¿Hablar de la herida con naturalidad es hacer sufrir más?

viernes, 2 de julio de 2021
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Foto: Padre Mateo Bautista

28/06/2021- “No hay un recetario para acompañar a la persona que sufre, debemos adaptarnos a su madurez, a su espiritualidad, a su emocionalidad; porque sufrimos según somos y según hemos trabajado nuestros procesos de duelo”, remarcó el Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, quien nos acompaña cada lunes en el programa “Hoy puede ser”.

Diversos tipos de trabajo de duelo
Duelo natural: es el primer duelo que hacemos. Todos, desde niños, entramos en la dinámica de un proceso de duelo natural: cuando se ven caer las hojas del otoño, cuando se ve un animalito muerto, cuando vemos que hay una mañana-tarde y noche, etc. Asumimos que estamos en un ciclo donde hay cambios y hay muerte.

Duelo de psicoeducación: hay patrones de duelo que hemos recibido de nuestros padres y abuelos. Aquí es muy importante el ejemplo, cómo se habla, qué se dice y cuál es la actitud para afrontar el sufrimiento.

Duelo informativo y formativo: es importante que, en casa, en la escuela, se hable de cómo elaborar los duelos, cómo afrontar las tres heridas de la muerte, la vida y el amor.

Duelo anticipado: cuando ya se provee que hay una enfermedad, un conflicto. Es importante que lo que va a venir se hable, se dialogue, se escuche; no hay que esperar que llegue el golpe y el dolor.

Duelo de resistencia: cuando viene el sufrimiento en nuestra vida, hay que resistirlo, sufrirlo, saborear su amargura. Si yo mismo estoy en sufrimiento estaré más capacitado para afrontar, asumir, aceptar y pedir ayuda.

Duelo resiliente: estoy como doliente, pero debo asumir que soy doliente, hay una herida que la tengo que reconocer, sanar, cicatrizar.

Demos aprender de los niños
No podemos hacer un tabú de la muerte. A los niños hay que hablarles de la muerte con naturalidad, pero hay que acompañarlos. Hay que actuar con una presencia serena. Los niños hacen preguntas a los grandes y los grandes responden con niñerías. Los niños no emplean eufemismos, hacen un desapego sano en el amor, debemos aprender del duelo de los niños.

¿Hay que hablar con naturalidad desde la dimensión emocional de la herida?
Vamos a iluminar este tema con algunas preguntas: Los trabajos de duelo, ¿son para dejar de hablar del sufrimiento?; ¿es para dejar de pensar en el problema, en la dificultad, en el ser querido?; ¿elaborar los duelos es olvidar o para tener una esperanza serena?; ¿si empleo la palabra muerte estoy haciendo sufrir a los demás?.

¿Qué es más duro decir: cuando tú has “perdido” a tu ser querido o cuando ha “muerto” tu ser querido? Si digo que al ser querido lo he “perdido” en primer lugar mato la esperanza, mato una relación, mato una trascendencia, mato la realidad. La persona no es una cosa, nunca la podemos perder, no son propiedad nuestra. Si empleamos la palabra muerte y hemos hecho un camino de duelo, tendremos más naturalidad para trabajar nuestros duelos y para escuchar.
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.