03/03/2021 – Finalizamos el ciclo “Laudato Si: Todo está conectado”, oportunidad en la que María Cecilia Jaurrieta, de la Orden Franciscana Seglar, reflexionó a partir de los siguientes puntos de la Carta Encíclica del Papa Francisco:
” Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios». Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades” (LS 14).
“Mientras tanto, nos unimos para hacernos cargo de esta casa que se nos confió, sabiendo que todo lo bueno que hay en ella será asumido en la fiesta celestial. Junto con todas las criaturas, caminamos por esta tierra buscando a Dios, porque, «si el mundo tiene un principio y ha sido creado, busca al que lo ha creado, busca al que le ha dado inicio, al que es su Creador». Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza” (LS 244).
“Dios, que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y la luz que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos. Alabado sea“. (LS 245)
Escuchamos, además, el testimonio de Laura Ocampo, de la Fraternidad de San Francisco de Asís en San Juan, quien nos trajo su testimonio de fe desde su profesión y como franciscana seglar.
María Cecilia compartió también acerca del valor de las leyes, lo cual es pedagógico ya que “marca una idea de modificar la realidad y recogen también propuestas”.
En este sentido explicó que, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se sancionó hace algunos años la Ley de Educación Ambiental, donde se establece que, en los ámbitos de la educación formal, no formal y todo lo que sea alternativo de comunicación, se tiene que crear conciencia ambiental”, explicó y agregó que esta ley puede ser ejercida por educadores formales y no formales.
En esta última emisión del ciclo, Cecilia nos trajo también el testimonio de Claudia Albissetti, mostrando desde su vivencia, cómo hay una idea y vuelta entre nuestra familia natural y las fraternidades que tenemos en la comunidad o en la parroquia.
Finalmente concluimos el programa, y el ciclo, con la oración cristiana por la Creación, que se encuentra al final de la Carta Encíclica Laudato Si’:
“Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas.
Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti. Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado. Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe.
Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra, porque ninguno de ellos está olvidado ante ti. Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles, y cuiden este mundo que habitamos. Los pobres y la tierra están clamando: Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas. Amén.”
¡Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota y a compartirlo en tus redes sociales!
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