Texto 1:Después de veintiún siglos de historia, Cristo es una figura que escapa del mero ámbito religioso. Es un personaje de la historia universal y de las distintas culturas. Ya no pertenece sólo al cristianismo. Ha escapado del mundo de la fe. La ciencia y las artes se han ocupado repetidamente de Él. Constituye una fuente de inspiración constante. Es una figura tan universal que trasciende credos, valores y fronteras.
Ciertamente en la representación de Cristo, los seres humanos y los siglos hemos proyectado en Él nuestros mejores alcances y posibilidades. Hemos sublimado e idealizado en Él todos nuestros sueños de heroísmos, de entrega a los demás, de fraternidad, de mensaje universal de paz y reconciliación.
Mientras que el siglo XX se sentía orgulloso de su descreimiento y ateísmo -tanto teórico como práctico- el siglo XXI y la cultura presente llamada “posmodernidad”, no son insensibles al sentimiento religioso; al contrario, hoy se cree en todo de muchas maneras. Hay una variada muestra tanto de irreligiosidad como de sentimiento religioso. Hay quienes son indiferentes, religiosamente hablando. Hay quienes han dejado de practicar y vivenciar la fe que recibieron. Otros la han cambiado. Hay quienes son escépticos o descreídos. Hay otros que son agnósticos, encuentran tanto razones para creer como razones para no hacerlo. Hay quienes buscan religiones nuevas y alternativas. Hay quienes se sienten cansados de las viejas estructuras religiosas y quienes se han escandalizados de las debilidades de personas religiosamente representativas. Hay quienes son “fundamentalistas” en cuestiones religiosas. Hay quienes ideológicamente se sienten de “derecha” o de “izquierda” en materia religiosa. Hay quienes admiran a Cristo pero no dan crédito a los cristianos. En el nombre de Cristo también se han cometido atrocidades y se han justificado todo tipos de acciones. Algunas injustificables por cierto.
A nosotros nos hace bien pensar que lo que nosotros creemos de Cristo es lo único válido. En el presente existe un importante dialogo interreligioso y diálogo ecuménico. El diálogo interreligioso es el diálogo hacia afuera de las fronteras de nuestro catolicismo e incluso de nuestro cristianismo, un encuentro con otras religiones. El dialogo ecuménico es el diálogo hacia adentro de las grandes religiones históricas y de las más importantes tradiciones religiosas del mundo.
La cuestión religiosa no un tema menor en el siglo XXI. Es preciso pensar a Cristo desde otro lugar y contemplarlo con otros enfoques.
¿Vos podrías describir cómo es tu Cristo, el Cristo de tu fe?; ¿Qué sabés de la experiencia de Cristo de otros que no comparten tu fe?; ¿Sabés cómo lo ven, cómo lo sienten y cómo lo experimentan?; ¿Cómo es el Cristo que no conocés, el Cristo de los otros?
Texto 2:
Con frecuencia usamos para el Señor el nombre de Jesús o el de Cristo casi indistintamente como si fueran sinónimos. Sin embargo, aunque las dos denominaciones sean correctas, no son idénticas. Jesús es el nombre que -según el Nuevo Testamento- significa “Dios salva”, nombre que le fue dado por el ángel cuando José tuvo la aparición donde se enteró del embarazo de María. Cristo, en cambio, es el título de Mesías. Cristo es una palabra que significa "ungido”, hace alusión a la unci&oa