13/01/2023 –En el ciclo sobre psicoespiritualidad y familia, el padre Gustavo Jamut se refirió al poder de la mente y de los pensamientos como ladrones de la paz interior. “En la mente de cada hombre y mujer hay una batalla entre pensamientos de luz y pensamientos de oscuridad. No nos han enseñado desde pequeños a realizar la higiene de la mente. Jesús nos dijo: “Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo”. Y san Pablo dice al respecto: “La carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu”. Hay un hilo conector invisible entre la mente y el corazón, entre los pensamientos y las emociones”, sostuvo el consagrado.
“Jesús también nos dice: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos”. San Agustín afirma que “todos desean la paz”. Sin embargo, cuando vemos la realidad que nos rodea pareciera que no son todos. Solo Dios es la fuente profunda y autentica de paz. En cada Eucaristía, Dios quiere darte su Paz. Dios mismo nos enseña a través de su Palabra: “Nuestro Dios, en su gran misericordia, nos trae de lo alto el sol de un nuevo día, para dar luz a los que viven en la más profunda oscuridad, y dirigir nuestros pasos por el camino de la paz”, dijo Jamut.
“Veamos algunas formas en que el pensamiento del maligno puede afectarlo tocando sus heridas o puntos débiles, con el objetivo de hacerle perder la paz, y alejarlo de la voluntad de Dios. Dejo ochos clase de pensamientos ladrones de paz: pensamientos equivocados, pensamientos negativos y pesimistas, pensamientos que llevan al pecado, pensamientos que niegan la misericordia, pensamientos subjetivos y poco realistas, pensamientos sordos y rebeldes, pensamientos obsesivos y pensamientos opresivos”, cerró diciendo el padre Gustavo.