No se nos llama en primera instancia a la actividad. Nuestra vida no consiste únicamente en transformar el mundo; si así fuera, quedaríamos atrapados en un círculo sin fin.
Si queremos transformar el mundo tenemos que empezar por amar y por abrirnos a la experiencia del amor, de lo infinito; experiencia tan frágil que empieza por un suave susurro de paz. Ahí, en unos momentos de oración o después de haber recibido el cuerpo y la sangre de Jesús, percibimos los primeros llamamientos del Espíritu al banquete de bodas; al encuentro con el Esposo; a la unión con el cordero.
Jean Vanier
en “No temas amar”
02/05/2024 – Esta semana compartimos una nueva edición del ciclo “Bien de paz” junto a la Comunidad Belén, una comunidad…
Como cada miércoles continuamos con el ciclo: “Escuela para Familias” junto al Padre Mario Oscar Llanos (Doctor en Teología Pastoral;…
02/05/2024 – Las nuevas líneas de crédito hipotecario anunciadas la semana pasada representan una oportunidad para quienes buscan comprar, refaccionar…
03/05/2024 – 10 Moisés dijo a Yavé: «Mira, Señor, que yo nunca he tenido facilidad para hablar, y no me…
06/05/2024 – Cada semana compartimos la vida, obra y legado de laicos, religiosas y consagrados, hombres, mujeres y niños de…