Homenaje a los padres

martes, 5 de julio de 2011
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Está ese padre arquetípico: lo que debe ser un padre para la modernidad, y está ese padre que es el que juega, ríe, que enseña, que es presencia, que imagina, que abre vínculos, que goza con el desafío de estar permanentemente ayudando a otro, que se equivoca, que se expresa, se enoja, pero que en definitiva aporta es permitir que el hijo sea grande. Ambas imágenes están hoy en conflicto

   La mayoría de las lenguas, tienen un término para designar al papá como institución, como tradición, como la ley del padre, como condición de acceso a la cultura, como sistema de crianza, y otro para designar al papaíto, al papi de la interacción cotidiana con los hijos reales de todos los días. El mismo Jesús hizo célebre el “Abba”, el ‘papito’.

 Entendemos que en este momento la paternidad está en crisis, en el sentido de que los papás hoy se preguntan ¿qué es ser padres? ¿para qué sirve un padre? ¿qué es lo que me toca como padre? ¿cuál es mi responsabilidad? ¿qué debo hacer? ¿cuál es la positividad de la paternidad además de ayudar a la mamá, o de ser proveedor, o de ser presencia dominguera?

Vamos a ir compartiendo a través de testimonios, ¿qué es lo propio de la paternidad?

El primer testimonio será el de la mamá de Facundo Tovares, aquel papá que permaneció en agonía tres semanas y falleció a raíz de las graves quemaduras después de rescatar a sus tres hijos de un incendio. Juntos, haremos memoria de este héroe

Los chicos hoy están muy bien: Tomás de 6 años (el que estuvo más grave), e Ignacio de 4 años. Facundo de 4 años (hijo de otra mamá). No sé cómo viven ellos la ausencia de su papá, pero ellos saben que su papá les salvó la vida poniendo en riesgo la suya. Creo que él dejó un ejemplo muy bello de padre: él dio su vida por amor, y sus hijos creo llevarán esto por el resto de sus vidas: el orgullo de ese papá que han tenido.

Según testimonio de la mamá de Facundo Tovares, la enseñanza que su hijo le dejó es la de que no hay que ser cobarde, afrontar las situaciones con uñas y dientes. Si uno lo siente desde adentro, se puede. Eso la anima a seguir viviendo día a día. Si cada papá quiere ser verdaderamente papá, lo va a ser, pero lo tiene que sentir.

Yo no se si todos nos sentimos con los recursos suficientes para un acto de heroísmo de este tipo, porque en circunstancias límites a veces sale de dentro nuestro una fuerza -que desconocíamos tener- de amor, de entrega, de cariño por los demás. Dios habita en lo profundo del alma y a veces es como si estuviera dormido y de pronto se despierta y es capaz de obras extraordinarias y grandiosas como lo fue este papá. Lo que yo quiero rescatar de esta imagen fuerte no es tanto la exigencia de ser heroicos, cuanto el recordar que los papás de esta tierra nos van recordando cómo somos amados por ese ABBA del cielo. Todos somos amados de esta manera: hay un amor tan grande que es capaz de entregar la vida para que yo, vos y todos seamos salvos.

HONRAR LA VIDA

Nó…! Permanecer y transcurrir, no es es perdurar, no es existir,ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser, tanta conciencia sin saber, adormecida…
Merecer la vida, no es callar y consentir tantas injusticias repetidas…
Es una virtud, es dignidad y es la actitud de identidad más difinida!
Eso de durar y transcurrir no nos dá derecho a presumir,
porque no es lo mismo que vivir honrar la vida!

Nó…! Permanecer y transcurrir no siempre quiere sugerir honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad en nuestra tonta humanidad enceguecida.
Merecer la vida es erguirse vertical más allá del mal, de las caídas…
Es igual que darle a la verdad y a nuestra propia libertad la bienvenida!
Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir porque no es lo mismo que vivir honrar la vida!

