El Perro y el Hueso

martes, 19 de junio de 2007
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Un perro corría feliz por la calle porque había encontrado un hueso bueno y jugoso. ¡Estaba tan contento con su enrome hueso! Correteaba feliz de aquí para allí hasta que llegó al borde de un riachuelo. Al intentar atravesarlo, miró hacia abajo y vio un perro con un hueso enorme en la boca. ¡Le pareció que el hueso era más grande que el suyo! Entonces quiso arrebatárselo pero al abrir la boca, se le cayó el hueso que llevaba. La corriente lo arrastró rápidamente y se quedó sin ninguno, ya que el otro no era más que el reflejo del que él mismo llevaba.


Generalmente en la vida, no apreciamos lo que tenemos. Siempre vamos buscando más y más, sin valorar lo que ya poseemos. Nos sentimos infelices por no poder conseguir esto o lo otro y no sabemos disfrutar con lo que ya disponemos. A veces nos ocurre que por un motivo u otro perdemos lo que teníamos y es entonces cuando nos damos cuenta de lo ricos que éramos y de lo felices que podíamos haber sido. Abramos los ojos miremos a nuestro alrededor y demos gracias por la vida que tenemos.