29/09/2022 – Vivimos en un mundo, somos parte de una cultura que, mientras mira cómo crece la cantidad de personas que padecen hambre, también es capaz de tirar a la basura o desperdiciar miles de toneladas de alimentos por día. Tremenda contradicción que tenemos como humanidad.
Hoy abordamos esta temática en el marco de esta jornada en la que mundialmente celebramos como el “Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos”, que proclamó Naciones Unidas a partir de una propuesta argentina.
Para analizar esto hemos convocado, en primera instancia, a Carlos García, Licenciado en tecnología de los alimentos, profesional de la industria de la alimentación y profesor de la Universidad Católica de Córdoba. Él nos habló acerca de lo que tiene que ver con la pérdida y el desperdicio de los alimentos, en toda la cadena logística de los mismos. Más tarde pudimos escuchar lo que nos decía María Cozzi titular del Banco de Alimentos de Córdoba en referencia a trabajo que ellos realizan, para abastecer a gran cantidad de familias con las donaciones de alimentos que reciben.
Algunos datos a tener presente: a nivel global, cerca del 14% de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta minorista. A ello se suma el hecho de que el 17% de la producción total de alimentos se desperdicia (11% en los hogares, 5% en los servicios de comidas y 2% en el comercio minorista).
En la Argentina, casi el 5 por ciento de las ventas de comida de productos frescos, perecederos y almacén en autoservicios y supermercados se tira a la basura, lo cual equivale a unas 123 mil toneladas anuales. Esta es una de las principales conclusiones del estudio denominado “Desperdicio de alimentos en supermercados y autoservicios de Argentina”, que elaboró hace un tiempo la FAO (organismo de Naciones Unidas para la Alimentación), el Banco Interamericano de Desarrollo y varias entidades del sector privado.
Como decíamos hace un momento, justamente ayer, se informó del aumentó de la cantidad de argentinos que viven en la indigencia, es decir, de compatriotas a los que nos les alcanzan sus ingresos para comprar el alimento que necesitan cada mes. Por eso, en un cuadro de indigencia que alcanza 8,8 por ciento de los argentinos, tirar comida a la basura debería ser un motivo de escándalo para todos, y de preocupación urgente de gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil.
Y el otro tema, la otra consecuencia o el otro problema que implica este desperdicio: para producir ese alimento que se termina desperdiciando, se usa el 38 por ciento de la energía que se gasta en el sistema alimentario mundial. O sea, también desperdiciamos energía cuya generación siempre tiene un costo ecológico.
¿Cómo se puede modificar esta situación? ¿Qué conductas alimentarias o de compra y consumo deberíamos cambiar en nuestros hogares para no desperdiciar tanto? ¿Cómo se puede entender que por un lado en el mundo hay gente que padece hambre y por otro se desperdicia mucho alimento?
A todo esto el licenciado Carlos García nos dijo que realmente “es un verdadero contrasentido” porque “también muchas veces se piensa que los países de la región o latinoamericanos somos menos propensos a generar pérdida o desperdicio de alimentos y muchas veces esto no es así.” Asimismo señaló que en “latinoamérica los focos están en las pérdidas”. Y aquí hizo una aclaración entre <<Pérdidas>> (que tienen que ver con problemas de pérdidas de alimentos por cuestiones tecnológicas y se ubican antes de que el producto sea manufacturado) y <<Desperdicio de alimento>> (generado luego de la manufuactura del producto y hasta el consumo).
A su vez habló también de la aplicación de un plan para Pymes que impulsa el gobierno nacional con guías y estrategias para que estas empresas optimicen la menor cantidad de pérdidas de alimentos y por ende sus costos.
Para conocer el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, se puede ingresar https://alimentosargentinos.magyp.gob.ar/HomeAlimentos/ValoremoslosAlimentos/
Sumamos a esta conversación a María Cozzi, titular del Banco de Alimentos de Córdoba, que desde hace más de 15 años vienen trabajando contra el hambre y para ello aprovechan al máximo alimentos que, sin ellos, tendrían destino de desperdicio. María nos presentó el banco de alimentos (BAC), está cumpliendo 20 años, y nos dijo respecto al servicio que brindan: “Todos los días hacemos magia”. Por otro lado nos recordó que el BAC actúa en la previa al desperdicio haciendo un manual.
Si querés conocer y ayudar al Banco de Alimentos podés ingresar: https://bancodealimentoscba.org.ar/