 

 

 Nestor Rocchiccioli, responsable del sitio web de nuestra Radio, nos contará su experiencia:

 

Nestor Rocchiccioli: durante la espera, yo estaba mas bien preparándome para las cosas más cotidianas: cómo tenerlo entre mis brazos, cómo calmarlo al momento del llanto. Siempre los padres, venimos ‘detrás de las madres’. Ellas hacen punta y a partir de allí uno arma su escenario. Pero el escenario resultó distinto del que yo tenía armado. Un escenario impensado. Joaquín nació con un problema de salud por lo cual inmediatamente pasó a la terapia. Entre saludos, felicitaciones, estaba esa sensación agridulce, de cosas buenas y malas. Me pareció que el mundo se me venía abajo. Ya ahí uno comienza a crecer como padre: afrontando una situación difícil e inesperada. Lo más difícil fue ver sufrir a Joaquín, pero enseña muchísimo. Con solo horas de vida, los médicos nos informaron que había que operarlo.

 En charlas previas al nacimiento, el pediatra nos había planteado la situación de la llegada a casa después del nacimiento, con el bebé en brazos, un poco en serio, un poco en broma. El llanto es la forma de comunicarse que el bebé tiene. Luego abre los ojos par ver ‘qué padres le tocaron’. Si son firmes, seguros, le dan cobijo, seguridad, mimos. O si están asombrados, asustados… El bebé está esperando de sus padres la presencia, el contacto físico, verbal, visual (porque aunque aún no ven con nitidez, pero ya perciben.

 Durante todas esas primeras horas yo le hablé mucho. Pero cada vez que entraba a la neo, dentro mío luchaba el niño que quería salir corriendo y que venga un papá a cuidarme, y el gran desafío de ser yo el papá de este niño, porque me tocaba ahora, porque así lo había querido y soñado. Y pensando un poquito, me di cuenta de que estaba haciendo algo mal yo. El que estaba mal era él, y el que entraba destrozado era yo. El estaba entonces recibiendo la imagen de un padre que más que ánimo, le estaba tirando una pesada mochila justamente a él, que estaba viviendo un panorama sombrío. Ahí ‘cambié el chip’: me dije: acá hay vida, acá hay esperanza. Cambié el tono, cambié de onda, me dejé abrazar por los amigos, compañeros de trabajo. Paola, mi esposa, me dijo: “hay que rezar”. Vino el Padre Javier, Hizo un ‘bautismo de socorro’. Fue un gran domingo: fue el momento de tenerlo en brazos…

 

 GL: En este caso, podemos ver cómo un hijo viene a cambiar los planes ya sea por su presencia, ya sea por sus insanidades, ya sea porque se demora en venir. (Joaquín llegó después de que Paola perdió varios embarazos). Un hijo es abrirse al ‘no se qué de la vida’ que nos va cambiando los esquemas todo el tiempo, y que de alguna manera requiere de nosotros esa plasticidad para renunciar a nuestros sueños de la manera en que los habíamos soñado. Y sobre todo para los varones, no es fácil renunciar a los proyectos de la manera en que los habían imaginado. De pronto, Néstor se da cuenta de que Joaquín es un niño, con horas de vida, estaba enfermo, y de alguna manera, él (el papá), al decirle “¡fuerzas Joaquín!” le estaba pidiendo fuerzas para que lo salvara a él (el papá) de su sufrimiento, cuando era totalmente al revés. Eso también nos enseña qué es la paternidad. Joaquín goza ahora del milagro de la vida junto a sus papás, Néstor y Paola

 

MILAGRO DE ABRIL Alberto Plaza

Estarás esperando que un puñado de estrellas te vaya a buscar
o estarás atascada en el borde del cielo y no puedes saltar no sé, no sé…
Estarás confundida y no sabes la ruta que viene hasta aquí
O será simplemente que no quieres venir.

