Escuelas católicas con idearios católicos

miércoles, 8 de julio de 2020
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Foto: Ana Carolina Parma, presidenta de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica (JAEC)

08/07/2020 –  En realidad, el titulo de esta nota debería ser “Escuelas católicas con idearios católicos, es decir, respetuosos de la dignidad de toda persona”.

Ese sería el título y el resumen del tema que, en realidad, quiere dar o plantear respuestas a un montón de dudas y preocupaciones que surgieron en las últimas semanas, a partir de una serie de denuncias o cuestionamientos que se le hicieron a los colegios del movimiento Fasta (Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino).

Hace un año, la Congregación para Educación Católica de la Santa Sede, publicó el documento “Varón y Mujer los creó; donde se dan pautas claras acerca de la Ideología de Género, pero también del modo en el que estas instituciones tienen que abrirse al diálogo con la cultura, y cómo se puede hacer llegar esta información de la antropología cristiana al mundo educativo.

Puntualmente ese documento plantea «ofrecer algunas reflexiones que puedan orientar y apoyar a cuantos están comprometidos con la educación de las nuevas generaciones para poder abordar metódicamente las cuestiones más debatidas sobre la sexualidad humana, a la luz de la vocación al amor, a la cual toda persona es llamada».

Como dice el documento, no cabe duda que los padres y educadores están ante una verdadera emergencia educativa en todo aquello que afecta a los temas de afectividad y sexualidad, pues en muchos casos se han propuesto caminos educativos que «transmiten una concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra, pero que en realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la justa razón», creando una profunda «desorientación antropológica» en los padres y educadores sobre estos temas.

Tanto unos como otros se enfrentan al desafío que supone la Ideología de Género, que esencialmente niega la diferencia sexual entre hombre y mujer, ya que el sexo no se define genéticamente, es decir en el nacimiento, sino que se construye según los deseos individuales. Soy varón o mujer, porque es lo que siento y quiero ser. Esto socaba el fundamento antropológico de la familia, al separar drásticamente la diversidad y complementariedad biológica entre varón y mujer.

Al abordar esta cuestión, ésta no puede ser valorada al margen de la educación al amor, según se define en el Concilio Vaticano II, en donde se especifica que la educación sexual debe responder «al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, a la vez que sea conforme a la cultura cristiana».

Por todas estas cuestiones hay inquietudes en las instituciones, en las familias y en los laicos y en la opinión pública, relacionadas con el establecimiento del ideario de cada institución, cómo “administrar” o manejar los conflictos que pueden darse, etcétera.

En contacto con nuestra emisora, la profesora Ana Carolina Parma, presidenta de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica sostuvo: “El ideario es una constelación de valores completa, que es pública porque toda institución cuando se organiza establece un marco para su accionar. Declara como entienda la realidad, la da a conocer y la publica. Entonces, a quienes transitan por las instituciones no los toma desprevenidos este contexto”. 

Parma también destacó: “Nosotros, como todo servicio educativo, llevamos adelante la educación pública de gestión privada y, dentro de la gestión privada la confesional. Nuestros idearios siempre van a estar inmersos en una sociedad con sus normas jurídicas vigentes. Lo que hacemos nosotros, verdaderamente, es dar a conocer nuestras definiciones pero nuestras definiciones, como el propio Evangelio nunca van a buscar el mal de nadie”.

 

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