Hacerse próximo para llevar a Dios

lunes, 20 de febrero de 2023
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20/02/2023 – En el ciclo de “Música y Anuncio”, Maxi Larghi nos habló de la nueva evangelización y el hacerse próximo del que sufre y está necesitando a Dios. El cantautor católico cordobés viviendo en Buenos Aires recordó que nació en el Valle de Traslasierra en una familia como cualquier otra. “En la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores aprendí a cantar para Dios”, sostuvo. Maxi empezó a cantar y escribir a los 13 años, les dijo a sus padres que quería ir a clases de guitarra. “Como hobby, empecé a escribir lo que iba viviendo. Al principio les escribía a las chicas que conocía. Cuando tenía 14 años me sucedió algo que cambió mi vida por completo: me encontré con Dios en un retiro en Villa Dolores que me tocó el corazón. De repente empezaban a aparecer Dios y María en mis composiciones” explicó Larghi.

“Seguí escribiendo, tocaba en las iglesias, me dijeron que tocara mis canciones en la radio. Los amigos que tenía y los músicos que conocía me preguntaban por qué no me dedicaba a la música, a pesar de que yo estaba muy enfocado en la abogacía. Pero no podía negra que había algo adentro mío que le encantaba”, agregó. Cuenta que empezó a cantar canciones que no eran religiosas en un ciclo que llamó “Maxi Larghi y amigos” y que lo llevó a tocar en diferentes boliches. “Siempre se llenaba de gente, pero una vez me invitan a tocar en Villa Dolores, en mi ciudad natal y se largó a llover. No fue nadie, solo 8 personas, mamá papá 4 amigos y una mesa con 3 viejas que no sé hasta el día de hoy que hacían ahí”, señaló.

“La dueña del lugar vino a suspender el evento, pero ya estábamos ahí, había ido con violinistas, flautas traversas, percusionistas. “Me debo a mi público”, le dije en chiste a la dueña. Me acuerdo de que le ofrecí a Dios esa noche, antes de tocar me fui al baño a rezar. Cuando termine de cantar estaba emocionado, había disfrutado igual que cuando había mucha gente, me sorprendió mi reacción frente al “fracaso”. Quede tan sorprendido hable con mi sacerdote confesor y le pedí que me ayudara a discernir qué camino seguir. A los 6 meses de ese recital me fui de Córdoba, dejando a mi familia y a mi novia. Viajé a Buenos Aires para cantar”, relató Maxi.

“No soy un académico, no estoy licenciado en composición, así que necesariamente debe ser autorreferencial, escribo lo que vivo. Cuando se lo comenté a la discográfica dijeron que no iba en el plan de mercado. No me importa, está adentro mío, y siempre trato de guiarme por mi llamado. No es fácil, uno intenta ser fiel a ello. Pienso que Dios, sobre todas las cosas, nos ama, y quiere que sus hijos sean sinceros. Tengo un pacto donde quiero ser sincero con Él y con la gente, siento que todos mis álbumes lo han sido”, manifestó el cantautor. “En un retiro llamado “Fragua” me encontré con el Señor definitivamente. A los 17 años comencé a cantarle a Dios en Villa Dolores. Mientras estudiaba abogacía en Córdoba esto fue creciendo. Luego me recibí y muchos me decían que tenía que cantarle al Señor, lo medité y recé hasta que hice una crisis en lo profesional y me fui a vivir a Buenos Aires para ahora si dedicarme de lleno a este llamado que me hizo Jesús”, resumió.