Qué será que no llegas este mundo ya es duro y más duro sin ti
¿Qué será? ¿Por qué tardas? ¿Por qué pasan los años y no estás aquí?
Corre, salta, despega dale cura a este amor que no sabe morir
No me niegues la risa tócame con las alas milagro de abril.

Has venido mil veces entre sueños te he visto jugar por aquí
Pero igual que los peces al tratar de tocarte te arrancas de mí
¿Por qué, por qué?

No será que te escondes porque tu corazón desconfía de mí
y será simplemente que no quieres venir
Qué será que no llegas suelta al fin las amarras y ven hasta aquí
Deja de ser poema y transfórmate en carne semilla y candil
Corre, salta, despega dale cura a este amor que no sabe morir
No me niegues la risa tócame con las alas milagro de abril

 

 

CUANDO VENDRÁS? Alberto Plaza

Es verdad que la razón no acompaña lo que siento

y es verdad que el corazón deja turbio al pensamiento

se desgarra y cae a golpes al pantano del silencio

 

ya no estas y te me escondes, y el vació se hace inmenso

y me enredo con tu ausencia y me quedo en tu palabra

confundido en la fragancia de los besos que me faltan

 

hace días que te espero, hace noches que no duermo

algo me recorre entero , si hasta parezco un enfermo

 

¿cuando vendrás? el tiempo quiso que estuvieras detrás

de cada puerta que me atrevo a cruzar, algo no quiere que te pueda olvidar

cuando vendrás? ¿ cuando podré por fin volverte a besar?

 

el pasado aun esta en casa, tu recuerdo no se marcha

ese invierno que no pasa, todo se me vuelve escarcha

lagrimas que gota a gota de mis ojos no se agarran

se trasforman en las notas que le puse a mi guitarra

 

GL: Tenemos ahora el testimonio de otro compañero de trabajo: Cristian Romano.

 En el caso de Cristian, con su esposa han adoptado dos niños después de haberlos conocido en una institución donde los iban a visitar y posteriormente tenerlos en guarda. El tenía cierta reticencia a la adopción, no quería hacerse cargo de los problemas que los niños traían en ‘el disco rígido de su existencia’, y los hijos le han ido demostrando que Dios es creativo en lo que le pide a cada uno. Comenzó con su esposa primero con un niño de 4 años, y luego sumaron a su hermanita. Al principio lo sacaban los fines de semana. Con el tiempo se dieron cuenta que él volvía muy triste a la institución. Comenzaron a visitarlo entre semana, y la actitud del niño comenzó a cambiar. Lo sacaron luego todas las vacaciones. Comenzaron entonces a tenerlo en guarda y desde allí las cosas cambiaron: hubo que ordenar los tiempos dentro del matrimonio. Eso los hizo caer en la cuenta de que UN HIJO NO ES UN PAQUETE que uno va y deposita. ¿cómo es la relación del padre con él? Eso movilizó en él muchas cosas, lo fue llevando al interior de su propia historia. Necesariamente la paternidad tiene que ver con la relación que tuvo uno como hijo con su padre. En palabras de Cristian:

 

CR: uno quiere replicar lo que recibió y funcionó. Y en el caso nuestro con nuestros hijos no funcionó: al contrario: era totalmente contraproducente. Por ejemplo: el aplicar mano dura –que en algunos casos a mi me hacía falta- a él lo retrotraía a recuerdos que lo hacían reaccionar de manera negativa. Entonces nos dimos cuenta de que había que ordenar muchas cosas: desde lo que uno no quiere repetir, y desde esta nueva posibilidad: al ser padres hay una nueva historia que se está por escribir, y la responsabilidad la tenemos cada uno. Con la ayuda de terapeutas, estamos aprendiendo cómo abrir el corazón, un corazón que esté más a la búsqueda de lo comprensivo, que acompañe en lo que le pasa al hijo siendo a la vez firme en ese estar al lado, con un abrazo contenedor en momentos en que era necesario hacerlo volver a la calma. Ahí entendí que el amor exige sacrificio, pero todo lo puede. Los hijos logran hacer que el corazón de los padres se vaya ensanchando.

