Fiesta de santo Tomás, apóstol

lunes, 3 de julio de 2023

03/07/2023 – En el día de la Fiesta de Santo Tomás Apóstol, compartimos la catequesis junto al padre Daniel Cavallo:

Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.Los otros discípulos le dijeron: “¡Hemos visto al Señor!”. El les respondió: “Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré”.Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: “¡La paz esté con ustedes!”.Luego dijo a Tomás: “Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe”.Tomas respondió: “¡Señor mío y Dios mío!”.
Jesús le dijo: “Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!”.

Juan 20, 24 – 29

Compartimos realidades de incredulidad. ” sólo se cree lo que se ve”. Sin percibir que en la vida hay muchas realidades en las que creemos aunque no las vemos.

Jesús proclama una gran bienaventuranza ” felices los que creen sin haber visto”. Y Tomás es el apóstol que se identifica con este proceso de fe: ver al resucitado con ojos de fe.

Compartimos del Catecismo de la Iglesia Católica:

656 La fe en la Resurrección tiene por objeto un acontecimiento a la vez históricamente atestiguado por los discípulos que se encontraron realmente con el Resucitado, y misteriosamente transcendente en cuanto entrada de la humanidad de Cristo en la gloria de Dios.

657 El sepulcro vacío y las vendas en el suelo significan por sí mismas que el cuerpo de Cristo ha escapado por el poder de Dios de las ataduras de la muerte y de la corrupción . Preparan a los discípulos para su encuentro con el Resucitado.

658 Cristo, “el primogénito de entre los muertos” (Col 1, 18), es el principio de nuestra propia resurrección, ya desde ahora por la justificación de nuestra alma (cf. Rm 6, 4), más tarde por la vivificación de nuestro cuerpo (cf. Rm 8, 11).

Creer en Cristo resucitado no es creer en la vuelta a la vida de un cadáver, sino la plena participación de la vida divina. Esta es la proclamación de la auténtica fe cristiana.

Tomás lo confiesa tras haber conocido a Jesús de cerca y tras verlo muerto y resucitado.

Compartimos la oración a Santo Tomás:

Dios todopoderoso, concédenos celebrar
con alegría la fiesta de tu apóstol santo Tomás;
que él nos ayude con su protección,
para que tengamos en nosotros vida abundante
por la fe en Jesucristo, tu Hijo, a quien tu apóstol
reconoció como su Señor y su Dios, exclamando:
¡”Señor mío y Dios mío”!.

Que vive y reina contigo,
por los siglos de los siglos.

Amén.