Influencers de la Buena Noticia

jueves, 22 de agosto de 2024
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22/08/2024 – En el ciclo “Comunicarte: Ser artesanos de comunión” el padre Francisco Palacios nos invitó a reflexionar acerca de lo que significa hoy ser “influencer” y cómo podemos nosotros también hoy aplicarlo a nuestro ser discípulos y misioneros en las redes sociales y el mundo digital.

El Papa Francisco  en la Vigilia con los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá (2019) destacó la figura de María como la “influencer” de Dios:

“Sin lugar a dudas la joven de Nazaret no salía en las “redes sociales” de la época, ella no era una “influencer”, pero sin quererlo ni buscarlo se volvió la mujer que más influenció en la historia. Y le podemos decir con confianza de hijos: María, la “influencer” de Dios. Con pocas palabras se animó a decir “sí” y a confiar en el amor, a confiar en las promesas de Dios, que es la única fuerza capaz de renovar, de hacer nuevas todas las cosas. Y todos nosotros hoy tenemos algo que hacer nuevo adentro, hoy tenemos que dejar que Dios renueve algo en mi corazón. Pensemos un poquito: ¿qué quiero yo que Dios renueve en mi corazón?”

El padre Francisco Palacios explicó que los influencers son personas que abrieron una cuenta de perfil en una o más redes sociales, con la finalidad de compartir contenidos que podrían resultar interesantes y atractivos para una audiencia determinada. Con el tiempo, se vuelven personas reconocidas, muy dinámicas y creativas que logran conectar emocionalmente con sus simpatizantes. Esto es porque, además de crear contenidos, aprenden sobre su audiencia, saben cómo dirigirse a ella y lo que les resulta interesante leer o ver.   

En el mundo digital de hoy, cada uno de nosotros tiene el poder de ser un influencer en nuestra comunidad. A través de breves publicaciones en redes sociales o mensajes en WhatsApp, podemos difundir la Buena Noticia de Jesús y ser portadores de esperanza.

Al compartir reflexiones, versículos inspiradores o testimonios de fe, no sólo fortalecemos nuestra propia espiritualidad, sino que también iluminamos el camino de otros. Con cada palabra, podemos ser faros de luz en la vida de quienes nos rodean, recordando que la fe se vive y se comparte. ¡Convirtámonos en verdaderos influencers, embajadores de amor y esperanza!