GL: muchos padres, ante la autoridad apelan a ese viejo esquema del rigor –que en algunos casos puede ser necesario- o se fugan: no quieren conflicto y se van: que el conflicto lo resuelva otro (madre, maestra, familiar, quien sea)

CR: entiendo que lo mejor es tomar el camino intermedio: comprensión, firmeza y acompañamiento. Porque el que no sabe dónde va es el niño. El adulto es el que ‘supuestamente’ sabe dónde vamos. Lo que él está manifestando, necesita la presencia de un papá que esté ahí, observe, acompañe, comprenda. Porque el hijo necesita apoyarse en alguien. Creo que el corazón del padre se va conformando y uno recibe la gracia de la paternidad. Dios, que por ahora no nos dio la gracia de engendrar hijos biológicamente, nos ha dado la otra posibilidad: engendrarlos desde el corazón, para poder distinguir que no es lo mismo ‘ser padre’ que ‘tener cría’. Otro signo para mi: mi segundo nombre es José. José fue padre adoptivo de Jesús. El buscó siempre ser ‘la sombra del Padre’. En este camino dios me invita, sin que yo lo haya imaginado, a ser también de alguna manera la sombra del Padre para nuestros hijos. Buscar amarlos desde el corazón –obviamente con el acompañamiento de mi esposa- con nuestras limitaciones pero dando todo aquello de lo que somos capaces.

 

Y TANTO Alejandro Filio

Se parece tanto a mi, que me duele mirarlo, se muy bien que va a sufrir…..y tanto
que los sueños le pondrán a girar, tan alto. Se parece tanto a mi…sera por guapo.

Se parece tanto a mi, que adivino su vuelo, se le quema por vivir…..el tiempo
uno pone el corazón, la razón le sobra, se parece tanto a mi….que cosas.

Puedo verlo enamorado, por primera vez
recogiendo los pedazos y volviendo a creer

DESPIERTA Alejandro Filio

Despierta, son las siete y media y hay que empezar otra vez la tradición.

Despierta, yo también fui presa de este mal de luchar contra el reloj.

Este milenio acaba y no es sencillo y no lo ha sido para nadie, entérate.

Sólo despierta que Carlito espera y la mamá de nuevo no durmió.

 

Despierta, Preston y la sala no son nada si no estás alrededor.

Despierta, que encontré en mi almohada para empezar de nuevo una razón.

Sé que no soy el indicado para hablarte de soñar,

no hay nada que agregar, sólo despierta.

 

Cuando dejas tus zapatos pegaditos a los míos, no sé bien,

no entiendo bien si estoy construyéndote un futuro

o curándome un pasado pero sé que este cuento no acabó.

 

Cuando dejo mis zapatos pegaditos a los tuyos, no sé bien

no entiendo bien si estoy construyéndome un futuro

o curándote un pasado pero sé que este cuento no acabó.

 

A MIS VIEJOS Peteco Carabajal

Vengo de un mundo marrón, de la unión de la luna y el sol
yo vengo de un encuentro ancestral, soy la chispa de un sueño de amor.

Ellos me dieron la luz y alumbraron también mi hermandad
calmando con ternura el dolor que dejaba la ausencia del pan.

En la mirada de mis viejos brilla mi infancia feliz
yo se que alguna vez perderé el camino para regresar
entonces solo un hombre seré, aquel niño con ellos se irá.

Es una historia de amor con tormenta de miel y de sal
con sombras que lastiman la piel y con flores que da la humildad.

Como puedo agradecer a la vida el deseo de mi
que se haya imaginado mi ser y el encuentro que me hizo vivir.

