Evolucionismo y Fe

viernes, 15 de enero de 2010
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            Daría la impresión de que habría algún conflicto entre nuestra interpretación religiosa sobre el origen del hombre y los datos y la reflexión que arroja el mundo de la ciencia, cuando afirma que el hombre es fruto de una evolución que se ha llevado a cabo a través de miles de millones de años. Este conflicto tiene como distintos ejes y distintos puntos, pero fundamentalmente se enmarca dentro de lo que es el diálogo entre ciencia y religión, diálogo sumamente fecundo que la Iglesia viene tratando de encarar desde hace muchos años, en ocasiones ha pretendido silenciar en ese diálogo con su palabra religiosa, voces científicas de envergadura y en muchos casos ha tenido que pedir perdón, y sigue buscando cual es su lugar y cual es la fecundidad que en este diálogo puede encontrarse para bien de todos.

 

GL: ¿Cuáles son los desafíos en el diálogo entre ciencia y religión en general?

 

LF: Asistimos nosotros a una época nueva bastante interesante. Después de aproximadamente tres siglos de conflictividad en los que las ciencias experimentales que nacieron de una manera más  estructurada en estos últimos se opusieron a la visión teológica, un poco como crisis de crecimiento y maduración, no solo en el plano de la biología como es el caso de la evolución, sino también en el plano de la física.

            Afortunadamente estamos en una época nueva en la cual por un lado la ciencia misma a través de su propia auto reflexión ha considerado que tiene límites metodológicos, que no puede decir todo sobre todo, y además que está muy situada culturalmente, entonces cuando hay algo que contrasta su teoría, debe reformarla (ensayo-error). Todo esto la hace un poco más humilde: no es esa ciencia positivista del S XIX que consideraba que podía decir todo sobre todo, y los demás éramos como “primitivos”, sobre todo los que planteábamos cosas de la religión.

            También las Instituciones religiosas “bajaron en copete”. En el caso de Galileo: después de un proceso complicado e injusto, donde no se distinguía bien el mensaje revelado bíblico del método científico, tarde pero seguro, 400 años después llegó el pedido de perdón.

            En el caso de la evolución también hay que aclarar que han salido noticias en periódicos diciendo que la Iglesia atacó a Darwin, y esto no es así. Creo que en este tema, a quien tenemos que pedirle perdón es a Teilard de Jardín, jesuita paleontólogo que murió en el año 55 y que fue quien abrió un poco el tema de relación entre creación y evolución, y quien no pudo publicar sus artículos religiosos hasta después de muerto. En sus escritos fue más allá de los razonamientos y las reflexiones a veces duras que exige tanto la teología como la paleontología o la biología Transmite con sus palabras toda la belleza propia de un mìstico.

            Años después, Juan Pablo II formuló en un discurso la idea de que la evolución es más que una hipótesis. De manera que hubo un proceso de maduración en la teología y en el magisterio en particular, que permitió ir integrando la visión evolutiva dentro de la visión del mundo propia de la teología de la creación.

            Científicamente, decir que algo es “más que una hipótesis” es decir que hay un caudal de evidencias que impiden negar el hecho de que hay una historia de la vida. Otra cosa son las teorías explicativas. Pero la afirmación de Juan Pablo II señala básicamente que no podemos negar que hay una gigantesca historia de la vida y del cosmos, que es tal el material que va convergiendo que hacen que eso sea una verdad casi de hecho, más allá de las explicaciones. Es decir: se acepta la idea de que hay una gigantesca historia del cosmos de 13 mil millones de años o más, y también de la vida del hombre.

            ¿Dónde está el conflicto entre esta “más que hipótesis”, entre este caudal de evidencias de que la vida se ha ido desarrollando a través de una larga historia donde aparentemente una especie ha dado pie a otra y así sucesivamente, y dentro de esa historia aparece el hombre. ¿Dónde estaría el conflicto con la religión, con la fe católica?

