El Resucitado renueva nuestra fe

jueves, 8 de abril de 2021

08/04/2021 – Compartimos la catequesis del día junto al padre Daniel Cavallo:

Los discípulos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes».
Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu,
pero Jesús les preguntó: «¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas?
Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo».
Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies.
Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo para comer?».
Ellos le presentaron un trozo de pescado asado;
él lo tomó y lo comió delante de todos.
Después les dijo: «Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos».
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras,
y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día,
y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados.
Ustedes son testigos de todo esto.»

Jn. 24, 35 – 48.

 

. El corazón es como un niño incrédulo. Le cuesta aceptar los datos de la fe. Necesita ver y palpar para creer y madurar mucho para ser testigo de su propia fe. Ante las dudas y el asombro Jesús firma:» Soy yo». «Tóquenme y vean. No soy un fantasma».

. La Buena Noticia de la Resurrección es la experiencia de Jesús vivido ahora como Señor, cuyo nombre salva y cuya presencia en el sig o requiere fe personal y sin vacilación. Nadie es testigo sin el encuentro con el Resucitado.

. «Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida ue ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelve a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable…..Esa es la fuerza de la resurrección y cada evangelizador es un instrumento de ese dinamismo». ( Evangelii Gaudium 276).