25/06/2018 – Con gran alegría recibimos cada lunes al Padre Mateo Bautista, sacerdote Camilo, Master en pastoral de la salud y Licenciado en teología moral y espiritual, quien nos acompaña en el ciclo: “Te cuento un cuento para sanar”, con relatos que nos ayudan a sanar diversos aspectos de la persona. El nombre del cuento en esta oportunidad fue: “Un día de 25 horas”.
Se puede leer a continuación:
He aquí que Dios providente, padre misericordioso de todos los hombres, pidió a los ángeles que visitasen la tierra, observasen a los humanos y le presentasen un informe.
La tarea angelical fue cumplida con prontitud y exactitud.
Dios padre leyó atentamente el informe y se sorprendió de lo poco que rezaban los hombres y mujeres creyentes.
Convocó a los ángeles y les preguntó la causa de tal hecho.
Señor, los humanos son unos desagradecidos… – argumentó un ángel exigente.
La verdad sea dicha, yo creo que la razón fundamental es que están muy ocupados en su trabajo, en informarse, en su política, en sus problemas y en sus terapias…, – añadió un ángel más benevolente
Dios reflexionó en silencio y volvió a preguntar:
¿Cómo se puede remediar este asunto? Lo importante es que recen.
Regalándoles más tiempo – respondieron al unísono todos los ángeles.
¿Más tiempo para los hombres, mis queridos ángeles? – se extrañó Dios.
Sí, majestad divina: regalarles un día de 25 horas. Así una hora entera la dedicarán a la oración.
Dios no se mostró muy satisfecho con la propuesta pero asintió.
Al cabo del tiempo, Dios volvió a enviar otra tutoría angelical a la tierra y el informe reflejó lo poco que seguían rezando los hombres.
Dios algo sorprendido cuestionó a los ángeles:
¿Y la hora extra del día de 25 horas?
Tres veces Santo, los humanos han empleado esa hora en hacer un poquito más de lo mismo que hacían antes, pero orar, lo que se dice orar…
Al cabo del tiempo, los hombres sin espíritu de oración ocasionaban tantos trastornos en el mundo que Dios, para remediarlos un poco, decidió crear para sí un día de 25 horas.
El Padre Mateo dijo al comenzar la charla que los creyentes tenemos un déficit oracional. “Los creyentes le damos poca importancia a la oración o no conocemos el tesoro que nos estamos perdiendo”. Además, tenemos una herida muy profunda: ponemos muchas excusas a la hora de hacer oración.
Santa Teresa de Jesús dice que orar es tratar de amistad con quien sabemos nos ama. “Por eso la oración no puede ser algo impuesto, algo artificial, algo superficial. La oración es la vida misma del creyente, no se puede entender una vida cristiana sin la oración”, dijo.
El sacerdote camilo dijo además que la oración está unida a la fe y a la caridad. “No puede haber fe sin oración. La oración está unida a la caridad, la oración unida a la reconciliación, la oración nos lleva a ver en el hermano a otro Cristo”, agregó.
El Padre Mateo dijo que el primer paso al hacer oración es dejarnos amar por Dios. “Sentirnos infinitamente amados y redimidos por Dios”.
En medio de la charla el sacerdote nos invitó a reflexionar: Cuando oramos ¿quién habla más? ¿Dios o nosotros?; ¿Nuestra oración tiene una actitud de escucha para descubrir la voluntad de Dios?; ¿No es verdad que muchos de los duelos que tenemos en la vida no sanan porque no oramos los duelos?; ¿No será que nos cuesta perdonarnos y perdonar porque no somos hombres y mujeres de una auténtica y sentida oración?
La oración también es una invitación a convertirnos al amor de Dios y a la voluntad de Dios. “No hay conversión si no somos mujeres y hombres de oración”, aclaró.
Como tarea para esta semana el Padre Mateo nos invitó a poner en presencia de Dios a la persona más difícil de nuestra vida, con la que tengamos el mayor problema o encontronazo, con la que tengamos una gran herida. “Poner a esta persona en la presencia del Señor y orar por ella y pedir que el Señor libere en oración su corazón.”, finalizó.
Te invitamos a escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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