Intolerancia al fracaso

miércoles, 24 de octubre de 2012
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Hay personas que no soportan la demora en la satisfacción de sus deseos y no soportan ningún sentimiento o circunstancia desagradable, es decir, no toleran el hecho de sentirse frustrados. ¿cuál es la raíz de esto? ¿cuándo nace la frustración en el ser humano? ¿tiene que ver con la educación que recibimos cada uno de nosotros? ¿tiene que ver con la experiencia de vida? ¿tiene que ver con que nuestros deseos son demasiado elevados?

 

“ Enquistarse en la soledad, en la frustración, quejarse constantemente de las desdichas y tragedias que nos acosan y no hacer absolutamente nada para modificar aquellas situaciones que nos angustian, es una camino certero y seguro hacia la depresión. Camino, por supuesto, que es recorrido a solas” Eric From –psicoanalista y pensador alemán-.

 

VLF: ¿qué diferencia hay entre fracaso y frustración?

 

L.L:: Pienso que el fracaso es un plan, un programa que se diseña y que no se cumple porque las condiciones no están dadas. Depende mucho de condiciones externas. Uno se propone hacer algo que por circunstancias ajenas a uno no se pueden cumplir. Es algo menos subjetivo y más condicionado a otros factores.

            La frustración en cambio tiene que ver en alguna medida con la fuerza del ego y la debilidad del yo; o también tendría que ver con el nivel de autoestima que uno tiene. Las personas con mas baja autoestima son las más frustrables: cualquier situación que no se da al nivel de lo que espera, produce ese sentimiento inhibidor de la acción que produce mucho dolor, y que es mucho más abarcativo cuanto menos fortaleza tiene el yo

 

          ¿cuál es la diferencia entre el yo y el ego?

LL: El ego es el aspecto del psiquismo que sufre, que duda, que miente, que fracasa, que le duele. En cambio el yo es el aspecto que acepta la realidad tal como se presenta. En general, cuando pensamos en el ego, pensamos en el orgullo, el narcicismo, etc. Yo diría que el ego es la parte más débil del yo. El yo, frente a algo que no se cumple, o busca otros caminos, o repite ese camino hasta encontrar la solución. El yo es la parte más madura del psiquismo, es lo que se va construyendo a lo largo de la vida. Por eso hay distintos tipos de personalidad, por eso hay distintos niveles de fortaleza del yo. En cambio el ego viene con nosotros. Se instala en nosotros desde el principio.

 

VLF: ¿en qué etapa de la vida el ser humano comienza a experimentar el fracaso y la frustración? O mejor dicho ¿cuándo comienza a nacer esto? ¿es por educación, por experiencias de vida?

 

LL: Creo que esto puede ser ideológicamente resuelto dependiendo del lugar donde uno se pone. Creo que tiene que ver desde antes de nacer, con ser el fruto del deseo y del amor, tiene que ver en cómo van acompañando los padres el proceso de gestación, tiene que ver con el parto: si fue un parto expulsivo o un parto retentivo, porque la llegada al mundo, el atravesar el canal del parto, también van dejando señales para un futuro yo, para una futura personalidad. En los partos muy expulsivos se sufre de una manera, y en los retentivos de otra. Después ya vienen las circunstancias: cómo es recibido ese bebé en el ámbito familiar, si es el primero, si es uno mas de una familia más numerosa. Creo que no son factores definitorios, pero van dejando marcas. Un niño que viene al mundo como fruto de un gran deseo de padre y madre, tiene ciertas condiciones para afrontar la vida posterior que un niño que es abortado en el deseo aunque llegue al mundo (sobre todo el deseo de la madre que es la que está conectada al feto). Creo que el amor es energía y una gestación que no va acompañada de una energía positiva debe producir seguramente efectos en el ser que se está desarrollando. El deseo es una energía positiva muy fuerte para todo –no solo para traer un hijo al mundo-: para tener una vocación, para hacer algo en la vida. El deseo es como el esquema, el croquis de lo que se va a hacer, si va o no cargado de energía.

            En estos últimos años yo he ido cambiando mi lectura de la vida –lo cual creo que es lo que tiene que ocurrir-. Ahora estoy más cerca de pensar en la importancia del amor, pero del amor como energía sin objeto, como actitud frente a la vida, frente al mundo, frente al otro, que es un amor que no espera respuesta. Creo que todo lo que se construye con ese amor es salud, es vida, tiene que ser positivo. No estoy hablando de una cosa evangélica. Estoy hablando de una cosa energética.

