Ideas tóxicas

Entrevista de Juan José Santander con el Padre Guillermo Carmona

JJS: ¿qué es esto de las ideas tóxicas? ¿de dónde surgen? ¿cómo pueden hacernos daño a nosotros, a las personas que nos rodean? ¿cómo identificarlas para luego transformarlas, y crecer en libertad?

GC: La idea en sí misma no es perturbadora si no toca el corazón, o sea, si no llega a tocar la emoción no nos influye. Hay muchísimas ideas tóxicas, pero que no te perturban mientras no lleguen a tu alma. Y generalmente llegan al alma cuando están en relación a nuestra vida pasada. Y el poder de la idea cuando toca el corazón y es positiva o es negativa, es enorme. La neurolinguística ha trabajado mucho esto del poder de las palabras tanto en su sentido negativo como positivo. Ahora: no basta decir ‘basta’ con lo negativo, sino que es preciso trabajar ese tipo de condicionantes.
    Acerca de dónde provienen, no solo influye la historia personal, los padres, sino también creo que influye mucho el temperamento de la persona. Hay temperamentos más pesimistas, melancólicos en el sentido de lo negativo, y a veces pasiones dominantes muy agresivas.
    Cada uno tiene ‘sus’ pensamientos negativos, y lo interesante es descubrirlos. ¿uno ve las ideas negativas cuando se siente mal, o cuando los otros te lo dicen? Normalmente, estos pensamientos o ideas tóxicas se expresan en pequeñas frases o slogans que uno va repitiendo. Y al escuchar frases que se van repitiendo en una persona puede descubrir si esas ideas que esa persona tiene y que expresa tantas veces sin darse cuenta, en forma inconciente, son ideas positivas o negativas

JJS: ¿y son ideas recurrentes, siempre las mismas? ¿o son objeciones a todo, gente que de todo ve el lado negativo: “sí, pero…”?

GC: Va variando. Primero cada uno tiene las propias. Algunas de las mas cotidianas son por ejemplo las siguientes:
 ‘CUALQUIERA TIEMPO PASADO FUE MEJOR’: todo parece que va para atrás: hace un año, estaba mejor físicamente, estaba mejor en el trabajo, tenía un matrimonio mejor cuando los niños llenaban la casa… Esa idea es muy tóxica, muy perturbadora y muy común.
 ‘VIVO SUPER ESTRESADO’: saturado de trabajo, el trabajo es mas un castigo que un disfrute, tener muchas cosas para hacer en la casa y no te dan tregua, tus hijos, tus nietos, tus preocupaciones, el vecino, el cura, el movimiento…el crédito en el que te metiste y no podés pagar… El slogans de esas personas es “EL TIEMPO NO ME ALCANZA”, como que viven en agobio y en fatiga. Puede ser una realidad, pero la idea ya está como instaurada, y en ese sentido es idea tóxica. Porque se puede tener mucho trabajo, pero si uno dice “bienvenido trabajo”, “la vida es una fiesta y quiero vivirla como tal” ¿por qué tengo que correr tanto si puedo gozar de cada momento? Hay un libro muy interesante de Carl Honoré : “Elogio a la lentitud”, donde habla de lo importante de aprender a distenderse en vez de estar siempre despotricando, buscar el lado positivo de las cosas.
     “SOY UN DESASTRE, NO SIRVO PARA NADA”, nada me alegra, no me siento valioso, no paro de llorar, este es el peor momento de mi vida, soy incapaz de controlar mis nervios… Es no asumir el desafío del hoy, perder el control sobre sí mismo y de ahí tantos escapismos.
     “LA CULPA LA TIENEN LOS OTROS”: las cosas no me salen bien porque nadie me quiere, porque todos están en mi contra, rendí mal porque el profesor no me traga, peleo con mis hijos o mi cónyuge porque ellos no son de tal o cual manera, me dejan de lado. Al final del camino, siempre hay alguien que me ha jorobado la vida.
“POR QUE SIEMPRE A MI”: un fracaso económico, los demás me olvidan, ya me lo decía mi madre, ¡qué barbaridad! ¡ya me lo  veía venir! ¡soy un fracaso! ¡qué mala suerte tengo!. Y ese sentirse despreciado de la vida, uno se lo va creyendo
   