 

LF: Ha habido varios núcleos de conflicto. Uno que no es tan común entre nosotros pero estuvo: fue el bíblico. Recordemos que recién en el S XX la Iglesia admite la cuestión de los géneros literarios en la interpretación de la Biblia. Antes se solían leer bastante literalmente los textos, y ese fue por ejemplo el problema que tuvo Galileo Galilei con respecto a la visión del mundo. El literalismo, fundamentalismo, en la lectura del Génesis, por ejemplo, impedía tener una visión dinámica de la creación en miles y millones de años. Este problema entre los católicos está bastante más salvado, no así en otros lugares del mundo como en Estados Unidos, donde existe el movimiento llamado “creacionista” que son no solo los que admiten la creación sino los que leen literalmente el génesis: 6 días fueron 6 días. Y por el peso que Estados Unidos tiene en el mundo, es un conflicto instalado y que además ha sido trasladado al ámbito educativo y judicial: ha habido en Estado Unidos al menos 3 juicios muy grandes para ver si se puede enseñar evolución en las escuelas –durante la presidencia de Busch estuvo prohibido enseñar el evolucionismo en algunos Estados-. En el Cañón del Colorado se sacaron carteles que hablaban de las distintas eras geológicas. Allí es donde se notan los problemas bíblicos que afectan la lectura de la realidad: cuando hay una lectura literalista o fundamentalista es imposible admitir, por ejemplo, que haya habido una historia de millones de años. Hay algunos creacionistas que intentaron hacer un concordismo con la ciencia y hablaron de una manera muy forzada y hablaron de eras geológicas para hablar de los 6 días. Esto no deja de ser concordismo, es decir, tratar de pegar de una manera artificial: tal era corresponde a tal día.

 

GL: ¿Qué es la “interpretación literal” de la Biblia, que es la madre de todo este conflicto? Cuando aparece la teoría de la evolución, Darwin estuvo muchísimos tiempo con miedo a publicar lo que la evidencia decía a gritos, justamente porque en su época la Biblia se interpretaba literalmente.

 

LF: Como lo dice la palabra, es interpretar al pie de la letra. Por ej: Si Gn relata la creación del mundo en 6 días, la interpretación es esa, y no contempla por ejemplo que este texto –como otros- fueron escritos en un género literario particular donde no se buscaba una descripción científica del origen del mundo. En esto, la Iglesia Católica ha dado pasos asombrosos. Hay un documento de la Iglesia titulado “La interpretación de la Biblia” justamente explicando todas estas cosas. La interpretación literal de la Biblia es uno de los puntos del conflicto. Pero hay otros problemas

 

GL: Para explicar un poquito lo de “género literario”. Todos conocemos que la fábula es un género literario. En ese género, la interpretación que debe hacerse no es de la narración tal cual, sino de la moraleja: qué es lo que simboliza la moraleja. Por ejemplo, en la fábula de la tortuga y la liebre: su moraleja simboliza que muchas veces los perzosos, los que se duermen en los laureles, los que están muy convencidos de sus talentos, son lo que no llegan a su meta. Y el que trabaja con voluntad, constancia, perseverancia, a pesar de no estar dotado de tantos talentos, llega más lejos que aquel otro.

            En la interpretación de los textos bíblicos, se debe tener en cuenta qué género literario fue utilizado para saber si se debe hacer una interpretación literal o simbólica. El génesis no es “un libro de historia”, por tanto no puede hacerse de él una interpretación literal.

 

Participan los oyentes

          Lo intermedio entre evolucionismo y creacionismo sería ‘lamarquismo’. Estoy casi seguro del evolucionismo

LF: Lamarquismo es una teoría anterior a Darwin. Darwin no fue el que descubrió el tema de la modificación de las especies. El tema ya estaba un poco en el aire y Lamarque había hablado del transformismo, por ejemplo, hablando mal y pronto, que la jirafa había estirado el cogote porque las ramas en la pradera estaban cada vez más altas. Entonces hay una transformación en vistas a satisfacer necesidades. Pero Lamarque no explicó el mecanismo. Darwin fue el primero que postuló una interpretación más coherente

 

GL: ¿Cuál es otra de las dificultades –además de la interpretación literal de la Biblia- que surge entre evolucionismo y religión?

 

LF: Hay varias. Yo soy sacerdote y me preocupa en el ámbito de la catequesis este tema, que está latente y del cual estamos dando una doble versión a veces en la escuela. La tentación de la catequesis es a veces hacer un planteo simplista y en el fondo quedar en una lectura literalista. Pero los chicos crecen, después van a estudiar biología, física, van a entrar en contacto con las evidencias, y entonces van a entrar en crisis. A los chicos hay que decirles la verdad, y por eso es importante la teología, la reflexión teológica que acompaña a la educación.

