17/06/2021 – Esta semana en “Sociedad adictiva y mundo espiritual” el padre Fernando Cervera nos habló de las dificultades que surgen en la personalidad de quienes monta un ‘personaje’ y que, aunque todos de algún modo creamos un cierto personaje -ya que no se puede mostrar todo lo que uno piensa y siente-, en otros casos nos afecta tomando lugares centrales en la vida de la persona.
“Hay un pequeño personaje que todos tenemos y, dependiendo de cómo vamos organizando nuestro mundo interno, ese personaje puede ir fortaleciéndose y tomando un eje central en lugares de la personalidad no trabajados”.
“Qué sería este personaje? Una forma de expresarnos falsa, de actuar y desempeñarse y que está muy ligada a la carencia de mundo espiritual. Por ejemplo, una práctica religiosa que no vivo y sólo cumplo, pero no necesariamente eso responde a nuestra vivencia y que se asemeja a lo que criticaba Jesús del fariseísmo”.
“Hoy lo cierto es que montar un personaje sigue estando en las manos de todos, con distintos roles, intercambiables, con poco sustento, donde lo que importa es aparentar, como lo son los que viven en el mundo del espectáculo, en la farándula: Viven de lo que los demás ven de ellos, viven de los medios y de la gran difusión.”
“Nosotros a veces desarrollamos este personaje en nuestra vida diaria y en el caso del adicto, o del que tiene conductas adictivas de distintos grados de intensidad, desarrolla necesariamente un personaje que defiende ese mundo interior frágil y vulnerable frente a lo que el siente una agresión y que no sabe ni puede manejar”.
“La adolescencia es la que condiciona o determina la aparición de éstas u otras formas, es el momento de la vida donde se procesa lo que ha vivido y lo que se pierde de la infancia y está bueno conocer quién es este personaje para poder entender al adolescente, su vacío interior, la incapacidad de poder expresar sus sentimientos y tolerarlos, y empezar a entender.”
En el personaje la acción es la única forma de comunicación: se evaden los temas (“no me contestan lo que estoy preguntando…”), hay un reproche permanente, se niega a los sentimientos o son bastante relativos con ellos, no se puede ver la expresión de dolor, por ejemplo, porque enseguida se repone y luego vuelve a estar como siempre.
“La mentira y la manipulación son características de una persona que ha montado un personaje”
“Volvamos a nuestro lugar de adultos en casa y hay algo fundamental para la elaboración de la propia realidad: Si vivimos en un ámbito de amor, de comprensión y respeto, donde somos valorados por lo que somos y ese amor reconoce ese modo de ser, damos los elementos básicos para que el adolescente pueda procesar su paso a la adultez”.
Podes escuchar el programa completo junto al padre Fernando Cervera en el audio al inicio de esta nota
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