JJS: Esas ideas ¿son mensajes arraigados de cuando éramos niños, frases que nos han dicho o que escuchamos, y que uno se las termina creyendo y actúa en consecuencia, como si fuera una profecía autocumplida?
GC: Así es. Por ejemplo, eso que te dijeron de ‘no servís para nada’ por ejemplo cuando te comparaban con tus hermanos, termina siendo una idea que se mete dentro y luego ya no te la dicen desde afuera y permanece, te la decís a vos mismo. Y entonces empezás a buscar el apoyo de los otros: de tu cónyuge, de tus hijos, de tus amigos, de tus padres, dependés en todo de los demás para hacer lo que querés hacer, vivís esclavizado y esclavizás a otros, no te sentís capaz de asumir los riesgos de la vida. Te dijeron que no sos capaz para nada, entonces te lo creés y huís de los desafíos. Hay gente muy capaz pero con esa idea arraigada y entonces no puede asumir nuevos cargos, o nuevos cambios

JJS: ¿cómo pueden ser tan poderosas, tan fuertes estas ideas o frases dichas tal vez en forma recurrente, o tal vez dichas una vez por nuestros mayores cuando éramos niños y en nosotros ha calado tan hondo que ha dejado una huella marcadamente profunda y que después tiene sus consecuencias? ¿cuál es el mecanismo por el cual una idea tóxica puede hacer mella en nuestro corazón?
GC: el mecanismo es simplemente porque están impregnadas de toda la emoción. Pero es importante decir que así como existen esas ideas, uno se puede des-intoxicar. Por ejemplo, a las personas que piensan que ‘todo tiempo pasado fue mejor’, sustituir ese pensamiento por el de ‘agradecer el ayer y vivir el hoy’. El vivir el hoy es fundamental. Si uno empieza a rasguñar el ayer seguramente va a descubrir cosas que le hacen ver que hoy está mejor que antes. Entonces, intentar descubrir en el hoy aunque sea tres cosas positivas, en vez de mirar el ayer con nostalgia. Cada cosa tiene su significación y valor. Y cada etapa de la vida tiene su valor propio y su propio desafío. Hay que descubrir en cada etapa qué ideas, pensamientos y cosas son valiosos. Yo podría decir ‘hoy no puedo hacer tales o cuales cosas que hice hace unos años’, pero puedo decir en cambio ‘hoy puedo hacer tal otra cosa’: aquella fue posible y positiva en aquella etapa, hoy es posible y positiva esta otra.

JJS: Una vez identificada una ida tóxica ¿cómo desintoxicarnos? ¿cómo neutralizar los pensamientos que nos hacen mal, que nos perturban, que nos tiran para abajo? ¿qué práctica sencilla puede funcionar como ‘antídoto’ para transformar esta realidad de pensar que ‘todo tiempo pasado fue mejor’, o la de ‘siempre me falta tiempo, estoy estresado’?
GC: Cada idea tóxica tiene su propio lema o slogans. Frente a él, hay que colocar una frase positiva. ¿La vida es una fiesta y quiero vivirla como tal’. Pero también poner motivaciones: Estoy estresado. Entonces voy al trabajo y empiezo ‘qué porquería, tener que trabajar hoy, no he tenido vacaciones…’ ¿para qué trabajas?. Probablemente para tu familia. Entonces inmediatamente, ¡qué lindo sacar la foto de tu esposo, hijos…ponerla adelante tuyo, y pensar en la fortuna de tener trabajo hoy en día, de estar ocupado. Mucho del stress del mundo de hoy creo que se debe a que la gente no ha aprendido a ser feliz con lo que tiene y vive de la mentira oculta de la propaganda que te dice que vas a ser mas feliz cuando tenés mas cosas. En virtud de eso: porque tenés que tener mas cosas, vivís trabajando. El hecho de sacarle a esa idea el hecho de saber y decir ‘estoy estresado porque estoy viviendo en función de una mentira’, eso ya ayuda enormemente a cambiar. Romper el hechizo significa en este contexto descubrir el lado positivo de aquello negativo que te está molestando.
    En la idea de ‘no sirvo para nada’, cambiarla por ‘cada crisis es una oportunidad, y quiero aprovecharla’. No darme manija, y pedir ayuda. Y esa es otra idea positiva: ‘gracias a Dios hay personas que pueden ayudarme’. Si no se da el ‘sindrome del alud’: esa bola de nieve que se va haciendo cada vez mas grande y se va convirtiendo en ‘auto-ataque’, la persona se siente permanentemente ‘nada’.
    Una persona que se siente con su autoestima permanentemente baja, algo que ayuda muchísimo es ayudar a otros. La idea desintoxicante sería: ‘siempre hay alguien que me precisa. Si yo le tiendo la mano me voy a sentir bien’ ‘tengo alguien a quien entregar mi corazón’: eso le da sentido a cada mañana. Y tratar de evitar el juntarse con gente que permanentemente es ‘aguafiestas’

