15/05/23- Todos los lunes el Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo y dr. en teología moral y espiritual, nos acompaña con el ciclo “Personajes Bíblicos”. En esta emisión, continuamos descubriendo características del hijo menor , en la parábola del Padre Misericordioso.
¿Todos los arrepentidos están convertidos?
La respuesta es negativa. Porque hay una gran diferencia entre arrepentimiento y conversión. Ésta parábola de Padre Misericordioso, es un obra maestra de cómo tiene que ser la conversión cristiana. El hijo menor de la parábola, no volvió por amor al padre, a la madre , al hermano o a la familia; volvió porque tenía hambre y mucha necesidad de bienestar.
Los tres regalos
Si tendríamos que ponerle un título a esta parábola sería: donde los hijos son encontrados hay mucha fiesta. Cuando el hijo menor regresa, el padre le da tres regalos muy significativos: una túnica, un anillo y unas sandalias. Todos estos presentes tienen que ver con la restitución filial. El vestido para los judíos era muy importante; con el sello o el anillo se firmaban los documentos y las sandalias y una gran fiesta, porque el hijo menor volvió a ser hijo dentro de la casa.
El padre también estaba perdido
El padre también se pierde, porque un padre que tiene un hijo perdido, está mas perdido que el hijo. Hay paternidad porque hay hijos. Por eso, cuando el hijo vuelve, el padre se recompone, vuelve en sí. El padre necesita recuperar a sus dos hijos, sino va a ser un padre incompleto. El pastor no busca a su oveja porque sea buena, la busca porque le pertenece. Así el padre busca y espera al hijo para recuperarlo, porque sino ese padre sería incompleto. A Dios le duele sobremanera la pérdida de un alma.
Al final, la conversión
¿Cómo nos damos cuenta que el hijo finalmente se convierte? Porque entró en la casa del padre como hijo, y además, aceptó la gran fiesta con alegría.
No te pierdas de escuchar el anuncio completo en la barra de audio debajo del título.