31/12/2019 – Las Fiestas de Fin de Año, como la que vamos a tener o celebrar esta noche para recibir el año nuevo, propician encuentros familiares y de amigos que, en el compartir, pueden hacer muy bien a la salud espiritual, al alma, al espíritu y acrecentar la felicidad, la alegría propia del compartir.
Pero estas celebraciones, sobre todo en Argentina, también son propicias para otras cosas, que pueden no terminar estropeando o echando a perder todo lo de bueno y alegre que nos genera el encuentro. Nos referimos a los excesos en materia de comidas y de bebidas, excesos que son casi culturales, porque para muchos argentinos, celebrar el año nuevo es sinónimo de tres porciones de lechón, de dos platos de vittel toné, y de dos litros de sidra, champán o lo que fuere.
Y estos excesos en lo que ingerimos pueden derivar en dolores de cabeza por la resaca, o en complicadas intoxicaciones.
En los eventos que se generan durante las Fiestas, se acostumbra a degustar diversos platos salados, dulces, bebidas alcohólicas o altamente azucaradas. De forma frecuente, se consumen al mismo tiempo, generando una alimentación con calorías excesivas para esta época del año, distinta a lo que impone la cultura de otros países que en estos meses transcurren el invierno.
Aunque es una ocasión especial y podemos darnos todos los gustos que queramos, siempre es bueno saber cuándo parar.
Sobre esta tendencia el doctor Daniel Pizzi, ex director del Hospital Pediátrico de Córdoba y ex Secretario de salud de la provincia aseguró: “Para este tipo de fiestas tenemos los hospitales colapsados no solo por las pancreatitis, los ataques de hígado o las gastroenteritis sino también por los accidentes viales porque no tenemos esa conciencia del conductor designado entonces la gente toma en demasía y después salen a la ruta manejando y es increíble como aumentan los números de accidentes viales”.
En tanto, algunos profesionales de la nutrición recomiendan considerar que estos eventos suelen durar varias horas y que es muy importante el comer consciente por lo cual sería bueno elegir los alimentos en forma moderada, para disfrutar de estos días sin culpas.
En Radio María Argentina dialogamos con la Licenciada Daniela Natale, nutricionista diplomada y especializada en Obesidad quien aseguró que “llegar con hambre a la noche de Año Nuevo es un camino perdido porque si llego con hambre voy a comer mucho más porque estaría llegando con hambre a una cena en donde hay mucha más comida de lo normal. Es importante remarcar el hecho de hacer, al menos, 3 comidas previas a la cena de esta noche. Se trata de desayunar, almorzar y merendar mucho mas liviano”.
Finalmente, la Licenciada Natale subrayó: “Uno come de más y después se siente mal. Aparte, esta noche seguro que hay algo de alcohol que, a lo mejor no estamos acostumbrados a consumir entonces me parece que, lo más controlado es servirse colo un plato de lo que mas tenga ganas de comer. Seguramente el primero se seguirá comiendo lo que quedo por lo cual voy a poder seguir probando y no necesito comerme todo en una noche”.
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