JJS: Pero muchas veces la idea tóxica de “no soy bueno para nada” viene de la mano con otra : “como no soy bueno, nadie me necesita y a nadie puedo ayudar”. Entonces, este camino que es comprobadamente sanador de ayudar a otros, se hace difícil de ponerlo en práctica

GC: Primero: descubrir el lado negativo. Segundo: tratar de cambiar eso, para lo cual hay que meter la idea positiva. Y luego tratar de amplificarlo en un ejercicio constante. Quizá al principio no sale, pero con el ejercicio saldrá cada vez mejor.

JJS: Y esta idea de echar siempre la culpa a otros, que no me ayuda a hacerme cargo ¿cuál sería el antídoto?
GC: Creo que lo primero es abandonar el papel de víctima. Por eso, el cambio sería: “No le eches la culpa a los otros. Descubre lo que tienes que hacer”. Porque no hace falta descubrir culpas en uno, sino descubrir qué puede y tiene que hacer. Vivimos en una sociedad donde es mucho más fácil sentirse víctima que actor de cambios. Entonces el planteo ante la tentación de echar la culpa a otro de lo que me sucede, es conveniente preguntarse ¿en qué soy responsable de esto que me está sucediendo? ¿qué puedo hacer? ¿por dónde comienzo? Y comprender que lo que me ha sucedido es una oportunidad para que uno trabaje en sí mismo y cambie la historia.  Esto tiene mucho que ver con la confianza en sí mismo. También es importante la elección de los amigos: elegir a los amigos trae consecuencias lógicas: si elijo personas que permanentemente me están criticando, me voy a sentir mal.

JJS: Esta otra idea de ‘¿por qué a mi?’ o ‘a mi siempre me pasa lo peor’. A veces parece que hay hasta una especie de competencia a ver a quién le pasaron cosas peores ¿cómo se sale de este círculo vicioso?

GC: Yo creo que hay que descubrir que DIFICULTADES SON TAREAS. Descubrir entonces que esto que me pasa a mi es una tarea. Luego entender que, o la dificultad me devora a mí, o yo la enfrento con todos mis recursos. Hay que “mirar al tigre a los ojos”: enfrentar la dificultad. Y si no la puedo remediar, tengo que vivir conforme a la realidad. Uno empieza a enfermarse anímica, psíquica y religiosamente cuando no acepta la realidad. Entonces el único punto de partida para poder curarse es aceptar la realidad. Es todo un proceso, pero hay que hacerlo. Entender que la vida es una aventura. Tengo que estar atento a lo que llega, no sorprenderme que de vez en cuando las cosas no me vayan bien, y saber que todo lo que nos sucede tiene un propósito. No es simplemente un azar o una desgracia. Todo es posibilidad de cambio. La vida nunca es neutra, los acontecimientos nunca son neutros. Escuchar este programa no es neutro: a la gente que lo escucha, o lo bendice o lo hiere. La técnica consiste en poder transformar la herida en una bendición, y entonces uno ya no se queja de la vida sino al contrario, agradece lo que le está sucediendo

JJS: ¿se pueden prevenir las ideas tóxicas? ¿CÓMO SALIRNOS DE ESTE CÍRCULO?

