“En cada bautismo la Iglesia es purificada por Cristo”, dijo fray Jorge Scampini

jueves, 16 de septiembre de 2021
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16/09/2021 – En “Iglesia, Palabra y Misión”, fray Jorge Scampini, profesor de eclesiología y sacramentos en el Centro de Estudios de Filosofía y Teología de la Orden de Predicadores y de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, habló de la santidad de y en la Iglesia. “La santidad es uno de los atributos de la fe católica. Es una santidad que participa de la santidad de Dios en la fragilidad humana, esto es un misterio. La Iglesia es santa. Este es el primer atributo que se le da a la comunidad eclesial y ya se muestra presente en el siglo segundo. Pero la santidad de la Iglesia tiene un origen bíblico. En el antiguo testamento, la santidad ya aparece en la alianza de Dios con su pueblo elegido. Para el pueblo hebreo esto significaba separación y pureza, porque era un pueblo cuyo dueño es Dios, que es santo. Esto demuestra que toda realidad santa es en relación a Dios y que la santidad es un concepto relacional”, expresó el religioso.

“En el nuevo testamento, aquello que se decía del pueblo judío se traslada a la Iglesia, pero con la novedad de Jesús y su Espíritu. Lo que Cristo comunica es llevado por el Espíritu hasta nosotros. Hay infinidad de textos en el nuevo testamento que hablan de esto. El bautismo es el cumplimiento de la santidad, en cada bautismo la Iglesia es purificada por Cristo.  Y esto define que la Iglesia le pertenece a Dios, hemos sido elegidos por Él, hay una alianza y una consagración, y el Espíritu Santo mora en nosotros. Todo esto es iniciativa de Dios y hecho posible por su gratuidad. Por esto estamos invitados a vivir una vida santa. “Sean santos porque yo soy santo”, dice Jesús. Y  la vida del cristiano es un culto, es un llamado a consagrarnos a Dios. La santidad vivida por cada cristiano es corresponder en definitiva a la santidad de Dios, que nos viene de Él. La asamblea de los pecadores es el cuerpo de Cristo y la carne frágil es templo del Espíritu Santo. Esto es llevar el gran don en vasijas de barro, como dice san Pablo. Y la Iglesia pide perdón en reiteradas oportunidades, lo ha hecho y lo hará”, sostuvo Scampini.