Grupos Misioneros en Argentina

jueves, 8 de septiembre de 2011
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Somos misioneros porque hemos recibido un bien que no queremos retener en la intimidad. Es lo que todo ser humano necesita encontrar. Lo que hemos visto y oído reclama que lo transmitamos a quienes quieran escucharnos. La Iglesia existe para evangelizar. Tiene como centro de su misión convocar a todos los hombres al encuentro con Jesucristo (NMA 15).

La riqueza de la Buena Noticia reclama evangelizadores convencidos y entusiastas, como los primeros cristianos que daban testimonio de su fe con clara coherencia. Cuando somos testigos valientes y fervorosos, experimentamos que evangelizar es verdaderamente la dicha y la vocación propia de la Iglesia (NMA 16).

En la Argentina, desde hace muchos años, el caminar misionero se expresa en un fenómeno constante, con el nombre de Grupos Misioneros, que, ante la necesidad de la evangelización de grandes sectores de nuestra población, han nacido, nacen y renacen continuamente. Grupos de muy distintas formas de organización y compromisos, son muestras de la acción del Espíritu Santo en nuestras Iglesias Particulares, y como tales, señales de la juventud y dinamismo de la vida eclesial. Esta vitalidad se expresa año tras año en una corriente misionera admirada y admirable por su accionar evangelizador constante, manifestado también en encuentros nacionales, regionales y diocesanos.

Los Grupos Misioneros constituyen una gran riqueza en nuestro país, como expresión de una fuerte presencia misionera de tantos jóvenes y adultos que entregan su tiempo y sus capacidades al servicio de la Misión.