El Sentido De La Vida

martes, 9 de marzo de 2010
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Dijimos que no es lo mismo ser sobreviviente que resiliente. Por ejemplo, cuando uno escucha hablar a alguno de los sobrevivientes de la tragedia de los Andes, cuando cuentan que atendían a sus compañeros moribundos hasta último momento aún sabiendo que eso les insumía sus pocas energías, entendemos que ellos, aunque la palabra no se diga, son abanderados de la resiliencia, porque su actitud digna y humanitaria les permitió rescatar la esencia de los que quedaron, no avergonzarse de prejuicios y poder brindar hasta la actualidad un testimonio que nos sirve a todos…y seguramente, ellos pudieron encontrar algo tan fundamental como el sentido de la vida.

Hoy nos referiremos al esquema de la casita de la resiliencia

Víctor Frank fue un médico neurólogo austriaco, deportado por los nazis junto a su esposa y sus padres. Mataron a su esposa y sus padres y él vivió en campos de concentración hasta el final de la guerra.

Después, Víctor se dedicó al ejercicio de la medicina hasta alcanzar numerosas distinciones y escribir muchos libros de los que se destaca EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO. S en este libro en que Frank habla de encontrar un sentido a la vida frente a la adversidad y como un factor de fortaleza humana, ese sentido que nos sostiene aun en los momentos en que de otro modo podríamos creer que todo está perdido.

En la casita de la resiliencia, imaginemos juntos el dibujo!!! Hay un subsuelo donde se encuentran los pilares del cimiento, estos cimientos junto con el sótano representan los cuidados básicos que necesita una persona para sobrevivir, (simplemente seguir viviendo) que son el abrigo, la comida como cuidados esenciales. En ese mismo subsuelo también tenemos UN VÍNCULO FUERTE que nos aferra a la vida, como pueden ser son los padres o ese ser significativo que es el tutor de resiliencia quien nos ayudará a comenzar a subir. En la planta baja se encuentran LA CAPACIDAD PARA DESCUBRIR Y EL SENTIDO DE LA VIDA. La capacidad para descubrir es esencial para poder ver las cosas que nos interesan, las que a pesar de la dificultad nos hace darle sentido a nuestras vidas. Ese sentido de la vida puede encontrarse en cosas muy básicas, muy pequeñas pero que nos ayudan a saltar hacia arriba, a resiliar.

Por ejemplo, una mujer que se encuentra postrada y con cataratas e los ojos es llevada a operar por su hija. Con la operación puede volver a leer, ver el paisaje por la ventana y hasta señalarle a la empleada que en ese rincón hay una telaraña. Parece simple, pera las cosas tienen una dimensión subjetiva. Uno puede ver como hay gente que gasta fortunas en vacaciones o en spas y vuelve desilusionada o mas cansada.

Una madrugada, una mujer me llamó para solicitar ayuda, y me dijo, "soy una discapacitada de la vida", sucedía que le había perdido el sentido. Hace unos días me llamó para decirme que lo estaba recuperando y recuperando a "la mujer que habita en ella"

En los niños, es más fácil que ellos encuentren ese sentido a sus vidas; suele alcanzar con sólo facilitarles, amorosamente, un juego, no importa que sea caro, se puede jugar observando el vuelo de una mariposa e imitarla, o tratar de que se pose en su mano.

Así, podemos seguir subiendo hasta el primer piso de la casita, pero recordemos, si no encontramos un sentido a la vida, la subida por las escaleras será difícil.

Subimos al primer piso y encontramos la posibilidad de cultivar la flexibilidad, el buen humor y la autoestima, elementos fundamentales para seguir descubriendo las capacidades, ya que en estado de apertura empezamos a sentirnos capaces de…….por ejemplo, aprobar exámenes, adelgazar para cuidar la salud, soportar la quimio para curarme de un cáncer, sostener un trabajo, aprender a pintar, aprender a expresarme, gustar de las comidas, disfrutar de un concierto, conseguir amigos, terminar la carrera postergada, pensar en alguien en quien amar.

Una vez que estamos en el segundo piso, sólo nos falta trepar hasta el altillo donde se encuentra una pérgola, sin cerramientos donde entra y el viento, el sol, nuestras ideas, porque ese último piso el proceso de nuestras fortalezas se vuelve dinámico y las posibilidades fluyen día tras día para hacer de la vida eso que tiene sentido, mas allá de las prueba que tengamos que afrontar, porque ya estamos fuertes, la vida ya no es un hecho traumático sino a lo sumo, una sucesión de pruebas. Y no es lo mismo afrontar una prueba que afrontar un trauma.

Los invitamos a revisar y construir nuestra propia casita de la resiliencia.

Recordamos???………….

Teniendo presente que para cada paso hace falta darse el tiempo y tener a alguien en quien confiar, al menos hasta el momento de poder confiar en nosotros mismos.

 

La palabra FRACASO que muchos usan para expresar la falta de realización y el desánimo se puede revertir de manera creativa, como así también reducir el dolor.

Yo, fui transformando el dolor en el cuerpo y sus limitaciones en una FUENTE DE CREACIÓN, y no sólo eso, sino que pude AYUDAR A OTROS a hallar dentro de sí LA FUERZA PARA LA RESILIENCIA, que a veces, es el arte de juntar los pedazos.

La palabra FRACASO que muchos usan para expresar la falta de realización y el desánimo se puede revertir de manera creativa, como así también reducir el dolor.
            Yo, fui  transformando el dolor en el cuerpo y sus limitaciones en una FUENTE DE CREACIÓN, y no sólo eso, sino que pude AYUDAR A OTROS a hallar dentro de sí LA FUERZA PARA LA RESILIENCIA, que a veces, es el arte de juntar los pedazos.
           LA palabra, RESILIENCIA que nació no hace muchos años, alude A LA CAPACIDAD HUMANA DE SALIR RENOVADO DEL DOLOR y de SUPERAR LAS CRISIS HALLANDO EN ELLAS la FUENTE DE  los cambios. Pero… tengamos en cuenta esto: NO ME VUELVO RESILIENTE EN UN CURSO ACELERADO.
El trabajo sobre sí requiere del PROCESO DEL TIEMPO. Y del CORAJE PARA MIRAR la dificultad  DE FRENTE.
LA VIDA TIENE UN GRAN SENTIDO, HAY QUE SABERLO BUSCAR CON SIMPLEZA.