 

VLF: ¿cuáles son las consecuencias de la frustración? ¿qué siente una persona cuando se siente frustrada?

 

LL: depende de la fortaleza del yo, depende de la intensidad del deseo, depende de la importancia existencial que ese deseo tiene. Hay personas que querían salir a tomar sol y que como no hay sol se frustran y creen que ya no va a haber sol. Es el caso de personas que tienen un yo muy débil, que no pueden tolerar que algo sea diferente a lo que desea. Ahora, también hay situaciones que son realmente frustrantes.

            Esto tiene que ver con una nueva propuesta ideológica filosófica que tiene que ver con que ‘lo que es, es’: nada sucede que no tenga que suceder. Si sucedió, es porque tenía que suceder. Entonces, cuando uno tiene un planteo desde un yo con convicciones, desde un yo que mira la vida desde este punto de vista, no se frustra tanto. Y creo que esto también tiene que ver con una discriminación que no la aprendemos precozmente, y que es diferenciar lo esencial de lo que no lo es, de lo accidental. Una persona es mucho más frustrable cuando hace esencial lo accidental.

 

 

TENGO DERECHO A SER FELÍZ,

QUIÉN NO HA DADO NUNCA UN SOLO PASO EN FALSO, Y HA SENTIDO GANAS DE VOLVER ATRÁS,
QUIÉN NO HA ESTADO AL BORDE DE UN ABISMO GRANDE, A PUNTO DE SALTAR.

QUIÉN VA A DECLARARSE LIBRE DE PECADO, DE NO HABER CAUSADO NUNCA NINGÚN MAL,
QUIÉN A MEDIA NOCHE NO SE HA DESPERTADO, CON GANAS DE EMPEZAR, SIN PODER AYUDAR.

YO TAMBIÉN, COMETÍ TANTOS ERRORES, TANTAS VECES HE TENIDO QUE SUFRIR,
ESPERANDO VER LLEGAR TIEMPOS MEJORES, HE PAGADO UN ALTO PRECIO POR VIVIR.

TENGO DERECHO A SER FELÍZ, TENGO DERECHO A SER FELÍZ,

QUIÉN NO HA VISTO UN DÍA DERRUMBARSE TODO, Y CRECER DE NUEVO A SU ALREDEDOR,
QUIÉN NO HA VISTO HOJAS DE UN TRONCO ROTO, SALVADO POR LA LLUVIA Y EL SOL.

YO TAMBIÉN, CONSERVÉ MIS ILUSIONES, AÚN A PUNTO DE TENERME QUE RENDIR,
ESPERANDO VER LLEGAR TIEMPOS MEJORES, HE PAGADO UN ALTO PRECIO POR VIVIR. …

 

VLF: Nos decías que la frustración tiene que ver con la fuerza del ego, la debilidad del yo y la autoestima baja ¿cómo podemos fortalecer nuestro yo? ¿cómo podemos aumentar nuestra autoestima? ¿qué trabajo tenemos que hacer con nosotros mismos?

 

LL: Hacer ese trabajo solo es muy difícil. Es un camino muy arduo porque el espejo con el que miramos nuestra realidad está siempre desfigurado por esa autoestima baja. Hay una mirada que nos lleva siempre a descalificar lo que estamos haciendo cuando la autoestima es baja. Busquemos, tal vez acompañados por alguien que sepa más que nosotros, que sea más objetivo, busquemos en distintos lugares y de distintas formas. Se puede buscar a través de la fe, pero también se puede buscar tratando de descubrir cuál fue la traba que le impide a uno tener una visión más valorizada de sí mismo. El tema de la autoestima es muy delicado. Hay mucha gente que tiene valores que le permitirían desarrollarse bien en la vida, pero que hay una lectura desde la autoestima baja (“a mi no me va a ir bien”, “yo no sirvo para nada”) que hace que no se ponga energéticamente todo lo que hace falta para lograr los objetivos.

