entregó por ustedes, es el Espíritu que sigue obrando en la Iglesia y son los hermanos con los que tenemos que convivir en ésta vida cristiana, católica de construir el Reino entre los hombres

                                                                                                      Padre Daniel Cavallo