GC: Sin duda que sí. Y esa es la contrapartida de todo este tema. Así como existen “ideas tóxicas” existen “ideas tónicas”, pensamientos positivos. ¿Qué es un tónico? Algo que da fuerzas, que vigoriza, que reconforta, estimula. Y así como lo podemos aplicar para el cuerpo lo podemos aplicar para el alma. Cada uno, así como tiene sus propias ideas tóxicas, debe procurarse sus propias ideas tónicas. Algunas:
“LA VIDA ES UNA FIESTA Y QUIERO VIVIRLA BIEN”
“HAZ LO QUE ESTAS HACIENDO” porque muchas veces uno está haciendo una cosa y a su vez pensando en otra que tiene que hacer, y eso desgasta inútilmente, angustia, estresa. Si hago con gusto lo que estoy haciendo, eso reconforta.
“PUEDO HACERLO, Y SI REALMENTE LO QUIERO, LO VOY A CONSEGUIR”
 “YO SOY ALFARERO DE MI PROPIO DESTINO”
“NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA”
“BIENVENIDOS LOS CONFLICTOS” Yo he escrito un librito que se titula “Vivir en conflictos sin conflictuarse”

    Así como existen ideas positivas, ”tónicas” en el terreno psicológico y humano, hay ideas tónicas en los terrenos espiritual y religioso. “DIOS ES PADRE. DIOS ES BUENO. BUENO ES TODO LO QUE ÉL HACE” es una frase del padre Koentenich que a mi me llegó mucho y aún hoy me repito. Otra frase de él es “TODO ESTÁ EN EL PLAN” es decir, hay un ordenamiento mayor y positivo que no vemos, que permite descubrir que mas allá de lo que nos está sucediendo, hay un plan mayor, todo tiene una oportunidad, todo tiene un camino nuevo para cambiar. Una frase del libro de Job “DIOS ME LO DIO. DIOS ME LO QUITÓ. BENDITO SEA DIOS”. “TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA”. “NADA TE TURBE, NADA TE ESPANTE, TODO SE PASA …LA PACIENCIA TODO LO ALCANZA. SOLO DIOS BASTA”. “UN HIJO DE MARIA NUNCA VA A PERECER, SIEMPRE VA A TENER LA PRESENCIA DE LA VIRGEN”. Son todas ideas tónicas que por supuesto, hay que trabajar.
    Si mi entorno es negativo, yo puedo vivir en esa oscuridad, o puedo encender aunque sea una vela para que haya algo de luz para los otros. Hay situaciones de familia difíciles, donde el esposo o la esposa descubren  que tiene ideas mayormente negativas. Siempre los cambios se dan a partir de uno, y no del otro. Si mi ser querido es negativo, la solución no está en tratar que sea positivo, sino en poner de mi parte lo que el otro no tiene. Me parece lindo por ejemplo poner fotos de los hijos, que son quienes dan sentido. La vida tiene sentido donde hay personas a las que amamos y que nos aman. Muchas de las cosas de la tristeza y la alegría parten de cuando hay alguien que nos ama y a quien podemos  decir: ‘eres importante para mi’. Frente a los hijos, cuando ya llegaron a la adolescencia las posibilidades de influir son menos, pero siempre están, sobre todo si uno acompaña este proceso con la oración.
    Anselm Grum –monje benedictino alemán- tiene una gran cantidad de libros muy buenos, porque ha logrado unir la espiritualidad a la psicología de Jung. Y lo que él ha escrito tiene mucho que ver con esto. Todas las ‘ideas tóxicas’ son ‘sombras’, y de lo que se trata es de que estas sombras se transformen en luz
Uno de los grandes medios de ‘liberación de sí mismo’ es escribir sobre uno mismo, o verbalizar, o utilizar la pintura o la música, el arte.
    En cuanto a las ideas tóxicas de “echar la culpa de todo a otros” o el otro extremo de “sentirse culpable de todo” exigen una tarea muy fina. Nunca uno puede ser feliz cuando se siente culpable de todo. Hay que darse cuenta, cuando esto sucede a una persona dentro de una familia, que cada uno tiene dentro de la familia una responsabilidad limitada y no tiene que asumir responsabilidades de los otros. Por tanto, tampoco tiene que asumir culpabilidades que le fueron metiendo. Es muy típico en los hijos mayores tener este sentimiento de culpa de las cosas que no funcionan. La mujer que tiene un temperamento mas bien introvertido, puede sentirse claramente culpable de muchas cosas, sobre todo si ha tenido un padre golpeador que le ha hecho sentir este sentimiento negativo.
    En definitiva: las oscuridades son posibilidades de luz,  y hay que trabajar en ellas para poder seguir creciendo.

