El uso adictivo de las pantallas

miércoles, 7 de mayo de 2025

06/05/2025 – El padre Fernando Cervera abordó el tema de las pantallas y las redes sociales en su aspecto adictivo. “Es clave la presencia de los adultos en la vida de los adolescentes y niños. No se trata de sobreproteger y prohibir todo, pero se requiere que la tecnología no tenga un uso libre por parte de los chicos. Si vamos a los efectos mas observadores en el uso exagerado de la tecnología está la alteración del sueño y afecta el rendimiento escolar y en el juego. También la sobrestimulación a las pantallas suele adelantar la pubertad de forma precoz. A veces se dan cambios solamente psicológicos y otras veces pasan por lo físico. Por eso es importante conservar los ritmos propios de la niñez. Otro de los problemas que genera todo esto impacta en el sistema ocular. Los chicos tienen la sensación de no poder estar sin el celular, el impacto emocional es muy grande. Estamos en una cultura sobrecargada de imágenes que transmite sobre todo a través de ellas”, resumió el padre Cervera.

“La posibilidad de expresar lo que se piensa o se siente es algo que se va postergando, dañando el proceso de crecimiento de los chicos. Vemos en los chicos una notable incapacidad de espera, lo que los lleva a frustarse. Están muy atentos a lo que los otros digan de lo que se publica en las redes. En definitiva, hay una sensación de conectividad permanente pero difiere de lo que si es un diálogo o un encuentro cara a cara. En el caso de los jóvenes, todo es acción y reacción. Hay muchas conductas negativas que se estimulan desde las pantallas como mostrar cosas morbosas, agredir a otras personas desde el anonimato o simular cosas. Todo esto va generando un mundo de fantasía que es ajeno a la realidad del contacto. No existe una real vinculación que pueda tramitar incluso las dificultades en las relaciones. Hay un recurso a lo mágico, pensando que el joven puede hacer con el otro lo que quiera. Se trata de tratar al otro como un objeto al que puedo agredir, al que puedo seducir o puedo engañar. Lo que aparentemente es muy fácil después termina siendo un problema porque se genera una dependencia y porque las consecuencias de estos actos existe. Otra de las cosas que se alteran son la creatividad y la posibilidad de simbolizar, algo que está asociado al juego en los niños y adolescentes. Es que la tecnología da todas las respuestas y anula el juego, facilitando todo”, indicó el especialista.