            Releamos el Catecismo de la Iglesia Católica y vamos a ver que no nos invita a una lectura literal del génesis. La Iglesia no pide esa enseñanza, no la avala, no la promueve. En nombre de la Iglesia Católica, no podemos decir que el mundo fue creado en 6 días.

 

En el colegio, en los años 70 nos enseñaban que el evolucionismo no tenía problemas si teníamos claro que entre salto y salto (entre el primate y el homo erectus y luego el homo hábiles hasta llegar al homo sapiens), estaba la intervención divina

GL: según este comentario, a mi me da la sensación de que esta es la imagen de que Dios ‘pateó la pelota’ de la creación del cosmos, y cada tanto ‘interviene en la cancha y hace una jugada’

LF: acá estamos en el campo de la interpretación teológica. Lo que nosotros tratamos de salvar en primer lugar es que Dios es el Creador, y la evolución nos hace descubrir que hay cierto grado de autonomía de la creación. Es decir, Dios le ha dado cierta creatividad al mismo mundo que creó. No lo prefijó totalmente. Esa es la visión de fondo. Ahora, el cómo Dios va interviniendo: hay una teología inspirada en este tipo de perspectiva según la cual Dios va acompañando el proceso que en cierta forma es autónomo. Hace algunos años hay un planteo de la ciencia sin ningún tipo de connotación religiosa. Se llama principio antrópico, y señala que ‘si el mundo se originó hace trece mil millones de años aproximadamente. En ese momento debió estar todo tan sincronizado que trece mil millones de años después pudiese aparecer la vida y el hombre. Es decir, según este principio, hay una lógica desde los orígenes del universo hasta este momento. Podría no haber aparecido la vida, y sin embargo apareció.

GL: ¿Cómo un programa implícito?

LF: Los científicos nunca nos van a decir eso. Nos van a decir ‘es un hecho’. El hecho es que algo pasó que permitió esto y no otra cosa. No puro azar, no es todo aleatorio. Esa sería la lectura filosófica sobre este dato

 

GL: ¿Qué problema hay en pensar en una intervención ‘cada tanto’? Porque eso tampoco es lo que los teólogos más promueven actualmente.

LF: Yo diría que bíblicamente hay que pensar, siguiendo a San Pablo, que todo fue creado pensando en Cristo. Hay una especie de concentración de la Creación en Cristo. Entonces, más allá del mecanismo con el que Dios esté conduciendo esta creación, sin embargo debemos rescatar que todo este proceso tiene un sentido, y ese sentido está en relación con el amor de Dios al hombre, que incluye el misterio de la encarnación de Cristo. Podemos interpretar la acción creadora de Dios a lo largo de todo el proceso evolutivo de una u otra manera, pero no podemos prescindir, como personas de fe, que esta creación sea totalmente casual, donde no haya un designio y un amor del Dios creador. No es un proceso anónimo, impersonal, librado a sus propias fuerzas. De alguna manera, dejando un cierto margen de autonomía, es Dios el que orienta el proceso.

Teilhard de Jardín hablaba de un proceso de cosmogénesis, de biogénesis, de antropogénesis y finalmente cristogénesis. De alguna forma también todo centralizado en el misterio de Cristo.

 

También hay que recordar que la teoría evolutiva es presentada por los científicos de una manera muy reduccionista y muy materialista y azarosa que no da pie a la presencia de la trascendencia. Tanto nos echamos la culpa de errores respecto de científicos en el pasado, pero también tenemos que recordar que ciertas teorías evolutivas vienen encerradas en una especie de estructura muy acotada y muy materialista, como si ya estuviera todo dicho. Por ejemplo, un escritor que circula mucho hoy en Inglaterra es Richard Touskins, biólogo, que desde la biología intenta decir: ‘la evolución neo darviniana acabó con la idea de Dios o cualquier otro tipo de idea de ordenador o de principio que dirija. Pensemos en el guepardo, que levanta 100km/h, y el ciervo. Me niego a pensar en este Dios en las fauces ensangrentadas, este Dios que parece que ha creado una vida terriblemente trágica, cruel.

GL: La vida transcurre a través de hechos depredadores, porque el ciervo también come el pasto. ¿Cómo Dios va a crear una cadena tan cruel de asesinatos mutuos? Toukins no podía pensar en Dios como un creador de una maquinaria de sangre al hablar de la depredación de una especie por otra. Es lo mismo que en su momento escandalizó a San Francisco de Asís. ¿Qué respuesta  da la teología a esto?

