El padre Adolfo Kocka y su entrega pastoral en El Impenetrable chaqueño

lunes, 13 de julio de 2020

13/07/2020 – El padre Adolfo Kocka es párroco de la comunidad San Francisco Solano de El Sauzalito, en la provincia del Chaco y su residencia habitual está en Misión Nueva Pompeya, en la zona conocida como El Impenetrable. El padre Dolfi tambén es docente del seminario “Cura Brochero” de la diócesis de San Roque. El Sauzalito se encuentra a orillas del río Teuco. Las religiosas lauritas y los religiosos maristas también trabajan en el lugar. La parroquia se encuentra a 420 kilómetros de la ciudad de Roque Sáenz Peña, sede episcopal, en el noroeste de la provincia del Chaco. El recorrido para llegar a El Sauzalito incluye 250 kilómetros por tierra, y en las mismas condiciones se debe llegar a las aproximadamente 60 comunidades de ese amplio territorio. Incluye las localidades de Misión Nueva Pompeya, Fuerte Esperanza, Comandancia Frías, El Pintado, El Sauzal y otras poblaciones y parajes rurales. Cuenta con una de las presencias más numerosas del país de aborígenes Wichi y Qom.

El padre Dolfi relevó hace uños años en El Sauzalito a monseñor Fernando Croxatto, quien hoy es obispo de Neuquén. Al principio estuvo acompañado por el padre Roberto Carlos Ramírez, pero este falleció al poco tiempo de llegar. Adolfo nació el 9 de julio de 1970 en la localidad de Tres Isletas y allí vivió hasta ingresar al seminario interdiocesano “La Encarnación”, en Resistencia. Fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1996 y también fue párroco en Campo Largo. Realizó estudios superiores sobre Orientación Familiar.

“En casa somos tres hermanos. La particularidad en mí es que desde mi infancia fui Testigo de Jehová. Mi madre y mi abuela también tenían esa fe. Mi padre no y se oponía a que yo lo fuera, pero yo continuaba. Cuando tenía 14 años, mi primo Walter me ayudó a salir, me llevaba con los jesuitas a la ciudad de Resistencia, a que hablara con unas monjas. De esa forma pude salir de ese grupo, a mis 15 años. Y también me ayudó que en esos años no había sacerdote permanente en Tres Isletas, solo iban las monjas de Jesús María. Yo comencé a ir a la parroquia, a las celebraciones que hacían las religiosas, rezaba el rosario con ellas. Así fue aprendiendo muchas cosas”, afirmó el padre Kocka.

En el año 1985 me bauticé, tomé mi comunión y mi confirmación, todo en pocas semanas. El 19 de octubre me bautizaron, el  27 de ese mes recibí al Señor en la Eucaristía y el 10 de noviembre me confirmé”, agregó. “A Walter fue al primero que le dije que quería ser sacerdote. Y él también tenía esa misma inquietud vocacional. Walter ingresó al seminario en 1987 y yo lo hice dos años después”, dijo el padre Dolfi. “Acá, en El Impenetrable, cada paraje tiene su propio patrono”, añadió.

“El brote de coronavirus que tenemos en la región comenzó en El Sauzalito con personas que vinieron de afuera. Ahora está más controlado. Acá el tema es el agua que se utiliza para tomar. Hay madrejones (cauce seco de un río o arroyo donde a veces se junta agua de lluvia) cerca, pero algunos están secos”, indicó el padre Kocka.

Finalmente, el sacerdote chaqueño rezó esta oración misionera:

Señor Jesús:

estoy aquí en tu presencia como servidor inútil.

Tú me conoces y sabes que sin Tí no puedo hacer nada.

Dame la gracia de desear lo que Tú quieres de mí y la capacidad de vivirlo.

Contemplar lo que vivo, contemplando tu vida en mí.

Dame la fuerza del Espíritu Santo para poder rezar y pedir lo que Tú quieres.

Dame lo que quieras, aunque no sea por mí.

Sino por todas las personas que Tú amas y

quieres que yo, contigo haga algo por ellas.

Señor, dame la gracia

de ser mediador entre tú y todo aquel con quien me encuentre

de vivir cada día lo que tu quieras, como tu quieres, cuando tu quieras

de amar a todos siempre

de perdonar siempre desde tu amor

de pedir perdón y remediar el daño hecho

de ser humilde en todo momento

de aceptar las humillaciones

de aceptar y gozar de la pobreza

de ser fiel en los momentos críticos

de morir a mi mismo

y que vivamos eternamente contigo y María y los santos.

Amén.