 

GL: una canción tradicional muy vieja dice “tortita de manteca ara mamá que da la teta, tortita de cebada para papá que no da nada” En realidad esta cancioncita le pone letra a una experiencia lamentablemente también muy tradicional que es la ausencia o la prescindencia del papá. El papá o que no está, o que está pintado, está como institución. Y en ese sentido creo que gracias a Dios las cosas están cambiando. Está revirtiéndose lo que el patriarcado, el industrialismo hizo, que es alejar al papá del hogar o reducirlo a ‘proveedor’ o a ‘hombre semental’, el hombre que da el semen y nada más… Son todas cosas muy importantes, pero cuando se produce una reducción a solo estas dos cosas, se produce algo muy triste. Ya Aristóteles lo decía “¿cómo hacerse hombre sin un hombre a la vista?” La poca presencia paterna provocó mucha herida, mucho sufrimiento, particularmente en los varones pero también en nosotras. Nos ha dejado a todos un vacío importante, un hueco en el proceso de identificación y de orientación en el vasto océano de la vida. ¡basta ya con identificar al padre con el rol de represor (‘ya vas a ver cuando venga tu papá’) Basta de naturalizar la ausencia del padre! ¡Basta de padres que no pueden pedir permiso en su trabajo para asistir a una reunión de padres en la escuela o para verlo actuar! ¡basta de padres que maltratan, que gritan, que no pueden conversar con sus hijos sobre los sentimientos! La paradoja fundamental es que el mismo sistema que estableció al padre como jefe de familia, lo vuelve prescindible en el ejercicio real y cotidiano de la crianza, de la presencia. Justamente en sistemas de crianzas que privilegian el lugar de la madre, el padre va encontrando una mejor forma de estar.

            Como decíamos al comienzo, las lenguas indo-europeas tienen una palabra para el papá-institución, y otra para el papá de todos los días, para el ‘pa’, para el ‘che, viejo’. Es nuestro deseo que ambas se integren, se unifiquen, porque necesitamos de los dos: del papá que pone límites y del que se hace presencia, del que pone ley y del que pone caricias.

 

            Cada uno de nosotros podemos ser ese papá que tira, empuja, carga, lleva a cuestas, dice ‘vamos juntos’, que se sacrifica, pero que al mismo tiempo lo hace con gusto, con placer, con alegría para hacer que el hijo sea ‘el más grande’.

 

Y nunca olvidemos que

HAY UN PAPÁ EN EL CIELO QUE INTENTA CUBRIR LOS HUECOS DE LOS PADRES AUSENTES DE LA TIERRA.

 

Reflexión del PADRE ANGEL ROSI sobre este tema

 

GL: Ustedes, que no son padres biológicos, son llamados “padres”. Ejercen la paternidad casi como una vocación

AR: Al sacerdote, el pueblo es el que lo hace o no ‘padre’. En las familias están los progenitores. ‘padre’ y ‘madre’ es un título que te dan los hijos. Dar a luz es un tema. Ser padre y madre es otro. Ni todos los sacerdotes son padres, ni todos los progenitores lo son. Son los hijos y la comunidad los que deciden si sus progenitores y su sacerdote respectivamente son padres, y es bueno que lo sepamos. La paternidad pasa por el corazón. También la paternidad de Dios.

            Creo que el desafío en la paternidad es el diálogo, especialmente con el papá. Y el desafío es encontrar ese lenguaje vehicular, el modo de tender ese puente a través del cual llegar al corazón de los hijos y viceversa. Ese tesoro cuesta encontrarlo, pero no está perdido: está escondido en el corazón de cada uno de nosotros.

            Los buenos papás conversan con los hijos, los papás brillantes dialogan. Conversar es hablar sobre el mundo que nos rodea. Dialogar es hablar sobre el mundo que somos. Es contar experiencias del corazón. Debemos adquirir el hábito de reunirnos aunque más no sea, periódicamente con los hijos para dialogar, darles libertad para que puedan hablar de sí mismos, de las preocupaciones, de la relación que tienen con sus hermanos y con sus papás. Si los padres nunca les contaron sus sueños más importantes, si nunca oyeron de ellos sus mayores alegrías y sus decepciones más fuertes, uno va a conformar a veces no una familia sino un grupo de extraños.

