19/08/2024 – En una nueva edición del ciclo “La Hospitalidad: Una propuesta humana y cristiana” la profesora Cecilia Avenatti abordó esta temática destacando la fragilidad y la vulnerabilidad como otro de sus aspectos, desde la figura de la “enfermedad de amor” presente en el ‘Cantar de los Cantares’.
En este pasaje poético bíblico, se nos revela la expresión sincera de una mujer que anhela fervientemente encontrar a su amado, utilizando un lenguaje cargado de poesía y simbolismo. Cecilia Avenatti nos guió a través de la etimología de la palabra hebrea “kî-hôlat” y su posterior traducción al griego como “tetroméne“, relacionándola con la noción de una “herida de amor” que se cura precisamente con más amor.
En este contexto, nos presentó la idea de que el exceso del deseo de amor no surge de una carencia, sino de una plenitud. Cada muestra de amor alimenta aún más el anhelo por experimentar y compartir ese amor. La imagen de la “saeta de fuego” como símbolo de la herida de amor, nos invita a contemplar la acción del Padre, el Espíritu y el Verbo (Jesús).
La “herida interior de amor” se convierte en un vínculo singular que conecta lo divino con lo humano, resaltando la dignidad y belleza del alma. Es un proceso transformador que nos lleva a descubrir la verdad de nuestra naturaleza divina. La curación de esta herida radica en ofrecer un amor nupcial, libre y fiel, alimentando así la unión entre el alma y lo divino.
Esta herida nos guía hacia un auténtico conocimiento de nosotros mismos y de nuestra esencia, permitiendo la comunión con Dios. Finalmente, la especialista nos recordó que esta reflexión nos debe llevar a cultivar un amor auténtico y generoso en nuestras vidas hacia los demás.
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