            Frustración es tener un deseo y que ese deseo no se cumpla. El deseo es un anticipo de la realidad; es un bulto de energía que busca un canal de expresión que se coarta, y ahí se produce la frustración. ¿Qué puedo hacer cuando no logro algo que me propuse? Puedo cambiarlo por otro objetivo, puedo hacer un tiempo de espera e intentarlo nuevamente, o puedo no hacer nada. Pero no sufrir. ¿cuándo pasa eso? cuando lo veo como algo posible. Aunque parezca una contradicción, creo que la frustración va un poco unida a un cierto tipo de omnipotencia: mi deseo tiene que ser tan fuerte que tiene que realizarse, y si no se realiza, me frustro. Otras veces uno plantea opciones que no están al alcance de uno, y esto pasa muchas veces con las personas que tienen miedo a “ser”. Dicho desde otro lugar: HAY GENTE QUE PROMUEVE EL FRACASO PORQUE AL ÉXITO LE TIENEN MIEDO. Y le tienen miedo porque al éxito hay que mantenerlo, y al fracaso, una vez que se produce, ya se produjo. Es más difícil conservar lo conquistado que lo ‘por conquistar’. Entonces, aún cuando estén en condiciones de obtener resultados óptimos eligen el camino mucho más complicado para no llegar a ese resultado. Clínicamente conozco más gente que le tiene más miedo al éxito que al fracaso ¿por qué? Porque el fracaso es lo temido, y una vez que llegó, ya no hay nada que temer. Ahí terminó el proceso. En cambio cuando se tiene éxito hay que seguir trabajando para mantenerlo

 

 

VLF: cuando un niño no consigue lo que quiere, es capaz de armar un verdadero escándalo ¿este es un momento clave para educarlos en la frustración? En éste momento ¿cómo deben reaccionar los papás’

 

LL: Desde lo que yo podría opinar, hay que dejar que suceda. Hay que dejar que se descarguen, porque cualquier solución que se quiera dar a situaciones como ésta van dejando señales. Si el niño reacciona así a una frustración y logra sus objetivos, este va a ser su modelo de caminar la vida. Ya desde el primer momento, la forma en que el niño reclama el pecho de la madre y cómo la madre le satisface, van a ser modelos de cómo caminar después. Nada de eso es absoluto, pero la mayoría de las veces sucede así. Hay madres que crean hijos con posibilidades de ser seres frustrables porque nunca les dieron lugar al no. El no educa más que el sí. Un no oportuno, un no que no surge de la frustración de la madre o del padre sino que surge del criterio de realidad. Creo que cada vez más los padres tiene más facilidad al ‘sí’ porque tranquiliza el ambiente. El si deja la responsabilidad al otro. El no deja la responsabilidad al que lo dice. “No porque no, no porque soy tu padre” no es una respuesta. No porque tales o cuales razones justifican el no. El niño que no conoce el no, es un niño frustrable. El niño que conoce el no como una respuesta adecuada a la realidad, que le cree a ese no, -no porque está mirando el programa de televisión, no porque está cansado, sino porque corresponde-, va a aprender a discriminar cuándo sí y cuándo no. De alguna manera tenemos que marcar objetivamente pautas para ver cómo caminar la vida con cierta normalidad con un hijo para hacerlo un hombre inserto en una sociedad que en este momento es desordenada. Si afuera hay desorden hay que intensificar el orden adentro.

 

“VOY A CAMBIAR EL MUNDO”

Tú no tienes que hablar , yo te comprendo
mensajero del sol de un cielo nuevo.
Has llegado hasta aquí detrás de un sueño
para hacerte feliz tienes mi empeño.

Son tus ojos promesa de tiempos mejores
barredor de tristezas artesano de amores.
Es tu llanto mi risa mi afán, mi conjuro
tú descansa tranquilo que mientras tú duermes.
Yo voy a cambiar el mundo vas a crecer en paz
todo será distinto ya lo verás.
Yo voy a cambiar el mundo y voy a empezar por mí
lo voy a hacer por ti.

De una noche de amor alzaste el vuelo
te llevaste el dolor y el desconsuelo.
Hoy dependes de mí carne y semilla
luminoso candil. ¡Qué maravilla!
Son tus manos promesa viajando al futuro
despejando tinieblas derribando los muros.
Es tu risa la fe inagotable del hombre
tú descansa tranquilo que mientras tú duermes.

Yo voy a cambiar el mundo vas a crecer en paz
todo será distinto ya lo verás.
Yo voy a cambiar el mundo y voy a empezar por mí
lo voy a hacer por ti.

