13/12/2018 – Héctor Zurita es Mexicano, vive en la ciudad de México y estudia Negocios Internacionales. En Julio del 2016, al finalizar su escuela secundaria, decidió emprender la aventura de su vida: dedicar un año a buscar a Dios, a través de voluntariados en diferentes partes del mundo y peregrinaciones a los lugares santos. Con su cámara registró sus aventuras y aprendizajes, para compartirlo con otros.
Héctor cuenta que todo comenzó con sus padres: “Ellos siempre me motivaron a mí y a mi hermano a vivir nuestra fe realmente, no como algo aburrido, sino algo muy activo y desde siempre fuimos misioneros. Al terminar la preparatoria comenzaron a hacerme preguntas importantes: ¿Qué es lo que vas a hacer después? ¿cuáles son tus planes?. Mis papás son muy aventuraros y siempre me invitaron a buscar más, a romper las barreras, y fue gracias a ellos que se fueron despertando estas aventuras”.
Se dio cuenta que para ser feliz necesitaba dos cosas: salir al mundo y entregarse a los demás. “Qué mejor forma que hacerlo en voluntariados, para poder encontrarme con mi fe y compartir con personas que también comulgaran con lo mismo que yo. Y todo comenzó en la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia”.
“Me traje el hecho de qu enunestra fe es universal y que hay más jóvenes deseosos de vivir la fe también con diversión, con aventuras, escalar montañas, viajar, conocer, enamorse… Nuestra fe es una fe viva y no es una fe de arrinconarnos, sino una fe activa y de compartir. También me traje un testimonio grandísimo de todos estos jóvenes católicos en diferentes lugares.
Quien se ponga una meta, se pone a trabajar y puede lograrlo. Lo importante es nunca quedarte en el viaje, sino poder bajarlo en la realidad. Lo aprendí con las Hermanas de la Caridad: Calcuta hay en todas partes y cada uno de nosotros tiene su propia Calcuta, entonces regresar a casa y entregarns completamente y amar completamente, también en nuestros hogares para ser verdaderos testigos.
“Dejé mi ciudad natal de provincia y me vine a México para poder estudiar. Y me dije: todo lo que aprendí, estos grandes dones que me dio Dios, los tengo que aplicar en mi día a día. Y si yo fui peregrino tengo que seguir siendo peregrino hoy y misionero, en donde esté. Entonces continuar usando mis redes sociales para compartir esta gran fe” comentó.
¿Hace falta recorrer el mundo para conocer a Dios? No. “Las experiencias de Cristo están en la punta del Himalaya y también afuera de tu casa” dijo Héctor.
El diálogo con Héctor fue justo en la noche del 12 de diciembre, en que se celebra la fiesta de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y de América. “Fuimos caminando con mis amigos durante varias horas para llegar a la Basílica y cantar a las 12 de la noche las Mañanitas a la Morenita”
“Imagínense compartir ese momento tan especial con la Virgen junto a otros 10 millones de peregrinos, por una misma fe y apasionados por una misma madre. Desde que comenzó diciembre vinen personas de todo el país y hay danzas típicas, hay ofrendas, y vienen a pedir por alguna necesidad y muchas veces también para dar gracias, porque como es el final de año, agradecer el año vivído y pedir por el año que comienza”.
“La Virgen de Guadalupe verdaderamente nos marcó a todos, y se dice que no hay mexicano que no sienta esa figura de Madre en la Virgen de Guadalupe”.
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