            Por otra parte, los buenos padres atienden dentro de sus posibilidades, las necesidades de sus hijos. Los padres brillantes dan algo incomparablemente más valioso. Su ser, su historia, sus experiencias, sus lágrimas, su tiempo. Y por eso los padres que viven en función de dar regalos a sus hijos viven en sus recuerdos un tiempo, pero los que se preocupan por dar su historia a los hijos, se vuelven inolvidables.

            Hay que ‘humanizarse’ con los hijos. Muchos padres trabajan para darles a sus hijos el mundo, pero se olvidan de abrir ante ellos el libro de sus vidas. Debemos convencernos que abrazar, besar y hablar espontáneamente con los hijos cultiva la afectividad, rompe la soledad. Y estamos en la era de la admiración: o nuestros hijos nos admiran o no tendremos influencia sobre ellos. La verdadera autoridad y el sólido respeto nacen del diálogo, que es una perla oculta en el corazón, a la vez cara y accesible. Cara porque el oro y plata no la pueden comprar, y accesible porque hasta el más miserable de los hombres puede encontrarla. Busquémosla.

 

Como homenaje a los padres, quiero hacerlo, desde el lado del padre, con un poema del padre Julián Zini

 

CONFESIONES Julián Zini

Hijo no sé si es posible, no sé si a mi edad aún puedo acortar esta Distancia y sacudirme ¡estos Miedos…! 

Quiero cruzar este abismo que entre nosotros abrieron, la ignorancia y el Machismo; los padres de mi Silencio… 

 Casi seguro es mejor que miremos un video o escuchemos a tú “ídolo” y a partir de allí, charlemos… 

Pero me cuesta, no es fácil con los Prejuicios que tengo; sí para vos yo “ya fui”…si estoy “anclado en el tiempo”…

si estoy viendo “otro canal”…y de verdad” me estoy yendo”…para colmo, tu Mamá siente ya remordimientos 

al ver como te encerrás en tu cuarto, en tu silencio… y me pide y me machaca: “¡Por favor, háblale, Viejo…!”

Y me lo dice tu Madre que conoce tus defectos; que te quiere y te mezquina, y, entre gritos y reniegos, 

te va modelando el alma casi sin saberlo…… Ella si que se merece ¡que le hagas un monumento…! 

Por mi parte, y en mi caso, Hijo mío, te confieso; yo no creo en lo que dicen muchos padres, y más viendo 

este mundo de Injusticia, de Exclusión y Privilegios, de Corrupción y Violencia, ¡Cómo el que estamos viviendo!…

Basta con ver y escuchar lo que difunden los Medios y sabrás porqué no hay Pan y sobran los Armamentos 

y sabrás porqué el Planeta gime Enfermo, sin Remedios… y en vez de agrandar la Mesa, prohíben los nacimientos…! 

La Tentación es real y es cosa de nuestro tiempo; tirar todo por la borda….. querer empezar de cero… 

antes que ser un robot o un esclavo satisfecho, no intervenir, solo estar, o “hacer zapping”y… hasta luego.

Para mí, que ustedes, Hijo entre el Ruido y el Vértigo sin la Experiencia y el Tino que dan la Vida y el Tiempo, 

pero libres de Prejuicios, de Ambición y falsos Miedos se rebelan… nos cuestionan, y están, no más, en lo cierto…! 

Ya ves, no es fácil la cosa; cuando más y más lo pienso, menos me animo a exigirte las cosas que me exigieron…! 