Participan los oyentes

 

 

          Cuáles son las consecuencias de tener un parto expulsivo o de retención?

LL: No hay una sintomatología clínica demasiado clara, pero hay modos de vivir la vida . hay quienes toman decisiones demasiado rápido, no pueden quedarse en un lugar, que no pueden mantener un vínculo… esto puede tener que ver con un parto expulsivo. Hay como un ritmo normal y natural de salir al mundo. Cuando uno sale al mundo expulsado, esa sensación queda como un recibo de futura mirada a la vida. Cuando alguien quiso venir al mundo normalmente y no le dieron el tiempo suficiente para ello, puede, por ejemplo, tener miedo a los vínculos permanentes, porque los vive como retentivos. Entonces: no hay una patología, no hay síntomas demasiado definidos, pero predeterminan ciertas tendencias. La psicología es una ciencia, y como tal puede en cierta medida anticipar algunas situaciones. Pero no es matemática. Puedo decir que en base a la lectura que se hace de la vida, a los modelos de conducta, etc, puedo predecir de alguna manera cómo fue su llegada al mundo.

 

          Yo tuve mi último embarazo inesperado. Durante 15 días me decía ‘no puede ser…’ ¿puede ser que eso la haya marcado tanto al punto de que ella siente siempre que las cosas no las logra?

LL: Hay que pensar que las cosas no son tan esencialmente así. No podemos decir, fatalmente, que el decir ‘no puede ser’ va a tener un efecto tal que condicione la vida del hijo. Pero seguramente ese ‘no puede ser’ va a ir acompañado de otros factores tal vez menos conscientes o tal vez mas circunstanciales que hacen que el fruto de ese ‘no puede ser’ tenga ciertas dificultades en la vida. Porque lo que menos tenemos que pensar es que el análisis de una situación es para crear culpas. Cada uno hace lo que puede, hace lo que siente. Si ese bebé llega en un momento que no era ni deseado ni esperado, nadie puede culparse por eso. hay que ver qué otras circunstancias acompañaron el desarrollo de ese bebé para que el resultado sea ese. En resumen, no es que porque dijo ‘tal cosa’ se produjo ‘tal efecto’. Es un condicionante más, pero hay que relativizar el efecto del pensamiento o del deseo. Si no, estaríamos permanentemente llenos de culpas.

 

          ¿Cómo ayudar a los chicos a diferenciar lo sustancial de lo accidental, para ayudarlos a superar las frustraciones que en general son muy continuadas?

LL: eso es absolutamente ideológico. Para una persona, esencial puede ser la libertad, para otra la honradez, para otra el bien común… Es muy subjetivo. Lo esencial no es esencial para todo el mundo. Lo esencial es la vida, pero después las ‘esencialidades’ cambian de acuerdo desde qué balcón mira uno la vida. Depende de la estructura de la familia, depende de los valores de la familia. Ahí está el compromiso de la familia de tener una escala mas o menos clara de las esencialidades.

 

          ¿puede la sobreprotección de los niños llevarlos a ser débiles a las frustraciones?

LL: creo que así como hay que ayudarlos a tener deseos claros y hacer lo posible por satisfacerlos, también hay que educarlos en la frustración porque la vida es una secuencia de logros y de fracasos o frustraciones. Decir siempre que sí es no crear un yo fuerte. El yo se fortalece en el no oportuno, adecuado a las circunstancias que se están viviendo, un no correcto, no un no arbitrario, un no porque uno está de mal humor o porque está cansado. Tenemos que reivindicar al no. Tampoco abusar del no. La vida es una secuencia de sí y de no

 

          ¿cómo superar el fracaso de una relación reciente?

LL: es una pregunta muy personal. ¿será fracaso? Porque hay rupturas, hay finales, que son éxitos aunque sean dolorosos. Me pregunto si es una clara visión de que se terminó una relación y que esto tiene que ser dolorosamente vivido como fracaso, o al contrario, lo que está demostrando es que uno tiene una visión más objetiva de ciertos modelos vinculares y es prevención para evitar futuros dolores, y esto sería un éxito y no un fracaso. Hay una especie de prejuicio que nos queda todavía del romanticismo, que terminar una relación amorosa tiene que ser muy doloroso.

 

          ¿cómo diferenciar una depresión de una frustración?

