Cada vez con más frecuencia leemos y escuchamos sobre esta entidad que afecta a un importante número de personas. El padre Mateo Bautista nos dice: “El Síndrome Post-VACACIONAL puede ser también un Síndrome Post-VOCACIONAL. Lo que se hace, cómo se trabaja, cómo se relaciona uno…realmente ese gusto de la persona, ¿está llenando su alma, su existencia? O ¿Hay vacíos y lagunas en nuestra vida?
Agrega también que “es muy importante que cuando nos sintamos con estos síntomas postvacacionales el reconocer que hay gente que me quiere, que me apoya, que me quiere feliz…que me quiere ayudar. Y ahí está sobre todo Dios, con su gracia, con sus muchas manifestaciones. Y Dios nos ha creado para la felicidad. Dios me ha creado para la realización, para hacer felices a los demás. Tengo el deber y la obligación de ser autorealizado y feliz”.
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