JJS: Hay muchas propuestas de autoayuda, hay mucho de lo psicológico ¿Cómo se hace para buscar un equilibrio entre lo psicológico, lo espiritual? Confiamos en el Dios de la vida, y sabemos que por otra parte depende mucho de nosotros mismos. ¿cuál es el equilibrio?

GC: Hay una frase de Santo Tomás que dice “La gracia presupone la naturaleza”, es decir que cuanto más dispuesta está la naturaleza mas grande puede ser el factor de crecimiento que la persona tiene cuando la gracia viene. Es decir: cuando la naturaleza está bien dispuesta, la gracia actúa con mayor fuerza. El padre José Koentenich, que trabajó mucho estos campos, decía “pero la gracia también la eleva, la perfecciona y en muchísimos casos incluso la sana”. En concreto: siempre conviene partir de la realidad natural, pero al mismo tiempo que esté permanentemente presente el elemento espiritual y religioso. Lo que pasa es que hoy en día, mucha gente, cuando parte solo de lo espiritual y religioso, se desliga de lo natural y de lo humano  y siente que entonces la gracia no es fecunda, pero no es porque la gracia no sea fecunda sino porque la naturaleza no está predispuesta para que eso se de. En la parábola del sembrador, la gracia, que es la semilla, puede ser maravillosa. Pero si el terreno, que es la naturaleza, no está predispuesto, no cala hondo y se seca. La gracia puede secarse en nuestra alma si nosotros no trabajamos con nuestra naturaleza. Por eso digo que conviene que el punto de partida sea la naturaleza. Analizar: ¿por qué hoy me levanté mal? Y no solamente inmediatamente decirle a Dios ‘te ofrezco esto’.
    De pronto alguien me insulta. Yo tengo una reacción adversa frente a eso y lo ofrezco al Señor. Viene muy bien ofrecerlo, pero es bueno también que me pregunte: ¿por qué me sentí tan mal? ¿qué zona de mi personalidad se ha sentido herida por esto que me dijo esta persona? Y eso probablemente me llevará a descubrir esas oscuridades del alma que hacen que muchas veces las cosas nos hieran mas allá de lo que nos deberían herir.

–    ¿qué hacemos cuando los pensamientos negativos nos vienen de los problemas de los hijos? ¿cómo hacemos para no asumirlos?
GC: Primero. no hay por qué asumir los problemas y responsabilidades de mis hijos. Por supuesto que tengo la tarea importante, porque la paternidad y la maternidad no se acaban cuando los hijos se van de casa, pero tengo que aceptar la libertad de mis hijos en sus decisiones concretas. Las personas adultas deben decidir por sí mismas. Su conciencia es la que va definiendo su actuar. Segundo: siempre puedo rezar por ellos. Y allí la tarea de la maternidad y la paternidad es importante. Y lo tercero, mucho mas que tratar de resolver los problemas, hay que tratar de estar cerca de los hijos. Esto significa escucharlos muchos, no dar demasiadas explicaciones y sugerencias, sino dejarlos que encuentren aquello que toda persona debe encontrar en sus padres: el cobijo, la cercanía, y en última instancia tal vez también el perdón y la misericordia

GC: Una última sugerencia que daría  es que cada uno, al descubrir sus ideas tóxicas, las escriba. Lo que uno escribe no se escapa.  Lo que uno reflexiona pero no lo vuelca al papel, se va. Y tenerlo presente con ese papelito, de manera que uno pueda reírse cuando de pronto se pesca diciendo esa tontera que no debería decir. Y también escribir las ideas tónicas, y conversarlas con alguien de confianza, pedirle que te las recuerde, ponerlas en algún lugar visible, llamativo, decirlas a menudo. Y vivir de esta gran conciencia: “todo es posible con la gracia de Dios y la alegría de la pascua que cada día renovamos cuando le decimos al Señor que realmente lo queremos como El nos quiere y le pedimos a la Virgen que nos siga protegiendo”.