01/03/2023 – En el ciclo “Reflexiones de verano”, el padre Juan Ignacio Liébana, rector del Santuario de Huachana en Santiago del Estero, presentó el tema de la oración centrante. “Es un método diseñado para facilitar el desarrollo de la oración contemplativa. Es un intento de presentar enseñanzas de antigua sabiduría cristiana en una forma actualizada. Consiste en responder al espíritu de Jesús al aceptar la presencia y acción de Dios en nuestro interior. Aumenta el desarrollo de la plegaria contemplativa al silenciar nuestras facultades para aceptar el don de la presencia divina. La oración centrante facilita la transición de modos más activos de rezar a uno más receptivo que consiste en descansar en Dios. Enfatiza la oración como una relación personal con Él. Al mismo tiempo, es una disciplina que fomenta y sirve a esta relación, a través de la práctica diaria. Es trinitaria en su fuente, centrada en Cristo en su enfoque y eclesiástica en sus efectos, es decir, desarrolla comunidades de fe”, señaló el sacerdote porteño.
“La oración centrante está tomada de prácticas de oración antiguas que forman parte de la herencia contemplativa cristiana, notablemente de los padres y madres del desierto y la lectio divina. Surge a través de tres monjes terapeutas, uno de los cuales es Thomas Keating. El primer paso consiste en elegir una palabra sagrada, pidiéndole al Espíritu Santo que te inspire para encontrar una que sea especialmente adecuada para ti. Esas palabras pueden ser Dios, Jesús, Abbá, padre, madre, María o amén. Cuando estés sentado cómodamente y con los ojos cerrados, toma unos momentos para calmarte, luego introduce silenciosamente la palabra sagrada como símbolo de tu aceptación de la presencia y acción de Dios en tu interior. El sentarte significa que estarás relativamente cómodo, aunque no tanto como para quedarte dormido durante el periodo de oración. Mantén la espalda derecha sin importar en qué posición elijas para sentarte. Cierra los ojos como señal de que dejas ir todo lo que esté pasando a tu alrededor. Tratá de tener presente que la palabra “pensamientos” es un término general para cualquier tipo de percepción, incluyendo a las sensoriales, los sentimientos, las imágenes, los recuerdos, los planes, las reflexiones, los conceptos, los comentarios y las experiencias espirituales. Los pensamientos son una parte inevitable, integral y normal de la oración centrante. La recomendación de volver muy lentamente a la palabra sagrada se refiere a que hagas un esfuerzo mínimo por regresar a ella. Esta es la única actividad que realizarás durante el tiempo que le dediques a la oración centrante. Al final del periodo de plegaria, permanece en silencio y con los ojos cerrados por un par de minutos. La recomendación es dedicar unos 20 o 25 minutos por cada vez, y hacerlo dos veces al día. Y los frutos que verás es crece tu amor al prójimo, que el diálogo con Dios te humaniza más y más”, definió el padre Juani.