LL: no son equiparables. Habría que diferenciar la depresión de la tristeza. La depresión puede ser el resultado de un fracaso, pero no como depresión sino como tristeza. Algo que no me salió, puede darme tristeza. Depresión es un estado patológico. No me gusta asociar la frustración con la depresión. Esto ya hablaría de una debilidad del yo extrema

 

          ¿cómo trabajar mi bajísima autoestima proveniente de un hogar muy disfuncional, con una madre muy ambivalente? Soy mamá sola, tengo un hijo adolescente y por querer revertir toda esa educación me está sucediendo como que veo que recibo de mi hijo un manejo, o un maltrato verbal. Me ha costado ponerle límites.

LL: no siempre uno puede “no poder dar aquello que no recibió”. No somos suma y resta de lo que nos dieron. Uno también tiene alma, tiene autonomía, tiene libertad, tiene capacidad para rectificar. Lo que necesita es darse cuenta. A veces estamos tan sumidos en el dolor, estamos tan identificados con nuestra historia, que no podemos ver otras opciones. Por eso nos acostumbramos un poco a la oscuridad y no buscamos la luz, que siempre está. Si no conociéramos la oscuridad tal vez no veríamos la luz.

 

          Soy mamá de un hijo adolescente que no está motivado para estudiar, no demuestra interés ¿cómo lo puedo ayudar?

LL: ya lo venimos diciendo: hay pre-disposiciones. No son fatalismos. Hay mayor tendencia a ir por un camino que por otro. Hay muy pocas situaciones en la conducta humana que sean irreversibles. Las psicopatías por ejemplo son irreversibles. Si un chico no quiere estudiar, es muy posible –no es necesariamente así- que haya una depresión latente. Si le interesa un deporte, un arte, etc, y no le interesa estudiar, le diría que está eligiendo. Pero si no le interesa nada, es muy posible que ese chico tenga un trasfondo depresivo.

 

 

          Tengo un hijo adolescente enamorado, que disminuyó el rendimiento en el estudio ¿qué hago?

LL: ¿qué va a hacer’ ¿lo va a desilusionar? ¿lo va a forzar a que deje de amar? déjelo enamorado. El amor insume energía, por eso bajó las notas. Hay que estimularlo para que pueda hacer las dos cosas. ¡qué maravilla que un adolescente tenga esa capacidad de amar que le lleve tanta energía! Déjelo que aprenda a amar, y también vaya acompañándolo. Como su amor no puede ser completo, no puede redondear todos sus deseos, seguramente esto inhibe su producción intelectual. Pero no es nada grave, es temporario

 

          ¿cómo ayudar a un alumno que tiene mucha frustración académica pero en su vida relacional con los demás no tiene problemas?

LL: habría que ver por qué: si tiene problemas de concentración, problemas de memoria, tal vez tenga alguna dificultad orgánica… cuando un chico tiene dificultades de aprendizaje y no tiene un mal nivel intelectual hay que buscar clínicamente si no hay otro factor. Porque no hay desinterés, no hay trastornos de conducta. Frustrarse cuando le va mal en un examen tiene también que ver con el ego. La vida está hecha de logros y fracasos, y a veces es bueno que a un estudiante no le vaya bien en alguna materia para que aprenda a frustrarse en la medida del valor que tiene la circunstancia. Es lo que le pasa a los alumnos que llegan a la facultad sin haber pasado nunca por un examen: al primer examen se derrumban. Creo que no es malo que uno se frustre. Lo que es malo es que en la frustración inhiba el camino hacia adelante, se quede en la frustración. La frustración es una posibilidad más en la vida, pero no es malo frustrarse. Lo que importa es qué hace uno con la frustración. Frente a una frustración, uno puede renovar su impulso para superar esa situación y lograr su objetivo por otro camino. Esto es lo que hacen las personas saludables, con un yo mas o menos bien instalados. Si se queda llorando su frustración, estamos hablando de un ego que no puede tolerar una opción que se le cierra. La vida no es camino llano: tiene dificultades cada vez más grandes, porque hay mas competencia, menos opciones, porque hay que pelearla más. Y esto es el desafío que la vida nos ofrece. A eso hay que prepararse. Es bueno que la vida nos ponga dificultades. El éxito no es el simple logro de los objetivos. Es poder superar las dificultades. Tenemos que educar a los hijos no para que no tengan dificultades sino para que aprendan superarlas

 

VLF: Hoy estamos viviendo en una cultura del éxito, de la efectividad, de la inmediatez, de la rapidez, de la eterna juventud. ¿Hay personas más influenciables de esta cultura y que pueden ser más propensas al fracaso si le hacen caso a esta cultura, si se tiran de cabeza en la pileta de esta cultura?

