Jesús nos enseña a orar

martes, 14 de octubre de 2008
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Y sucedió que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos:  «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos».  Él les dijo:  «Cuando oréis, decid:  Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación».

Lucas 11; 1 – 4

Comentando éste texto bíblico San Agustín en el Sermón 80 nos dice así: creen hermanos que Dios no sabe lo que es necesario. El que conoce nuestros desamparos conoce anticipadamente nuestros deseos.

Por eso cuando el Señor enseñó el Padrenuestro recomendó a sus discípulos a ser sobrios en la palabra. Cuando recen no usen muchas palabras como los paganas. Su Padre sabe lo que les hace falta antes que se lo pidan.

Si nuestro Padre sabe lo que nos hace falta, dice San Agustín, ¿  porqué decírselo aunque sean pocas palabras? Señor si tu lo sabes todo ¿es necesario orar? Se pregunta el obispo africano.

Ahora bien el que aquí nos dice no usen muchas palabras en sus oraciones nos dice en otra parte: pidan y recibirán y para que nadie crea que lo que dice como de paso en otra parte añade: busquen y hallarán. Y para que nadie piense que es una simple manera de hablar miren como termina: llamen y se les abrirá.

El Señor quiere recibir. Primero que le pidamos. Que para hallar te pongas a buscar y en fin para entrar no dejes de llamar ¿ para que pedir? ¿ para que buscar? ¿ para que llamar? ¿ para que cansarnos orando, buscando, llamando como para hacer saber al que ya lo sabe todo, se pregunta San Agustín. Incluso leemos en otra parte es preciso orar sin parar, sin cansarse y termina: bien para aclarar éste misterio pedí, buscá y llamá y si el Señor cubre de velos éste misterio es que quiere que te ejercites en buscar, en encontrar tu mismo la explicación.

Todos nosotros debemos alentarnos mutuamente a orar. Sin duda la oración es un lugar clarísimamente humano. Es decir de gozo, de alegría, de b&ua