 

LF: Hay que pensarlo también en relación a lo que es la vida del hombre. El ser humano ha sido creado por Dios con un destino biológico de muerte. Hay una caducidad del individuo, que también se da en la naturaleza. Quizá lo que debemos pensar es que Dios creó un mundo maravilloso, pero que incluye la ley de la caducidad y de la muerte –no definitiva, al menos para el ser humano-. Creemos en una resurrección final, en una transformación incluso del cosmos. De manera que no nos debería escandalizar la coexistencia o la presencia de violencia en el seno de la naturaleza. La guerra, el conflicto, la muerte está también en el seno de la vida. Dios creó un mundo en el cual está también presente el conflicto y la muerte, lo caduco. Incluso que especies vivan de otras especies. Y sin embargo sigue siendo maravillosa la creación, porque es una forma de crear seres contingentes pero pensando en un proyecto, en un designio más rico de transformación.

 

– Mi formación en un colegio católico no me permitió encontrarme con la verdad acerca de la creación del mundo y crecí con la idea de la creación en 6 días. Desde que comencé con mi formación como catequista me he dado con muchas verdades ocultas

GL: No le echemos la culpa a la Iglesia sino a la ignorancia de los que no leen los documentos. No es que la Iglesia oculta, es que nosotros no leemos, no nos informamos. En la década del 40 ya la Iglesia sacó un documento “Comisión bíblica Pontificia”, donde acepta la evolución, trata sobre los géneros literarios.

 

-¿Se puede decir que Dios dio energía a la materia y que dentro de ella puso vida, y que a través de millones de años la naturaleza se fue manifestando y conformando libre pero sabiamente por el Espíritu de Dios que Dios le dio?

GL: Yo me permito tomar esta pregunta para ampliar un poquito más, porque hay otra interpretación: Lo que evoluciona es la materia, y lo que pone Dios es la energía o el alma. Y esto lleva a un dualismo: la materia es como lo ‘bajo’, lo que surge del azar, y lo que realmente anima y da vida es lo que pone Dios. ¿Qué dicen hoy los teólogos respecto de esto?

LF: En primer lugar, hay teólogos que se informan de la ciencia. Descubre como cualquiera que se pone a leer que la vida es una cosa muy rara en el universo. No conocemos hasta el momento otra vida que no sea la del planeta tierra, y sí tenemos idea de que el universo tiene miles de millones de sistemas, galaxias, etc. probablemente haya vida en otros lugares. Lo cierto es que la vida es algo extraño y está ligado a la materia, sin duda. Uno de los aspectos que hoy se estudia mucho es el de la información que está presente en la materia. Hay toda una inteligibilidad que hace que la materia responda organizadamente de alguna manera, y está en la raíz de los procesos químicos y físicos. Entonces, la aparición de la vida está también relacionada con esta transformación, o esta transmisión informativa de la misma materia, y hay muchos físicos y químicos que hoy son partidarios de una teoría de la auto organización de la misma materia, intrínsecamente. Desde el punto de vista teológico podemos pensar en esto de ‘algo puesto’ por Dios desde el origen, que va auto creándose, buscando formas nuevas, en un mecanismo autónomo, interno, donde la conducción de Dios por ahí está reservada a ‘pequeños golpes’, ‘orientaciones’. Todo esto es muy misterioso, entra en el terreno de la hipótesis. Pero creo que sí es interesante aceptar que el mundo es mucho más autónomo de lo que nosotros imaginábamos. No es teledirigido. Entonces la misma vida, la aparición de la vida, de estas formas concretas de nosotros mismos, tiene una enorme autonomía.

 

GL: No entiendo una cosita ¿se puede pensar que la materia evoluciona y Dios pone el alma o la energía? ¿o no? Porque también mis células son alma ¿o no? No es que mi alma sea algo diferente a mi cuerpo. Digo esto porque el hombre fue hecho de barro y Dios insufla. Entonces ¿quién es el autor del barro? ¿quién modeló el barro’ ¿el barro no es alma? ¿el alma no es barro?

