10/07/2020 – “Ver la emoción de ellos al recibir la visita de la Virgen, siempre dispuestos a rezar, dispuestos a la oración, ver la tranquilidad que les lleva esto, a nosotros nos llena mucho de emoción”, dijo Guillermo Gordillo, oficial Sub Adjutor del Servicio Penitenciario de Catamarca.
En Madre del Pueblo, el padre Marcelo Amaya, desde Catamarca continuó mostrando el rostro de la Virgen María presente en las realidades de nuestro país, en este Año Jubilar Mariano, que estamos viviendo y especialmente, en tiempos de Covid19. El padre Marcelo dialogó con Guillermo Gordillo, quien es oficial Adjutor que trabaja en el Servicio Penitenciario Provincial y también presta servicio en la Pastoral Carcelaria de Catamarca, haciendo un acompañamiento espiritual a los internos.
“Como catamarqueños, desde chicos somos devotos marianos por excelencia. Siempre acudimos a Nuestra Madre del Valle, cada vez que necesitamos o para agradecer también y eso se lo vive desde chico en la familia, mis padres, mis abuelos, toda la familia, son muy devotos a la Virgen“. “Siempre me llevaron desde chico a las procesiones de nuestra Virgencita del Valle, haciendo alguna actividad o simplemente peregrinando a lado de ella”, contó Guillermo.
“Fue un camino que fuimos haciendo, muy emocionante, vivimos muchas cosas al preparar el Congreso, lo hicimos pensando en que era lo que quería nuestra Madre, pero Nuestra Madre decidió otra cosa y ahora el acompañamiento es distinto”. “Nosotros nos fuimos preparando, también desde el Servicio Peninteciario, para vivir el Congreso de una manera distinta”.
“Nuestra Pastoral Carcelaria, es bastante atípica, está constituida por la capellanía del Servicio Penitenciario, compuesta por un capellán (Padre Dardo Olivera), un oficial a cargo del área (Guillermo Gordillo), y dos personas más que están a cargo, y con ellos realizamos todas las actividades de asistencia espiritual, tareas de misión, de evangelización”.
“Y la otra forma atípica de nuestro trabajo –completó- es que trabajamos mucho con la labor de los internos, trabajando para los otros internos, nosotros guiamos las actividades, pero son los internos los que llevan la Palabra, las tareas de misión, la oración, al resto de los otros internos alojados en otros lugares”.
Por otro lado, Guillermo Gordillo, describió la realidad del Servicio Penitenciario, diciendo que “Tenemos aproximadamente unos 570 internos, y los que participan activamente en las actividades pastorales, son unos 50 o 60 internos”, expresó. Y contó también sobre los cambios que se van produciendo en las vidas de nuestros hermanos privados de la libertad, al poder expresar su fe, “Uno va viendo los cambios y viendo que Nuestra Madre del Valle nos va abriendo las puertas en todos los lugares y va haciendo cambios muy significativos en las vidas de estas personas que están privadas de su libertad, pero que no dejan de tener estos sentimientos a Nuestra Madre”.
“Ver la emoción de ellos al recibir la visita de la Virgen, siempre dispuestos a rezar, dispuestos a la oración, ver la tranquilidad que les lleva esto, a nosotros nos llena mucho de emoción”, dijo Guillermo Gordillo, oficial Sub Adjutor del Servicio Penitenciario de Catamarca y miembro de la Pastoral Carcelaria.
Finalmente, Guillermo Gordillo, expresó su agradecimiento al personal del Servicio Penitenciario de todo el país y los invitó a trabajar también desde la Pastoral Carcelaria, ofreciendo su propio testimonio, “Es algo muy gratificante, yo lo vivo de esta forma, habernos acercado de esta manera y poder reconocer al Cristo en el otro, nos llena mucho más”, concluyó.
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