Evangelizar la imagen de Dios

jueves, 3 de mayo de 2018
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03/05/2018 – Hoy, en el Evangelio, Jesús, es interrogado por Felipe “Muestranos al Padre y eso nos basta”. Jesús dice “quien me ha visto a mí, ve al Padre.” Una cosa es escuchar hablar de Dios y otra es tener experiencia de Dios como padre. Jesús les dice que quien ve a Él, ve al Padre, por tanto los discípulos estan haciendo experiencia de paternidad de Dios. El lugar en donde Dios Padre se muestra en Cristo es la fraternidad.

 

Catequesis en un minuto

Jesús dijo a Tomás: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”.
Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”.
Jesús le respondió: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: ‘Muéstranos al Padre’?¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras.
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras.Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre.”Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré. 

San Juan 14,6-14

La imagen de Dios

A veces cuando queremos hablar de Dios, recurrimos a la noción que tenemos de él. En vez de expresar la imagen por la que vivenciamos su presencia. Es en el compartir, en el revisar, en el volver con humildad a recomenzar desde el amor cuando podemos ir creciendo en el vínculo con Dios. Ese vínculo con el Señor crece cuando nos dejamos hacer por Dios.

La idea de Dios no se refiere necesariamente a la vida y la experiencia. De hecho hay teólogos, grandes conocedores de Dios, pero que no tienen experiencia de Dios. La noción no es la idea. Dios es más que la idea.

En tiempos de ateismo ideológico, práctico, en tiempos de fundamentalismo, de materialismo el ambiente invita a veces hasta urge a que muchos hombres tengan ésta pregunta en su corazón ¿Quién es el Dios verdadero? ¿Dios existe? Si existe ¿cómo saber con seguridad que es así? ¿ Dios es real o es un invento de nosotros para consolarnos frente a cosas y situaciones que nos superan? ¿No es una evasión al problema de la convivencia humana, del hambre, de la injusticia, de la guerra, etc?

Nosotros en nuestra fe cristiana respondemos que vivimos, nos movemos y existimos en Él y proclamamos la dicha de creer y llamamos a otros para que igualmente crean. Pero la creencia para que sea atractiva y convoque a otros supone una clara expresión de aquello en lo que afirmamos nuestro creer y mucho más una auténtica expresión que manifiesta una fe que se hace testimonio. Esta posibilidad surge cuando la imagen de Dios está bien formada en nosotros, cuando no hemos recortado ni lo hemos hecho a nuestra semejanza, a nuestra pobre semejanza humana.

Nos damos cuenta de que dimos en el blanco, que dimos en el centro, que es real nuestra experiencia de vinculación con Dios cuando los frutos y los efectos que ha dejado en el corazón son: paz, armonía, serenidad, vínculo fraterno, experiencia de la misericordia para con uno mismo y para con los demás, esperanza en la lucha en las cosas de todos los días, deseos de poder cargar con el peso de la propia existencia, espíritu de colaboración y de servicio para con los demás. Cuando todo esto va dejando una huella en nuestro corazón es porque el paso de Dios ha sido real.

Catequesis completa