“El resentimiento es un veneno que me tomo yo, esperando que le haga daño a otro” p. Héctor Espósito

martes, 8 de enero de 2019
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08/01/2019 – Como cada martes hoy contamos con la presencia del p. Héctor Espósito, quien en esta oportunidad  partió de Evangelio de San Mateo, capitulo 5, versículos 38 al 42, en el que el Señor nos invita a no devolver mal por mal y a perdonar las ofensas.

El padre Espósito nos habló entonces del resentimiento y nos animó a sacar de nuestro corazón este sentimiento que dijo es “igual a sentirse dolido y no olvidar”.

A lo largo del espacio el sacerdote nos ayudó a descubrir qué es el resentimiento, de donde viene y cómo actúa:

“Cuando recibimos una agresión que nos duele, podemos decidir no retenerla para que no se convierta en un resentimiento”, dijo y citando a Gandhi reforzó: “Nadie puede herirte sin tu consentimiento”

“El resentimiento-reflexionó- consiste en una falta de objetividad en el juicio que tiene su raíz en la debilidad de la voluntad”.

El padre Esposito dijo que lo determinante del resentimiento no es la ofensa sino la respuesta que damos a ella y en quien no tiene fortalecida la voluntad “la ofensa, ademas de provocar una reacción negativa, se repite y el sentimiento permanece dentro, se vuelve a experimentar una y otra vez aunque el tiempo transcurra”.

En eso consiste el resentimiento: en volver a vivir la emoción misma , volver a sentir, un resentir; al decir del padre Espósito: “Un volver a sentir la herida porque permanece dentro.”

“Para liberarnos del resentimiento  y tomar la decisión de perdonar es fundamental el auxilio  la Inteligencia que nos ayuda a pensar y razonar en el sentimiento herido. Y por otra parte,  la Voluntad como el gran recurso para echar de nosotros el agravio”, señaló.

“El resentimiento es un veneno que me tomo yo, esperando que le haga daño a otro otro. El verdadero daño lo padece el resentido aunque su intención se dirija a un tercero.”

Por último, en este segundo programa del ciclo, el padre Héctor remarcó que el resentimiento es el peor enemigo de la felicidad porque trae “frustración, tristeza y amargura del alma, porque impide enfocar la vida según la verdad y aleja las personas del bien.”

Comprender cómo es el resentimiento es el primer paso para poder evitarlo.