LF: En el pensamiento bíblico no existe esa dicotomía alma-cuerpo, que es más bien griega. Es mas bien esa corporeidad animada o vivificada. La cuestión alma-cuerpo el Magisterio la sigue manteniendo. Pío XII hablaba de la posibilidad de admitir la evolución del hombre, menos en la animación, en la aparición del alma, donde al ser espiritual debería haber un nuevo acto creador. Esto se sigue enseñando así y el sentido de esto es que se quiere salvar la originalidad de lo humano que se pone en lo espiritual como aquello emparentado con el mismo Dios, para salvar también la idea de que el hombre es imagen y semejanza de Dios y que es un ser único dentro del universo y de la creación.

                Es evidente que tenemos que reflexionar. Estamos hablando acá un poco más maduramente. En la teología, en la catequesis, de nuestros conceptos de alma y cuerpo la misma ciencia nos habilita a pensar que la materia tiene ya una información casi espiritual podríamos decir, y algunas ciencias contemporáneas como la neurología y todas las ciencias que estudian el conocimiento ponen aún más de relieve que esto del alma y el cuerpo no es algo muy separado. Uno toca un núcleo cerebral y dejan de funcionar algunas operaciones espirituales. Entonces, la interrelación que hay entre lo corpóreo y lo espiritual es evidente.

GL: Ni hablar de las enfermedades psicosomáticas: tocás algo del alma y se enferma el cuerpo, tocás algo del cuerpo y se enferma el alma

LF: Y podemos agregar la genética: en qué medida los caracteres que nosotros tenemos en el orden espiritual están relacionados con caracteres genéticos que hemos heredado y se pueden identificar. Tenemos que estar atentos a la genética, que está leyendo ahora el genoma humano, como si hubiera una especie de inteligibilidad o de información también en el material genético, que es material, y que determina rasgos, caracteres de lo humano en cuanto tal. Son todos temas interesantes y que nos obligan a repensar esta concepción del hombre como alma-cuerpo

GL: ¿Qué objetaría esto del genoma humano a la concepción alma-cuerpo como entidades separadas? Convengamos en que son distinciones que no se pueden obviar ni siquiera van a desaparecer del lenguaje popular: uno dice ‘me duele el alma’ y sabe que le duele el alma

LF: Mucho de lo que nosotros atribuimos al espíritu humano, a nuestra alma, está condicionado por genes heredados que vienen de una historia biológica que viene desde más allá de nuestros padres, y que va también hasta los animales. Entonces también hay una interrelación más profunda que la genética que está ayudando a descubrir. No estoy diciendo que no hay un elemento espiritual, sino que eso debemos concebirlo en una relación mucho más estrecha con las bases materiales del viviente y de la química y de la física incluso.

 

 

 

Apoyate en mi, sere tu brazo fuerte cuando sientas morir,

que sepas que yo siempre estare para ti,

que hay momentos feos, pero la vida es asi.

acercate ya, quiero ser tu panuelo cuando sientas llorar,

que en medio del dolor, no haya mas soledad,

que sientas que alguien te ama y que nunca jamas te dejara.

 

quien dijo que no habría tormentas que te golpearan, quien dijo que no habría amigo que traicionaran,

quien dijo que no habría momentos de dificultad, donde tu piensas que tu mundo se derrumbara,

quien no ha llorado alguna vez sintiéndose impotente?, porque es tan grande la barrera que tienes en frente,

escuchas voces de fracaso hablando a tu mente, y repitiéndote constantemente,

que nunca lo lograras, no te podrás levantar, que no hay razón de luchar,

que debes volver atrás, y te duele el corazón, se te nubla la razón,

se te escapa la pasión y hasta pierdes la visión.

hoy no es tiempo de rendirse, ni volver atrás,

todo en la vida pasa, no hay que desmayar,

tu lugar esta en lo alto vuelve a comenzar,

Dios te da en este momento la oportunidad

 

recuerda bien, sabes que en la noche mas oscura

es justo en el momento antes de empezar a amanecer,

todo acabara y la luz alumbrara, y tu cara brillara, mostrara felicidad,

se rompen las cadenas, se van todas tus penas, comienzas vida nueva,

tu fe se regenera, llega alegría a tu corazón, porque la tormenta ya termino.

ahora descansa, canta, sonríe a la vida, disfruta el regalo que te han dado desde arriba,

lo mejor esta por llegar, si tu lo crees lo recibirás,

en el camino encontraras todo lo que haz perdido,

lo que te han quitado y lo que nunca haz recibido,

abrigo en el frío, amor de padre a hijo, abrazo de un amigo, que estará contigo.

Isabel Valdez