Huerto de los olivos

jueves, 12 de julio de 2007

De Osvaldo Pol SJ

¡Cuán costosos, Señor, te resultamos!

Desde Belén la sangre arremolina

su viento de dolor y te avecina

a la Cruz que te dimos y costamos.

 

Pero esta Noche-noche, la Agonía

es un inmenso mar donde agostamos

tu triste Corazón. Nos encontramos

siendo verdugos de tu Amor. Se expía

nuestra culpa sin fin ; ella empecina

el Mal que pesa sobre Ti. Te damos

este miedo, esta angustia, esta porfía

de humillación y llanto. Aquí culmina

la Misión que asumiste. Nos salvamos

por tu Pasión, Señor. Toma la mía