El perdón y la misericordia de Dios

viernes, 17 de septiembre de 2021
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17/09/2021 – En el “Diálogo de Hermanos”, el padre Javier Soteras y rabino Marcelo Polakoff hablaron del perdón y de la misericordia de Dios tras la fiesta del Yom Kipur, la fiesta del día de perdón para el pueblo judío. El texto inicial fue el del ibro del Génesis en el capítulo 45, versículos del 3 al 5: “José dijo a sus hermanos: “Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?”. Ellos quedaron tan aterrados de verlo que no podían responderle. Él les dijo: “Acérquense”, y se acercaron. “Yo soy José, su hermano, el que ustedes vendieron a los egipcios. Pero no se apenen ni les pese por haberme vendido, porque Dios me ha enviado aquí, delante de ustedes, para salvarles la vida”.

El rabino de la comunidad hebrea en Córdoba explicó que “diez de los once hermanos habían vendido a su hermano José, quien acabó tirado en un pozo. Y luego fue esclavizado en Egipto, donde fue mayordomo, fue acusado de acoso sexual y terminó preso. En la cárcel al interpretar los sueños de otros terminó  siendo excarcelado y llevado frente al faraón de Egipto, a quien interpretó sus sueños. Y de esa forma llegó a ser el vice Faraón de esa nación. Tras varias peripecias, al volver a encontrarse con sus hermanos, José perdonó a sus hermanos como gesto de misericordia. Esta escena pone en evidencia que el perdón salva vidas, el perdón nos salva a todos. A veces estamos tentados de no perdonar, pero tenemos que tener en cuenta que dar el perdón lava el alma y es un gesto de valentía. En hebreo, misericordia se dice como útero, es decir, proviene de la maternidad. En la Torá decimos: “Alejate del mal, haz el bien, busca el bien y la integridad”. Es un proceso el que tenemos que hacer”.

Por su parte, el padre Soteras dijo que “Dios obra con poder pero cuenta con nosotros, perdonándonos unos a otros. Dios es un buen padre y nos invita al perdón. Al confesarnos se nos invita a hacer el proceso completo, realmente arrepentidos y con deseos de obtener el perdón divino y de fraternizar nuevamente con los hermanos. Perdonar es rectificar las intenciones y limpia el corazón. En sus entrañas, Dios es misericordia, en Él todo se puede mejorar y embellecer. En la misericordia de Dios los argentinos podemos salir mejores por la gracia, podemos volver a nacer. Qué bueno que se haya dicho esto, que el que pide perdón tiene que ir en primera persona, nadie puede pedir perdón por quien comete la falta, lo destaco”. El origen etimológico de la palabra perdón tiene dos partes: viene de “per” que significa máximo, y de “don” que es regalo. El perdón es el máximo regalo para la sanación de las personas y los vínculos.