En una nueva emisión del ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”, junto al padre Javier Soteras, continuamos la reflexión en torno al Documento Conclusivo de Aparecida, que lleva por tema “Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos tengan en Él vida”.
04/10/2024 – Desde el capítulo 8 se invita a la reflexión sobre el Reino de Dios y la promoción de la dignidad humana. En esta ocasión, abordamos desde el punto 396 lo referido a la opción preferencial por los pobres y excluidos y la invitación a renovar la pastoral social para la promoción humana integral.
Desde los primeros párrafos, el Documento ratifica la opción preferencial de la Iglesia por los pobres y explica que dicha preferencialidad implica que debe atravesar todas las estructuras y prioridades de las pastorales. En ese marco, suma la reflexión sobre la cultura del disfrute y el consumismo individualista que se promueve actualmente, lo que puede generar el riesgo de que la opción por los pobres se resuma solo a un plano teórico o emotivo, sin una verdadera incidencia en los comportamientos y en las decisiones.
Por eso aclara: “es necesaria una actitud permanente que se manifieste en opciones y gestos con cretos, y evite toda actitud paternalista. Se nos pide dedicar tiempo a los pobres, prestarles una amable atención, escucharlos con interés, acompañarlos en los momentos más difíciles, eligiéndolos para compartir horas, semanas o años de nuestra vida, y buscando, desde ellos, la transformación de su situación”. En esa misma línea, el Documento Conclusivo de Aparecida postula la necesidad de trabajar por una renovada pastoral social que contribuya a la promoción humana integral.
Al respecto, para comprender el valor de la tarea pastoral, cita a San Juan Pablo II: “aunque imperfecto y provisional, nada de lo que se pueda realizar mediante el esfuerzo solidario de todos y la gracia divina en un momento dado de la historia, para hacer más humana la vida de los hombres, se habrá perdido ni habrá sido vano”. Ya que, como cristianos, no debemos olvidar que todo proceso evangelizador implica la promoción humana y la auténtica liberación, desde la nueva vida en Cristo que transforma.
Podés ver el programa completo en el video que acompaña esta nota