 

LL: Creo que esto tiene mucho que ver con el miedo a la muerte. Hay personas que tienen más tendencia a tener presente el tema de la muerte, y el miedo la muerte les hace apurar la vida, les hace no poder admitir el paso de los años. Soy muy criticada en este aspecto porque critico francamente las cirugías estéticas, porque son fraudes, son mentiras. Es maravilloso ver envejecer dignamente un rostro. Al tiempo no se le puede mentir. Apurar la vida tiene que ver con el miedo a la muerte, que es cuando se llega antes. A cualquier tipo de muerte. Muerte biológica, muerte social, muerte ideológica. Pero debajo de todo esto está el miedo a la muerte.

 

VLF: la baja tolerancia a la frustración ¿está ligada a las adicciones?

LL: la adicción es una búsqueda de compensación a alguna carencia básica. Ningún adicto lo tuvo todo. Generalmente la adicción es la única manera de compensar alguna carencia histórica que no siempre tiene que ver con la realidad. A veces uno amamanta y el bebé tiene hambre, y uno no se da cuenta porque creyó que le dio lo mejor. Y tal vez ese pecho no lo nutrió. Y al no nutrirlo, va a buscar un pecho en el que pueda confiar, que lo aleje un poco de la realidad, que lo aleje de la responsabilidad, y que lo mantenga en una situación regresiva que le haga sentir bienestar. De lo único que podemos estar seguros es del amor que sentimos, es de lo que queremos desde lo mejor de nosotros dar al otro. Cómo lo recibe, es del otro, no es nuestro. Y esto tiene que ver para bajar un poco la culpa. Yo prefiero hablar de responsabilidad, prefiero hablar de actitud inteligente frente a lo que funciona o dis-funciona frente al otro, porque considero que cuando uno en seguida asume la culpa es cómodo. Una vez que asumí la culpa ¿después qué? ¿tendrá que venir el castigo? No. Prefiero hacerme responsable de que me equivoqué en algo, o que algo no anduvo bien, y ver cómo puedo hacer para resolverlo. En este momento, educar un adolescente es una tarea ímproba. Porque el mundo no les está ofreciendo ni los espacios ni los valores que pueda necesitar para desarrollarse como un hombre de bien. Es una tarea destinada al hogar, porque el mundo externo no lo está fortaleciendo sino debilitando, ofreciéndole opciones muy fáciles como puede ser la droga. Frente a un mundo tan adverso, hay que fortalecer los límites del hogar. Y para eso los padres tenemos que entender que a su vez tenemos que ocuparnos también de nosotros en cuanto a qué pasa con nuestro mundo interior, qué pasa con nuestra paz, con nuestra capacidad de dar amor de verdad: no de cumplir, sino de dar amor de verdad. Insisto en que en este momento cada persona tiene que volverse sobre sí mismo para ver el caudal de amor con el que cuenta más que con su cuenta bancaria.

 

VLF: ¿cuál sería una actitud de sabiduría para vivir sanamente una frustración, un fracaso?

LL: para el que está sufriendo la frustración, hay que acompañarlo. Para el que lo vive, hay que ver si renace en la persona nuevas opciones o se queda en la frustración. Hay personas que cómodamente se quedan en la frustración para no seguir caminando. En síntesis: no está mal frustrarse. Depende del compromiso que provoca esa frustración al yo para seguir adelante. Si tomamos que la frustración es una opción más en la vida, no nos va a sorprender que nos frustre. Ya sabemos que puede suceder y sabemos que esa es solo una opción. Cuando nos quedamos estáticamente en una opción y no acepta otra, la frustración es más grande. La vida siempre tiene opciones. Quien tiene un yo armonioso, práctico, dúctil, puede cambiar una opción por otra. Las personas rígidas se quedan en esa opción que no se cumplió, y a veces se queda por un largo tiempo o por el resto de su vida.

                Yo tengo una lectura casi estética de la vida. Tenemos que entender que la vida es una danza, y que a veces un ritmo nos sirve y otras veces no. Una caída es solo algo que puede suceder pero que nos permite levantarnos y seguir danzando