Siento que más que Tu padre debo ser Tu Compañero Confiar y Esperar el Día que en vos viene amaneciendo… 

Y aunque te suene a teatro, sabe Dios que yo, Tu Viejo, quiero pedirte Perdón por el Amor que te adeudo; 

quiero ofrecerte el Cariño que te escondí tanto tiempo; quiero decirte en voz alta: “ ¡TE NECESITO!" "¡TE QUIERO!”

Yo sé que vas a decirme: “¿Recién Ahora?”. Y es cierto; pero quiero ayudarte; sin saber cómo, me ofrezco; 

más vale tarde que nunca; te acompañaré, aprendiendo que el diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo… 

Hijo querido, mira la vida viene a tu encuentro; lárgate a vivir, proba vas a aprender por tu cuero: 

sabrás lo que es “un Hogar” y lo que cuesta “ el Puchero”… Vos que sos inteligente, ¡Ahórrate los sufrimientos…! 

Agradécele a la Vida haber nacido en el seno de una Familia criolla de alma y de brazos abiertos; 

bella Escuela de Humanismo, de piedad y amor fraterno, riqueza providencial que, a Dios gracias, aún tenemos… 

Si podes, sácale el jugo al Estudio y al Colegio los que aprenden a pensar, tendrán un futuro cierto; 

cada vez más el mundo decide el Conocimiento; recordá que solo es joven, ¡Aquel que sigue aprendiendo…! 

Ya sé lo que muchos dicen de esto que te estoy diciendo: “¿Para qué tener un Título si no hay trabajo; si es cuento 

lo que te vende “la Tele”? ¡Del Porvenir y el Progreso…! Ya sé, pero quién te dijo ¿Qué hay sólo “este Modelo”?

Por suerte, en muchos lugares, hoy mismo está sucediendo, en chico, bajo el rescoldo de la Humildad y el Silencio, 

que la Solidaridad es la brasita de un Fuego que está encendiendo la Fiesta, muchacho, de un Mundo Nuevo. 

Aunque en tus códigos rija la Ley del Menor Esfuerzo y la Sociedad te ofrezca Felicidad por Sorteo, 

sabrás que en la vida gana quién se juega y se da por entero: nunca el que arruga y se niega, sea por Pereza o por Miedo. 

La Religión del Consumo le rinde Culto al Deseo, antiguo dios de entre casa que te gobierna de adentro… 

Tendrás que aprender a usar el Cuerpo, el Tiempo, al Dinero, si querés llegar a ser vos mismo tu propio dueño. 

La Relación de Pareja a tu edad es como un juego, ejercicio natural que lleva al humano encuentro 

con la Mujer Compañera que ha de ser tu Complemento; los dos se vienen buscando tal para cual,… ¡Qué misterio! 

Ahora bien, quiero que sepas, que si te llega el momento, tan único y tan común, de Ser Padre antes de tiempo; 

no te asustes, no estás solo; habrá que aunar los esfuerzos y Jugarnos por la Vida…¡búscame que yo me juego…! 

Y si de ayuda se trata, aquí te dejo estos Versos nacidos del corazón: no son gran cosa, están hechos 

con un oído en la gente y el otro en el Evangelio; pueden servirte en la crisis que trae el Nuevo Milenio… 

Delante de vos se abren dos Caminos, dos Proyectos Felicidad o Desgracia; el Servicio o el Provecho; 

Compartir o Amontonar: El Dios Vivo o Dioses Muertos; tendrás que elegir muchacho “Servir a Dios o al Dinero”.  

Pensando en ello quisiera regalarte Dos Consejos, si te sirven, ocúpalos; es lo que yo más deseo: 

uno, pase lo que pase A NADA LE TENGAS MIEDO; y otro, SERVÍ ALEGREMENTE como hizo siempre tu Viejo. 

Por todo esto, Hijo Mío, Hijo del Alma, Hijo Nuestro Te pongo mi Bendición como a mí me dio tu Abuelo; 

y te recuerdo que aún te sigo viendo en mis sueños… No te olvides, por favor, tú Madre y yo ¡¡¡TE QUEREMOS !!!