“El místico vive con los pies en la tierra, desde una perspectiva teologal”, dijo el padre Gerardo Ramos

martes, 8 de marzo de 2022
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08/03/2022 – En “Pensar la fe en el cambio de época”, el padre Gerardo Ramos, de los Padres del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram, inició el ciclo con un diálogo en torno a este movilizador desafío en perspectiva y prospectiva histórica. “Lo mío es la reflexión teológica y todos podemos ser un poco teólogos cuando reflexionamos sobre lo que creemos. Hoy vivimos un proceso de rapidación en el mundo, todo pasa y ocurre de forma muy acelerada. El cambio de época es un proceso de aceleración del tiempo y los cristianos tenemos una tradición que viene de épocas más estables y eso a veces nos juega un poco en contra. El Concilio Vaticano II entendió esto en el siglo 20 y por eso se inició un proceso que podemos llamar la mística de la encarnación”, abordó el sacerdote.

“El tiempo actual es kairós, es presencia de Dios, hay que aplicar mucho discernimiento espiritual. Podemos pensar la fe desde la Iglesia pero también podemos hacerlo desde la Encarnación. De esta forma, podemos escuchar a Dios desde el mundo porque el Señor lo habita en el quehacer humano y en las culturas. Los momentos más oscuros de la vida son los momentos pascuales. Hay momentos de crisis que pueden asustarnos, pero desde la fe sabemos que pueden ser momentos muy luminosos, se puede discernir en ellos con claridad. La fe es como una pequeña llama que sirve como para ver un poco, como para caminar confiados en Dios, sin caernos. Por eso propongo peregrinando la vida, contemplar el ícono y comunicar la Palabra de Dios. Esto es el bien, la belleza y la verdad, que es algo que forma parte de lo más clásico de la tradición cristiana”, manifestó Gerardo.

“El cambio de época es una invitación a la mística, se asocia a la noche oscura de la fe. En la sagrada escritura, la noche es tiempo de vida y resurrección. El cambio de época nos vuelve a centrar en el kerigma. Ser místicos de la Encarnación es vivir con los pies en la tierra con una perspectiva teologal, la que tienen los creyentes. El místico percibe lo que Dios quiere decirnos y el profeta lo pone en acción. Hoy hace falta una teología laical de manera especial”, comentó Ramos.