El nacimiento de María, motivo de nuestra alegría

lunes, 8 de septiembre de 2025

08/09/2025 – En un nuevo «Reflexiones para la Semana» nos acompañó María Manfredi, virgen consagrada de la Arquidiócesis de Córdoba. La Fiesta de la Natividad de la Virgen María, cada 8 de septiembre, une a toda la Iglesia en la celebración gozosa del nacimiento de la Madre. A la vez que nos invita a contemplarla una vez más en su sencillez y ternura, recordando que en su pequeñez se encierra el inicio de la redención.

“Hoy la festejamos como Virgen Niña, que es el motivo realmente de nuestra alegría”, expresó María Manfredi y explicó la historia de una devoción que tiene raíces muy antiguas. La imagen de la Virgen Niña llegó al Hospital Chicheri de Milán en 1842, confeccionada por las hermanas capuchinas de Todi en el siglo XVII. Desde entonces, la espiritualidad de la infancia marcó la vida de comunidades enteras, recordando que la simplicidad y el abandono confiado en Dios son caminos de plenitud.

Manfredi subrayó que el nacimiento de María no es solo un hecho histórico, sino un signo que interpela la vida de cada creyente. En sus palabras, “el nacimiento de la Virgen provoca en Dios Padre la redención de la humanidad”. Esta afirmación nos invita a contemplar cómo en la pequeñez de una niña se encierra un misterio inmenso: la preparación de la salvación de todos.

La Virgen Niña, como modelo de humildad, servicio y alegría, nos muestra que la grandeza está en la entrega cotidiana. Su maternidad va más allá de lo biológico: es la maternidad espiritual de quien engendra a Cristo en los corazones y lo hace crecer en la vida de los demás.

En un mundo cargado de ruidos y distracciones, la celebración del nacimiento de María nos abre a la ternura y al silencio fecundo que prepara la escucha de la Palabra de Dios. En ella encontramos un ejemplo luminoso de cómo vivir en la sencillez y al mismo tiempo en la plenitud del amor.

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